La Navidad implica demasiados compromisos, incluso para los que hemos entrenado duro el NO.

Me ocurre lo mismo. Nada por lo que aborrecerlas pero.. las odio. Con los años he llegado a la conclusión que en mi caso es por la hipocresía. ¿Por qué narices tengo que estar feliz aunque no uqiera en Navidad? ¿Por qué hay que ser bueno... solo en Navidad? Y sobre todo, ¿por qué tengo que aparentar delante de infinidad de familiares a los que sólo veo en año en año y con los que realmente sólo me une la sangre, el apellido y una mutua indiferencia?
Hipocresía, vamos

Yo, que siempre me da por ser original, he decidido adorar la Navidad y mi cumpleaños. Eso sí, hace ya un mes que fui a la Puerta del Sol a tomar las uvas. Ya no tengo compromisos y este fin de año podré dedicarme a leer un libro.

Yo coincido contigo, la navidad apesta.
saludos :P