Carencias (I)
A mí me falta algo que podríamos definirlo como: capacidad para llevar a la práctica mis propias ideas.
En la cabeza mil ideas, proyectos; todas estructuradas; definidas las actividades, las tareas, los tiempos; controlados los riesgos; en resumidas cuentas: nada al azar.
Pero [ siempre, hay peros en esta vida ] a la hora de implantarla, a la hora que deje de ser un proyecto para que sea una realidad, no sé que me pasa que se queda ahí en ese mundo de proyectos, de ideas. [ vea el lector, está referencia subliminal a Platón y su caverna. Es importante cuidar estos detalles para que este blog - que prontito esta de cumpleaños ( ni yo misma me lo creo) - tenga cierto nivel y no sea un folletín. En estos tiempos con tanto bloglogo y pontífice una esta medio acojonada.]
Cuando la idea es de otro; en estos casos, si que soy capaz de llevarla a la realidad. Sin problema. Yo no conozco el miedo. Vamos, que para mi no hay tarea imposible; cuanto más difícil el proyecto, más me motiva.
Con mis propias ideas, proyectos no hay manera que pasen del papel ( o pensamiento ) a la realidad.
¿Es grave doctor? No señorita, a usted lo que le ocurre es que no es emprendedora.
Si yo fuese una mujer emprendedora posiblemente en estos momentos hubiese ya tenido un montón de negocios/empresas algunos habrían salido bien y otros mal.
Resulta que esta incapacidad emprendedora no me importa para el mundo laboral, vamos que no me afecta. Hace tiempo que asumí que yo emprendedora no soy y desde entonces tengo bastante claro mi rol en el mundo laboral.
Esta carencia me molesta y mucho en mi vida personal, en todo lo que no tenga que ver con el trabajo, en mis iniciativas personales. En algunos casos son tonterías, pero tontería a tontería me pierdo muchas cosas.
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Anexo I. Me apetece escribir esta perorata o speech.
En España a los emprendedores se les estigmatiza como alguno de sus negocios/empresas no sea un éxito.
En otros países un emprendedor tiene su reconocimiento, independientemente que algunos de sus proyectos no hayan dado los éxitos esperados.
A veces, por muy bien pensada que esté el negocio puede que las cosas no resulten como se predijeron; hay muchos factores coyunturales para que la empresa no vaya arriba, lo importante es darse cuenta a tiempo para modificar la estrategia o abandonar el negocio ( esto es ya otra historia).
Me fastidian mucho esas personas que (en la mayoría de los casos no tienen ni ideas, ni lo que hay que tener) se dedican a criticar, mejor sería escribir se ensañan con las personas emprendedoras cuando las cosas no les han ido bien.
Hay que reconocer a los emprendedores a los que se arriesgan, a los que abandonan la zona de confort y seguridad.