No hay nada más osceno que el poder.
La mentira es su atavío, con el que se viste de la mañana a la noche. Cubre sus "partes" con ropajes de lujo: Armani, Versace, Dior. Esconde su hedor con perfumes embriagadores: Chanel, Dior.. recubre sus intenciones con alusiones a los "valores" fundamentales: democracia, libertad. En sus palabras siempre hay una confrontación: Bien (nosotros), Mal (los otros). El poder se nutre de la complicidad de la humana condición: los lameculos, los pelotas, los que por un puesto son capaces de enviar al otro mundo a su propia madre. El poder no se sacia nunca, es como una bestia sedienta de sangre. Por eso se llama Poder.
Pues efectivamente es así y lo peor es coger mal el concepto si lo manejas.
Escrito por pepeltenso a las Abril 20, 2004 05:52 PM