He leído hoy en El País, en la serie Opinión un artículo de Ana Palacio, ministro, estaba por decir, en un lapsus, monstruo, de Exterior sobre la Unión Europea, naturalmente con mucha retórica y escasos datos "reales", a un cierto punto la señora ministra dice:
¿Qué queremos los europeos de la Unión hacer juntos? Este debate -eminentemente constitucional- comprende, en particular, la decisión de las políticas que, abandonando el terreno intergubernamental, queremos poner en la cesta común. La respuesta española se sintetiza en el que fue lema de la última presidencia: queremos más Europa; más y mejor Europa.
Ahora, creo que esta señora piensa que somos desmemoriados o tontos del culo: porque el país que más ha hecho en contra de tal afirmación ha sido el que ella representa: empezando por la guerra contra Irak, con la declaración de los diez, siguiendo por la testarudez expresada por Aznar en la última cumbre para firmar el Tratado Constitucional, de tener en consideración el Pacto de Niza del año 2000, que era favorable a España. Las consecuencias de la política filoatlántica española impide todo lo que la ministra dice, hoy, ante las elecciones, para despitar a la gente. Uno de los países que más ha trabajado contra la unificación, repito, es España, y las consecuencias se verán pronto, cuando los fondos de cohesión se terminen, y España, dado que, como pregonan, se ha enriquecido, tendrá que ser donante y no recibiente.
Escrito por baltika a las Febrero 25, 2004 12:29 PM