Ayer me cambiaron el horario y tuve que pillar el primer tren. De pronto una mujer de unos sesenta con pinta de marujona (rubia oxigenada de raíces negras, "hola" en mano, pulsera de esas magnéticas que creí que ya no se usaban...) planta su trasero sobre mi bolso estando el resto de asientos del vagón vacíos. "Ay, nena, perdona, ¡no te había visto!", me suelta la tía...
A ver, que no viera el bolso tiene un pase (y relativo porque discreto, lo que se dice discreto, no es) pero que no me viera a mí... ¡Ja! Por eso no paso, que si algo me sobra es presencia, doy fe...
Seguro que lo hizo con toda la intención del mundo! No te fijaste si iba con tres millones de amigas?? Seguro que a la que hacía 3 millones no sabía donde sentarla y por eso te atacó ¬¬, lo sé, me las encuentro a diario en el metro de esa calaña!
Escrito por Lyzzie a las Abril 7, 2004 09:29 PMJejeje... Diste justo en el clavo!
PD Son ODIOSASSSSSS!!!!!!!
Escrito por Kieta a las Abril 9, 2004 06:21 PM