EN VUELO
1
Tomás, arriba al aeropuerto de Ezeiza, viene apurado y ansioso, por la demora en salir de su oficina de la capital. Todos sabían que viajaba, y esto es motivo para que siempre le encarguen más temas laborales que los propios, y a esto se agregan los descolgados con sus pedidos: "tráeme tal o cual cosa".
El viaje hasta el aeropuerto, ha insumido más tiempo de lo previsto, la congestión vehicular está peor cada día, por eso se comunicó telefónicamente con la compañía aérea y entiende que el vuelo está con unos minutos de demora.
Asiente Tomas: "quizás no tenga problemas de asignación de asientos".
Sabe que es un vuelo largo a España y quisiera un asiento lado pasillo, y adelante.
En los vuelos internacionales los mejores lugares son los de adelante, no sabe bien por qué, no quiere ni pensar, en temas de superstición o accidentes, en esos casos todos los lugares son lo mismo.
Baja del taxi con su maleta de viaje, liviana, para no tener que lidiar con las esperas y poder descender y salir enseguida del aeropuerto, lo estarán esperando de la empresa con la cual va cerrar un trato comercial importante para todos.
Se preparó una maleta pequeña y con poca ropa, lo imprescindible para los pocos días que va a estar, no la despachará, el tamaño es el permitido para colocar arriba del asiento.
Se dirige con paso presuroso hacia la cola de pasajeros en la compañía aérea, allí están todos, los que viajan con niños, que corren y se quieren divertir, padres que se alteran, adultos mayores que no puedan mover sus maletas. Todos delante de él.
Los jóvenes turistas que se despiden a los amigos y amigas que han hecho en su estadía en el país, los turistas orientales que a él, se les confunden en su nacionalidad y no los puede individualizar, que se sacan infinidad de fotos hablan rápido y con sonidos agudos
Asiente Tomás que el no haber podido hacer los trámites por Internet, lo llevó a esto, estar allí, haciendo cola; con todo los pasajeros.
ü "Paciencia asintió Tomas".
Llega hasta el mostrador, la empleada aérea, le pide el pasaje, más el pasaporte, para darle asiento, lo busca en la lista de pasajeros. Pasan los segundos y la cara de la empleada muestra problemas en puerta, "¿Qué sucede pregunta Tomás?"
"No figura Ud. en la lista del vuelo", le responde la empleada, mirando sobre el hombro de él, como buscando al siguiente pasajero.
"No puede ser", dice Tomás, "fíjese por favor, si estoy con el listado de la agencia, que me sacó el pasaje, la lista de mi empresa, en fin fíjese............ "
La empleada, una rubia teñida, gordita, con cara de fastidio; seguramente pensará "estoy acá desde la mañana, hay que sacar este vuelo y otro más: ¿a qué hora llegare a mi casa?".
Hasta los zapatos de tacones le molestan, pero hace un esfuerzo y dice voy a revisar de nuevo la lista, se acomoda los lentes y mira con cara seria la computadora. Pasan los segundos interminables para Tomás, en un momento dado ella, le dice "acá hay un Tomás, pero no es el mismo número de pasaporte, favor debe dirigirse a ventas", le dice con cara de:
ü " Uno menos, vamos por este chinito que sigue ahora"
2
Asiente Tomás y se dirige a ventas, allí la empleada, que esta para vender, lo atiende, él le explica ansioso y sudoroso, su problema:
ü "No estaría en la lista de pasajeros"
Ella rubia, alta, quizás por estar parada encima de una taburete, lo atiende, con amplia sonrisa, se inclina para recibirle el pasaporte, allí él divisa sus senos opulentos, son un descanso para los ojos de Tomás, en este día estresante.
Ella conservando la sonrisa le dice mientas se inclina hacia él:
"Aparentemente hay un equivocación, en su número de a pasaporte, para lo cual, le debo hacer varias preguntas para cotejar contra la base, de datos".
Asiente Tomas y la rubia, le va haciendo las preguntas mientras el absorto, mira sus senos, las preguntas van y vienen las repuestas, de repente Tomás le responde:
ü "Si me gustaría"
La rubia, lo mira con cara de curiosidad y le dice con voz melosa:
"Yo no le hice ninguna pregunta, para que Ud. me responda que le gustaría: ¿Qué le gustaría?"
Tomás nervioso le responde: "me gustaría tomar algo con Ud., en el bar"; mientras más perturbado, piensa para su subconsciente, "tomar un trago y luego a la cama".
En ese instante al costado de Tomás, irrumpe otra pasajera, una mujer, de edad similar a la de Tomás, ambos adultos, la cual sin mirar a Tomás, le dice a la empleada: "Señorita no estoy en la lista, yo compré y pagué mi boleto, favor atiéndame."
Tomás la mira, observa esta mujer de cabello con un color que va de colorado a rojo, vestida con blusa y pollera, con una estatura más baja, que él; se mueve con nerviosismo mientras obviándolo, habla a la empleada. El cuerpo de ella, se lo vislumbra atlético y bien conservado, y mejores senos, que se pueden observar desde arriba en su blusa.
El vuelve a mirar a la rubia y se pregunta, en voz baja:
ü "Que bien están ambas"
ü ¿"Cual estará mejor en la cama, la alta o la baja?"
Se sobrepone y amablemente le dice a la colorada: "yo estoy por lo mismo, señora no se aflija, la señorita está arreglando todo, bueno eso espero, mientras sus ojos miran fijamente los ojos color miel de ella".
Con una amplia sonrisa la vendedora, le dice:
"Sr Tomás, ya arregle su número, puede Ud. tomar el vuelo, le he dado un asiento atrás pues ya está todo asignado en el avión, pero viajara cómodo, gracias por confiar en mostros y lo esperamos cuando vuelva al país."
ü "Feliz viaje y que descanse esta noche en el cruce del Atlántico"
Asiente Tomás y se marcha, su rostro está ya renovado; decide encaminarse al Toilette, se lava la cara, revisa su rostro y el cabello, y de allí, se encamina a migraciones.
Pasa migraciones sin inconvenientes, ya está en las puertas de salida de su avión, algunos pasajeros están subiendo, él se lamenta no haber tenido más tiempo para comprar un libro para sobrellevar el largo viaje.
3
Sube al avión su asiento es un pasillo, pero casi al final, lamenta su mala suerte, son justo los asientos que están cerca de los baños, de noche entra y sale gente,
Llega y ve que es de tres asientos:
ü "Espero que esté solo así me estiro a la noche"
Abre el baúl de las maletas arriba de su asiento, está colocando su maleta portátil, cuando siente a su espalda una voz femenina que le dice:
ü ¿"Sería tan amable de colocar mi bolso"?
Asiente Tomás y al darse vuelta allí esperando, está la colorada, con la cual compartió el mostrador de ventas de pasajes.
Ella le dice: "bueno, se ve que la empleada rubia que a Ud., lo atendió con tanta delicadeza, me dio un asiento en la misma fila, quedaban pocos."
Asiente Tomás con una amplia sonrisa," yo tengo el pasillo, pero elija Ud., el que más le gusta de los tres."
"Gracias" dice ella, estirando su mano para presentarse:
ü "Beatriz, mucho gusto"
"Me asigno la ventanilla, así miro las estrellas."
4
El la convida, con pastillas que es lo único que tiene, ella le acepta una y le comenta: "Yo viajo hasta Londres: ¿Ud.?"
"Yo continúo a España, en este mismo vuelo, me espera gente amiga, voy por razones de trabajo: ¿Ud. de vacaciones?"
"No". Le responde Beatriz," voy a visitar parientes que hace años se marcharon del país y debemos arreglar asuntos familiares, y de paso practicaré mi inglés unos días. Quizás realice algún viaje cercano o quizás cruce a Paris, así que espero que el vuelo sea agradable."
Entre ellos la conversación se vuelve agradable, el avión ya ha levantado vuelo, el estrés del despegue está superado, los cinturones aflojados.
ü " Beatriz y Tomás inician una cálida conversación"
La asistente de vuelo, le acercan la cena: carne asada, como despedida del país y un vino tinto, que ambos toman y repiten, junto con un café, ya libres en los asientos, el del medio les sirve como lugar común para dejar las cosas, sus cuerpos ya en la conversación se han relajado.
Tomás observa con disimulo el físico de Beatriz, le atrae, sus blancos senos, que están desbordando la blusa a través de su corpiño, se le nota los rígidos pezones, la pollera deja ver las piernas, de piel blanca y sugestiva belleza.
"¿De qué color será el calzón se pregunta él, será tipo hilo dental?, no creo que sea grande, se ve una mujer con méritos para merecer." "¿Cómo será su avenida", se sigue ilusionando; mientras la mira a los ojos de color miel. Ella al haberse sacado el calzado, muestra sus pies diminutos de uñas pintadas en rosado fuerte.
Asiente Tomás que ha tenido suerte, después de tantos inconvenientes, le ha tocado una bella mujer, como compañera de asientos. "Para pasar la noche en el avión "se corrige en sus pensamientos.
Beatriz le dice:" permiso, voy al tocador", él se levanta para dejarla pasar, así al ser más alto, la observa de cerca casi en contacto físico, la ve irse con su caminar erguida, al toilette.
El se dirige a la otra toilette, que está libre, se lava las manos, la cara, retoca el cabello y regresa a su asiento.
No ha retornado su compañera de asientos , se queda parado esperándola y la ve llegar, le da lugar para que pase, en ese momento sus ojos se desorbitan al observar que ella , viene sin sostén, y sus senos se insinúan con excitación, rápidamente mira para abajo pero no puede concluir si trae o no calzón.
Toman asientos juntos del lado de la ventanilla, la conversación entre ellos, fluye naturalmente, las intimidades de cada uno se relatan en voz baja, casi en una cara a cara.
Las luces del pasaje se apagan, la auxiliar de abordo, les desea buenas noches, recordándole que está a su disposición en los puestos de atención.
Así en la oscuridad que los rodea continúa la conversación entre ambos, Tomás percibe, su rostro cerca del suyo, está el piel con piel allí revoloteando, ya los labios de Beatriz están cerca de su boca.
Se decide y un beso parte hacia ella, siente como la boca lo recibe con pasión, así se inician las caricias, cautelosas ente ambos.
El baja la mano y recorre la pierna, siente que ella , lo deja entrar, ella está efectivamente sin calzón, su mano llega al sexo de Beatriz, juega con su vello, los dedos buscan entrar en esa avenida que lo lleva, hasta el clítoris, siente como su boca, se extrémese y la piel arde de pasión.
Ella retira la boca de sus labios y le dice suavemente al oído: "cariño, no estás con tu auto, en una villa cariño, ni frente al mar."
ü "Estas en un vuelo".
El percibe como ella, coloca la mano en su pantalón y lo desabrocha, llegando al miembro, erecto y para explotar.
El cuerpo de ella, diminuto, justo para esos espacios, con un ágil movimiento, pasa una pierna y se posesiona en las rodillas de él. Su mano extrae el miembro de él y lo coloca en la vagina.
Así con suaves movimientos de cadera, va tomando y frotando el clítoris con su miembro, él no aguanta más, siente su calor interior, el semen que lo recorre, hasta acabar en una profunda eyaculación.
Beatriz continúa unos minutos en esa posición y antes de retirarse le dice al oído suavemente:
ü ¿"Esto es lo que querías hacer con la rubia del mostrador de la aerolínea en Ezeiza?"
ü Asiente Tomas y en voz baja dice:" las petisas son las mejores".
5
Tomás quedó absorto, en lo que le había ocurrido, internamente aún no sabe si fue un sueño o fue realidad.
Se acomoda la ropa, la mira a Beatriz, con voz suave, le pregunta: "¿estás bien?......"
Ella le responde: "si ¿por qué no he de estarlo?....."
"Bueno la verdad que me has sorprendido, aparte estoy feliz. Por tu casi iniciativa, que te digo con todo respeto, y no la mal interpretes."
"Haaaaa": responde Beatriz:" vos empezaste en la oscuridad; no estás acostumbrado a: ... ¿que las mujeres, te sorprendan?..."
"No sé qué decirte": asintió Tomas," pero estuviste divina: Gracias".
"No me des las gracias. Ahora en serio, compañero de viaje: también yo estoy sorprendida de lo que hicimos, no estoy acostumbrada a hacerlo y menos con un casi desconocido.
" ¿Estás casada?" pregunto Tomás a lo que ella responde: "Podríamos decir en pareja, hace varios años. No comparto la misma vivienda........sólo algunos días de la semana dormimos juntos".
Tomás en su interior reflexionó: ...."no hay caso, las con compromisos son las mejores...."
"¿Y tú?" requirió ella: "Si, casado, a esta altura de la vida, pero en fin..."
"La verdad ", continúo ella," que te vi tan digamos excitado, con la rubia de la compañía, que sufrí un ataque de celos, en ese momento, después vos te fuiste y bueno, ya se me había pasado."
"Por eso cuando llegué al asiento y te vi, pensé por algo las cosas pasan, viajamos en la misma fila:"
ü "¡‼qué casualidad. Brinda la vida‼‼!"
"Después cuando ya de noche, en la oscuridad, arrimaste tu rostro al mío, tu perfume, y sentir que tus labios me buscaban, me desató una pasión , pocas veces vista en mi, ahora yo debo decirte: disculpé si esto te complicó tu vida privada".
"Qué va" asintió Tomas: "estuviste divina, ya te lo dije."
ü "Así se inició la conversación formal entre ella y él"
6
Ella le pidió permiso para irse al toilette, la deja pasar y espera su retorno, la oscuridad del interior del avión es la de rigor, pero cuando la ve volver, percibe que ya se ha puesto el corpiño y deduce que la ropa interior está ahora completa. Su cabello colorado esta acomodado, el perfume se lo huele exquisito, "una belleza" piensa él mientas la deja pasar en la fila y le dice:" permiso yo también, voy a él Toilette."
Cuando vuelve a su asiento, percibe que ella lo está observando y esperando:
Ambos ya han reconocido que han protagonizado algo intenso, y piensa Tomás:" casi podríamos decir novelesco y aventurero."
Necesitan saber de sí mismos y al mismo tiempo, ella de alguna manera intenta justificar su libre accionar ante ese hombre que desde el aeroparque la atrapó o atrajo, no sabe que es precisamente, mientas piensa en su novio, pero ahora esta acá: ...EN VUELO....
7
Beatriz, con voz suave y placentera, casi un susurro para él, comienza a contarle su vida:
"He sido docente de la rama artística, especialmente el canto. Desde pequeña, única hija también de docentes, la música ha sido una compañía constante en mi vida. En el seno de la familia, no solamente la literatura era importante, sino también la música.
Creo o mejor dicho todos me han dicho que soy heredera de una voz con muy lindo color musical, siempre he estado invitada a participar cantando en cuanto evento surgía en mi pequeña ciudad."
"Bueno, anoche cuando me dijiste cariño..., era una voz como dices con un color musical, espléndido." Asintió Tomás.
"Gracias", dijo ella. Sus ojos de miel, reflejaron un centelleo, no obstante la semi penumbra de la cabina del avión, en la cual ya por algunas ventanillas levantadas, entraba los primeros rayos de sol del nuevo día.
Ella continúo: "en algún momento pensé dedicarme al canto, las circunstancias personales y económicas me llevaron a ingresar a la docencia.
Hoy, ante la pérdida de algunos seres más cercanos, me ha llevado a tomar la decisión de viajar a Londres, no solamente para visitar a familiares políticos, sino también para perfeccionar el idioma, porque he decido incursionar en el canto nuevamente y por qué no aprender algunas letras en ese idioma."
Tomás reflexiona que está ante Beatriz, una mujer la cual cautelosamente, no expresa en voz alta su más preciado sueño:
ü "Ser una cantante famosa".
"Bueno, me has hecho hablar de mí: ¿tú que tienes para contarmeTomás??"
"Soy un ingeniero, que se dedica a la construcción, razón por la cual estoy acostumbrado a viajar y a conocer gente y a valorarla, hecho que me ha sido altamente positivo contigo Beatriz, no sólo por la increíble noche que hemos pasado, sino por tu persona, que la vislumbro de una personalidad extraordinaria y muy segura de sí misma, como así también con una sensibilidad no sólo para la música, sino para los afectos."
"De mi vida privada: tengo hijos, mi vida con los viajes, mi adicción al trabajo y demás, no es de la más agradable, pero es lo que hay, como dirían..."
"Yo voy por unos días a Barcelona por razones de trabajo, de mi empresa y luego me vuelvo a Ezeiza."
En esos momentos se prenden todas las luces de la cabina y los parlantes anuncian que en breves minutos, se servirá el desayuno, previo al descenso en Londres.
Tomás con voz decidida la consulta a ella: "¿dime como hacemos para volver a vernos?
Pásame tu número telefónico, te hablo desde España, antes de volvernos ¿te parece?"
Beatriz mirando el sol de la mañana por la ventanilla, le responde sin mostrarle sus ojos, de miel: "Tomás, creo que debemos detener esto acá, cada uno sabe sus compromisos, éste fue una gratificante experiencia de la vida, pero debemos limitarla."
"Bueno, no estoy tan de acuerdo, respondió él, pero en fin." Acotó Tomás resignado.
"Dime ¿vas a la casa de tus parientes ?..."
"Los primeros días voy a el Hotel Luxor, que ahora me haces recordar, debo buscar la dirección, es en el Centro de Londres" y afanosamente busca en su agenda, la dirección para darle, más tarde al taxi.
"La encontré": más tranquila Beatriz, dice "así se la doy al taxista y no tengo problemas."
Breves minutos después anuncian el arribo al aeropuerto de Londres, en esos minutos él percibe que ella, se está poniendo nerviosa, le acerca su mano, ella la aprieta fuertemente, hasta que el avión toca tierra, después se da vuelta y le dice "gracias: que duro son para mí los vuelos."
ü "Así Tomás ve como Beatriz toma su bolso, se despide con un beso en la mejilla y un: "Hasta siempre"
Asiente Tomás
8
Se recuesta en el asiento, y se concentra en sus futuras actividades en Barcelona.
En Barcelona termina sus actividades laborales en 3 días, menos de lo previsto.
Mientras camina por Barcelona, se pregunta: "¿cómo podré hacer para volver a ver a Beatriz?", debo intentarlo, creo que lo que vivimos en Vuelo merita un segundo encuentro".
De vuelta a su hotel, se dirige a la recepción: "necesito comunicarme con el Hotel Luxor, que está en el centro de Londres; por favor comuníquese con ellos y pregúntele si está hospedada la Sra. Beatriz, puede ser que aún esté, háblele por favor ahora en una de esas ya es de noche y está."
"Tomare la llamada en mi habitación, sino pruebe más tarde y me la pasa a cualquier hora." Comenta Tomás ansioso por comunicarse con ella.
Tomás sube a su habitación, se baña, se pone el pijama, toma una cerveza de la heladera y prende la TV. "¿Qué futuro complicado hay en España reflexiona?"
Ya medio adormecido suena el teléfono en la habitación, al levantar el teléfono, la voz del recepcionista le dice: "lo comunico con la Sra. Beatriz."
Tomás da un brinco en la cama y escucha del otro lado: "sí, soy la Sra. Beatriz"
ü "¿Quién habla?"
9
Cuando ella escucha una voz masculina, ya antes que él le diga su nombre, lo ha reconocido.
Siente interiormente más alegría que sorpresa, ya que todo el día esperó que él captara la sutil insinuación o invitación para que él la localizara, ya que ella "inocentemente" le comentó donde se alojaría.
Al escucharla, él le dice: "habla Tomás, el del avión"; Esa acotación la hace sonreír y le dice: "Tu tonada, es inconfundible."
Beatriz con ironía le pregunta "¿como me encontraste?", a lo que él responde "¿No recordás que mencionaste que te alojarías en el hotel Luxor?".
Buena memoria asintió Beatriz con una sonrisa socarrona e invisible para él.
Dime Beatriz: "¿cómo estás?, ¿encontraste a tus parientes?, ¿cómo te va con el inglés?"
"¿Cuántas preguntas!! Mira Tomás en realidad media complicada, ha habido una descoordinación, no sé si yo me equivoqué de semana, ya que ellos están en la Costa del Sol, en Marbella."
"Hoy pude comunicarme, y me invitaron a que fuera a pasar unos días, y después nos volvemos todos juntos, pero no se qué hacer, se cambiaron todos los planes y eso no me gusta."
"Escúchame Beatriz, yo estoy acá en Barcelona, hasta el sábado quedan casi tres días,
Si tomas un avión mañana, te vienes y conoces Barcelona y el sábado te tomas el tren rápido a Marbella, ¿qué opinas?...me encantaría volver a verte."
"Bueno no sé, ya te había dicho, que no quería continuar esta situación, una cosa es lo que pasó en el avión y otra es ir dos días contigo."
"Te entiendo, pero si quieres saco una habitación aparte, en el hotel. Piensa esta noche tranquila, te hablo mañana a las 8 u 8.3 hs y me das tu opinión, pero somos gente grande y todo será con respeto a ti como mujer." Acota él.
"Por cualquier cosa yo estoy en el Hotel Carlos V, habitación 701."
"Bueno respondió ella, háblame a esa hora. Hasta mañana."
"Antes que cortes Beatriz: ¿me puedes decir cómo estás vestida?". Ella sorprendida le responde: "hayyy Tomás, ¿dónde vamos a ir con esto?...estoy vestida solamente con una bata blanca de toalla y recostada sobre la cama."
"Humm,, mejor no digo nada debes estar divina, responde él. Esto estimula a Tomás, y le provoca excitación y deseos de tenerla ya entre sus brazos.
"Gracias, hasta mañana Beatriz."
10
A la mañana siguiente Tomás le pide que lo comuniquen al mismo número de anoche a Londres con la Sra. Beatriz.
Mientas él se afeita, su excitación de conocer la respuesta de ella, lo tiene ansioso.
Suena el teléfono y la voz de ella está en el otro extremo de la línea, "¿Cómo has dormido le pregunta él?".........., pasan unos segundos y escucha, la voz de ella..." si voy a ir este medio día a Barcelona."
"Gracias por aceptar esta invitación Beatriz, te voy a esperar al Aeropuerto, quédate tranquila está todo bien."
"Besos, nos vemos a la tarde."
Cuando cortan la comunicación, ambos saben que han iniciado un camino sinuoso y peligroso, pero no por eso menos placentero.
El cuelga el TE, y vuelve a llamar al conserje para informarle: "ésta tarde viene mi señora, por favor páseme todas las cosas a una habitación con cama grande, buen baño y en un piso sin ruido."
11
En el Aeropuerto de Barcelona, mientas él la espera, reflexiona:
"Pensar que yo entré a Ezeiza alterado ,por no haber tenido un asiento adelante, ya asignado, y eso me llevó a esto, que promete excelente:
ü "lo que son las vueltas de la vida, cuando las cosas se deben dar se dan."
Así esta él esperándola, "¿Cómo vendrá vestida?", nos conocimos un noche, en un avión, a oscuras, tuvimos un sexo extraordinario, pero "¿Cómo será ahora ella a la luz del sol?".
De pronto detrás de él siente un voz que le dice:"hola Tomás: ¿estás pensando en otra cosa?, ¿no me viste?"
"Salí por esa puerta." El reacciona rápidamente y le da un beso cauto en la mejilla, y le dice: "bueno en Europa, se dan dos besos, y cumple con ese ritual."
Toman un taxi y se dirigen al centro de Barcelona. En el viaje ella le cuenta que no la ha pasado muy bien estos tres días, pues desencontrarse con sus parientes en un país donde nadie es amable, nadie se esfuerza por atenderte, cada cosa es un problema de comunicación y que el inglés que ella pensaba fluido, no es tan así en la vida diaria.
Que por suerte a través de una hija de ellos había podido contactarlos y que con gusto la esperaban a ella el sábado, y la instruyeron, acerca de que tren tomar a Marbella, y que después de unos días de playa se volvían todos juntos a Londres... ¡Que fuera ¡!! Y ahora se encontraba ahí con él...............
12
En la conversación llegaron al hotel, él llevaba el bolso de ella, preguntó en recepción a que habitación se dirigían y le consultó: "prefiero dejar el bolso arriba, ¿me esperas acá? ¿O subes conmigo?", "te acompaño" fue la repuesta.
Subieron a la habitación espaciosa, Beatriz la miró, pero no pronunció ningún comentario, después de ver que había una sola cama inmensa.
"¿Quieres dejar ropa para lavar?", ella lo miró con ojos inquisidores y le respondió: "¿como a una mujer le vas a preguntar eso?"................
"Perdona respondió él, se lo que es viajar, así que te lo pregunto para tu comodidad."
Ella lo volvió a mirar y le dijo: "Tu tonada no se te va, ni afuera del país. Tienes razón, alcánzame la bolsa de la ropa, así la pongo a lavar, ¿me la darán mañana?".
Salieron a caminar por el paseo de Gracia, llegaron a la Plaza España, disfrutaron de una alegre conversación. Ella estaba vestida con pantalones blancos y zapatillas ídem, y arriba una remera, que mostraba sus senos, fuertes y desafiantes, marcándose los pezones erguidos. Esa imagen le ratificaba que fue una buena idea invitarla a concurrir a Barcelona.
En esa caminata Tomás recordó sus pensamientos en el aeropuerto y se auto contestó, "está re buena esta petisa- colorada."
Al atardecer se sentaron a disfrutar de tapas y cerveza, mientas la alegre conversación fluía ente ellos. Beatriz dijo: "no bebo más, no quiero que se me suba a la cabeza." "Como quieras", respondió él," pero no podes dejar de probar sidra española o un vino blanco de Rioja."
"Nooo, basta" mientas sus ojos de miel, se ponían nublados y su rostro luminoso, hecho que intrigó y excitó a Tomás.
13
Tomaron taxi para volver, él la rodeó con un brazo y ella se acurrucó en él. De pronto suavemente al oído le dijo: "me deberás prestar una remara para dormir. Con tu idea de lavar, fue mi camisolín a lavar."
"No me preguntes si tengo otro, no uso, duermo siempre desnuda. Traje uno para estar con los ingleses." El hecho de pensarla durmiendo desnuda a su lado lo sobre excitó aún más.
Al llegar a la habitación, Tomás la tomó entre sus brazos, y ella se dejó besar y acariciar. A esa entrega de apoco le fue sacando la remera, los pantalones y así la disfrutó en su ropa interior blanca, calzón con hilo dental. Disfrutando ese momento, despacio la fue desnudando completamente mientas ella, nerviosa le quitaba la ropa a él.
La sentó en sus rodillas, sus labios la recorrieron por el cuello y las orejas, sintiendo la respuesta corporal de ella. Veía como ella cerraba sus ojos y se dejaba recorrer; llegó con las caricias al sexo, allí se asombró del profundo flujo que palpaba, lo que motivó un comentario de él: "¡que flujo!, estas súper excitada, pura pólvora. Lo que serías en tu juventud!" , éste casi imprudente comentario hizo que ella cerrara sus ojos y se brindara.
El la recostó en la cama y bajó buscando su flujo, que sus labios tomaron y disfrutaron hasta escuchar:
ü "Basta- basta. Cariño, ven, ven"
Volvió a su mente ese palabra Cariño que había escuchado en el avión.
Ella se brindó, lo miraba a sus ojos, al penetrarla los abría aún más y soltaba un ruido gutural de su boca, mientas su rostro saltaba de satisfacción. Lentamente ella agitó sus caderas, él sintió como en su miembro al seguirle el ritmo, estaba llegando la eyaculación, que los tomó a los dos en un orgasmo compartido.
Pasado unos minutos él le preguntó: "¿estás bien?"
"De maravilla", le respondió abriendo sus ojos de color miel.
Dime le inquirió ella:" ¿éstos sexos lo tienes con tu esposa?......".
La pregunta le sorprendió, pero rápidamente la contestó: "hace años, que no compartimos ni la cama."
"Y ¿tu como es con tu compañero?", allí percibió ella que la pregunta estaba ahora de su lado: "bueno no sé,..... La verdad es que tú me movilizas extraordinariamente, me has puesto loca, me has hecho volar como hace años que no experimentaba tanta satisfacción... En un camino sinuoso y peligroso", dijo ella......"pero no por eso menos placentero." Asintió Tomás.
Ella se levanto al baño; él la vio caminar, con su cola erguida y se preguntó: "¿la disfrutará?..."
En el trayecto ella a la luz de la penumbra de la habitación, toda desnuda, se dio vuelta y le inquirió: "¿no me habías prometido habitaciones distintas?
Cerrando la puerta del baño detrás de sí.
El en la cama desnudo y después de haber disfrutado un excelente sexo, sus pensamientos lo llevaron de nuevo a la sentencia:
ü "Las petisas son las mejores"
Asintió Tomás y agregó, "si son coloradas, polvoritas y casadas, se hace superlativo todo."
En esos pensamientos estaba cuando vio que ella retornaba del baño, sus ojos lo miraron a él y le preguntaron con cara seria: "¿no nos hemos cuidado? ¿No previste un preservativo?".
A él le sorprendió la pregunta casi incisiva,"quédate tranquila estoy súper sano, si te parece te paso mis análisis a tu mail," ya con una sonrisa en sus labios "y tú; ¿qué me dices?".
"Mi compañero es médico, así que estoy al día con la prevención. No sé cómo no me di cuenta antes............"
"Ok" contesto él, dirigiéndose al baño.
Al volver, la encontró echada de costado y escuchó su voz musical, que le comentó: "éste día ha sido muy intenso para mi, deberíamos dormir, si quieres visitarme más tarde, búscame."
Tomás se acostó a su lado, apagó la luz, cruzó un brazo y tomo uno de sus senos.
Así comenzó su sueño mientras pensaba:" ¡no tener veinte años menos para visitarla toda la noche!"
14
Estaba muy satisfecha sexualmente y sentía que también la cautivaba esa mente ágil e informada de ese hombre que había conocido circunstancialmente y que la llevaba a estar allí, en Barcelona durmiendo con él, después de haber tenido un excitante sexo, que no recordaba haber gozado así desde hacía mucho tiempo.
La conversación entre ellos había fluido naturalmente en el día transcurrido, y estaba segura que ambos, si bien habían dilatado el momento, habían estado ansiosos por encontrarse piel a piel.
Después que hizo la pregunta sobre la relación íntima de éste con su mujer, se arrepintió de haber sido tan impulsiva.
Es verdad que desde el vuelo había tenido curiosidad por todo lo que se refería a la vida y relaciones de éste, pero se sorprendió haber sido tan directa con el interrogante y no le pareció oportuno el momento. Especialmente porque él también interrogó al respecto.
Esto le hizo recordar a Daniel, su pareja desde hacía cinco años. Después de lo ocurrido en el vuelo con Tomás, pensó mucho en Daniel, ya que era la primera vez en tantos años que sentía que le era infiel.
¿Estaba en crisis con éste y no se había dado cuenta? ¿O sabía que la convivencia estos últimos años no había sido lo deseado?
Recordaba cómo le atrajo cuando lo conoció, y el sentimiento de admiración que tenía hacia él como persona y en su ámbito profesional: médico pediatra.
Se habían conocido cuando ella llevó a un alumno al servicio de urgencia y éste se encontraba de guardia.
Después había concurrido al consultorio de él con su hija, que si bien era mayor para ser vista, por un pediatra, había tenido fiebre y decidió, llevarla con Daniel y de paso volver a verlo.
Esta hija que había dejado con su madre, era fruto de su primer y único matrimonio. Joven se había casado con un visitador médico de su ciudad, que después, al nacer la hija en común, pasó a ser viajante de productos farmacéuticos por todo el país.
Los viajes y las ausencias fueron mechando su vida sexual y afectiva hasta que de común acuerdo definieron separarse en buenas relaciones. Esta separación y para llevarla a un divorcio requería de papeles de los parientes de él, y esto la había llevado a iniciar este viaje a Londres.
Ahora por las vueltas de la vida y sin esa su costumbre, estaba acá durmiendo en Barcelona con este ingeniero Tomás. Pensar todo eso la asustó, al repensar un poco, en su situación.
Vino a su mente los cuatros años que había pasado, antes de conocer a Daniel, años de abstinencia sexual, en la cual le habían presentado amigos pero ninguno le interesó y menos la llevaron a la cama.
Se había refugiado en sus clases, el canto y el cuidado de su hija, ya adolescente, que le estaba presentando los primeros problemas de esa etapa de la vida, entre ellos de la educación sexual y como orientarla al respecto.
Tiempo después coincidieron en un cumpleaños y él le había solicitado su teléfono, después de alabarla por su voz, ya que ella había cantado al del cumpleaños, un amigo en común.
Fue desde ese día que no se separaron más: compartían salidas, se llamaban por TE, mientras ella estudiaba partituras y nuevas letras, él la acompañaba con bibliografía especializada. Ambos sentían una fuerte atracción sexual y admiración personal.
No vivían juntos, se veían los fines de semana, ella a veces iba a su departamento a esperarlo que saliera de las guardias.
Otras que no estaba su hija la visitaban a ella.
Beatriz casi ya agotada pero feliz, se preguntó:
"¿Dónde está lo que habíamos logrado? ¿Disminuyó el goce sexual? ¿La admiración personal?" Pensaba Beatriz mientras el cansancio la invadía.
Beatriz en la cama en Barcelona, estaba con Tomás no sabía bien ¿Por qué?, pero se sentía estimulada, con esa mano sobre su seno, el cuerpo de él pegado al de ella, el miembro lo sentía casi en su ano. Este contacto la excitaba, pero prefirió quedarse quieta y no darse por enterada de lo que sentía en su cuerpo.
El sueño la invadió.
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Se despertó a la mañana, por el ruido causado al cerrarse la puerta de la habitación, miró sobresaltada y allí estaba Tomás de pijama, ya afeitado y con la bandeja del desayuno en sus manos.
"Ven" le dijo él mientras acomodaba el desayuno en la mesa de la habitación, ella se dirigió al baño, y volvió a los minutos resplandeciente, desnuda y con cara feliz de poder ingerir alimentos.
Se sentaron frente a frente en la mesa, se enfrascaron en tomar el desayuno, ella le dijo: "me miras mucho mis senos, me da pudor."
"Perdón, están deslumbrantes, son hermosos, me encantaron desde que en el avión, alcancé a percibirlos en la oscuridad, al quitarte vos el corpiño, cuando retornaste del Toilette."
"Debo aclararte Tomás que me quité la ropa interior en el baño, pues ya te dije, duermo sin nada, no estoy acostumbrada, y en un vuelo, de pensar de estar diez horas, con ellos puesto, me pareció más lógico sacármelo. Te aclaro: no fue pensando en ti, después lo que sucedió-sucedió no sé bien porque pero aquí estamos. "
"Ya noté que anoche los disfrutaste mucho y a mí me sobre excitó: ¿está claro Tomas?".
Asintió Tomas y en un rápido movimiento la tomó de su mano y la sentó sobre sus rodillas, allí su pene jugó con el sexo de ella, mientras las manos de él recorrían sus senos y lo disfrutaban. La depositó en la cama y su boca buscó ese flujo que recordaba de gusto dulce, la quiso poner boca abajo para besar su ano, allí ella reaccionó:
ü "Eso no"
"No estoy acostumbrada, no le hecho nunca; y ella se puso encima de él tal como en el avión. Con delicadeza colocó su miembro en su vagina y con suave movimiento fue estimulando a Tomás, hasta que él sintió su eyaculación y allí disfrutaron de un nuevo orgasmo."
Ya echados uno al lado del otro, Tomás le pregunto: "¿Dónde te gustaría ir o conocer hoy?"
Beatriz lo miró intensamente y le contesta: "Cariño: es mí último día con vos ¿vamos a desaprovecharlo?".
Ante esta respuesta, Tomás sonríe y la comienza a acariciar intensamente...
Ella le dice:" ¿antes de empezar de nuevo tengo dos preguntas que hacerte?"
Asintió Tomas: "pregunta":
"La primera debo comunicarme con Daniel, sabe que estoy en Barcelona, pero debo dar señales de vida y con mi hija también. ¿Cómo me aconsejas que haga?"
La segunda pregunta: "¿Tomás: esto lo has hecho muchas veces?". "¿Seduces seguido a pasajeras?"
Tomás la miró con cariño, ambos desnudos uno al lado del otro, le dio un profundo beso, y le dijo:
"Después vemos como comunicarnos, yo también debo hablar, pero como me parece que ninguno de los dos tiene teléfonos para comunicarse por wi-fi, es un lío, acá todos tienen, así que saldremos después a buscar un centro de llamadas que no hay muchos acá, están en el primer mundo."
"De paso conoces: La Pedrera y la Sagrada familia, vemos de llevarse algún recuerdo que te guste, y si conseguimos para hablar; dime "¿Quién es Daniel y como es lo de tu hija?".
"A ti que estás en el canto, sería interesante que vieras el Palacio de la Música, tiene una acústica buenísima, fue construido en 1920, en plena crisis mundial, debo aclararte Beatriz que no he escuchado música en él lo he conocido como muestra de arquitectura."
"Conoces mucho de Barcelona Tomás", asiente él, "si he estado por trabajo otra vez, y cuando estoy de viaje trato de conocer todo, también debo decirte que hay cosas de nuestro país que mucho no conozco, por ejemplo el Colón, lo visité pero nunca fui a una función."
"Lástima, yo estoy en el coro del Colón. No soy estable, me llaman según las funciones."
"Bueno Beatriz, nos hemos ido del tema. A tu pregunta: ¿si esto lo he hecho antes?:"
"Es mi primera experiencia de sexo en un avión, fue divino y no te sientas mal por eso, yo te busqué y tu reaccionaste divino: gracias por lo que hiciste, que nos permite estar ahora, juntos."
"Por mi vida de profesional, debo decirte: viajo mucho, mis prioridades han sido muchas veces la profesión, con lo cual la vida que efectúo evidentemente, va mermando la relación familiar, ni hablar del sexo diario. La mujer va tomando otras prioridades que son siempre sus hijos, creo que de esto algo puedes intuir, estuviste casada con un viajante."
"No he sido precoz en mi iniciación sexual, ni tampoco de la noche, no he sido de cabaret, etc. Cuando digo no he sido, hablo del pasado, pues eso se da en las épocas más juveniles."
"Con respecto a que hago: ¿de mi vida sensual, sentimental y sexual?, debo decirte:
Cuando uno conversa con otros profesionales, en mi caso, de la empresa o aquellas personas que están por sus labores acostumbrados a viajar y a permanecer días lejos de los domicilios, familiares de cada uno, surgen los comentarios y razonamientos de vida, que diría se pueden resumir en tres posibilidades:
-Aquellos totalmente seguros y correctos en su posición de vida, no se vinculan con otras mujeres fuera de su casa. Algunas veces lo he hecho, durante largo tiempo, o sea permanecer fieles, vamos a decir las cosas como son.
-La segunda, la que pagan por tener sexo, con jóvenes mejor, sostienen que así no se adquiere compromisos de ningún tipo con ninguna mujer. Pagan, se divierten y allí termina todo. Sistema que tiene sus particularidades y es respetable también.
-La tercera, que quizás sea una excepción como yo, que sólo se vinculan, y llegan al sexo por los sentimientos y el afecto. Esto implica relacionarse con personas con las cuales podes compartir cosas en común, ya sea de arte, deportes o lo que los vincule, y surja así, después de mucho tiempo quizás, una atracción física y de piel con piel, que los lleve a la cama."
Dicen que un hombre se acuesta con una mujer: "cuando tiene cosas para decirle".
Esto implica que se hacen lazos afectivos, se comparte no sólo el sexo, sino fundamentalmente amigos que en los cuales los sentimientos se van paulatinamente intensificando."
Después llega un momento que ella o él deben cesarlo por múltiples motivos. Lo más común en nuestro caso, que las obras o los motivos que nos llevaron al lugar donde ella está deben interrumpirse. Es cuando se paga con dolor y sufrimiento, pues el lazo que se construyó, se debe terminar y eso a nadie le gusta. Algunas veces se puede continuar la comunicación a la distancia. Siempre queda el recuerdo o el mito "de lo que pudo haber sido".
"Te aseguro por experiencia propia Beatriz que duele y mucho."
"¿Tanto lo sentiste"?: inquirió Beatriz. "Si, pues se sufre por el amor que se deja, por los dilemas previos a tomar una definición. El temor interior a dejar la flia., los hijos, el lugar donde uno reside. El pensar que quizás se arriesga demasiado y no se tenga la respuesta que uno ansía. ¿Quizás el ser conservador? ¿Podríamos decir también cobarde en decidir? Sólo puedo agregar que es una sumatoria que te taladran el cerebro y hacen que uno decida no arriesgarse y continuar con lo ya conocido y establecido hasta el momento.
"¿Te arrepientes de no haberte arriesgado?" inquirió de nuevo Beatriz. "Seguramente que no, pues los sentimientos compartidos, el cariño y los afectos es lo más importante, sino que: ¿es la vida? El tema es cuando todo no se da en una sola unidad y se reparte, en varias."
"Pero supongo que son los gratos recuerdos juntos con los de los hijos y en esta edad de los nietos, que te acompañarán a la tumba."
"Te escucho y no comparto totalmente lo que me dices. Mientras hablabas pensaba en la mayoría de las mujeres que son infieles y que al poco tiempo definen su situación, ya que no pueden sostener una doble relación. También pensaba, y no es una postura feminista, que las mujeres nos jugamos más en las decisiones de esa índole, quizás porque pensamos que el entorno: fila, hijos, lugar no cambiará....que lucharán por eso."
"Me estás haciendo hablar mucho Beatriz: lo que ratifica lo que dije: uno se acuesta con una mujer, cuando tiene cosas que decir y hace de ella una amiga, que es lo más importante, y si tiene una amiga y no se acuesta con ella, es porque ese hombre no tiene cosas para decir. Que no es mi caso contigo."
"Debo suponer que ya me consideras tu amiga?"
"Beatriz vamos a bañarnos juntos para salir, si salir, no quedarnos acá y filosofar sobre estos temas que no conducen a ninguna solución".
"Pero antes desearía que me contaras un poco más de tu compañero e hija".
"Cuéntame Daniel y de tu hija"
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"Hayyyy, Tomás, después de lo que has expresado, tengo más ganas de seguir escuchándote que de contar.....pero bueno..............no sería justo si no lo hiciera ahora yo."
"Qué te puedo decir? .Mi hija es lo más importante de mi vida. Está en una edad difícil, pero creo que hasta ahora, hay más situaciones positivas que no. Por supuesto que esto es quizás porque con el padre estamos muy atentos. Si bien nos hemos separado, el compromiso como padres está intacto.
Hemos pasados épocas de distanciamiento, pero ante cualquier problema ambos hemos reaccionado positivamente.
Mi hija, Laura, está cursando el secundario y por ahora sin novio. Es buena alumna y ya ha manifestado que desearía seguir psicología. Tiene buen oído, pero hasta el momento no desea expresarse a través del canto.................veremos más adelante.
Ya te he contado como conocí a Daniel. Nuestra pareja como todas ha pasado por buenos y no tantos momentos. Quizás sea porque Daniel desea que convivamos y yo siempre me he negado, poniendo excusas que él hasta el momento las ha aceptado, pero no siempre compartido.
Tiene buen vínculo con Laura, se divierten mucho juntos. Nuestra relación se basó no sólo en una fuerte atracción sexual y admiración, sino que es un vínculo donde el humor está siempre presente.
Daniel no sólo es un muy buen profesional, sino también, muy buena persona. Motivo por el cual no logro dejar de sorprenderme lo que ha pasado contigo.
Cariño: me has seducido muy fuerte... ¿cómo dije que sí a todo?
Te preguntarás por qué me niego a convivir con Daniel si el vínculo es tan fuerte. Creo que la separación con el padre de Laura dejó un sentimiento fuerte de abandono en mi persona por mucho tiempo. Un largo duelo por el cual no volveré a pasar jamás por nadie.
También siento que la convivencia puede degastar a la pareja, y que compartir algunos días de la semana puede ser un condimento extra para mantener la pasión.
Son posturas que quizás se diluyan en algún momento, por ahora lo siento así.
Con este encuentro contigo debo reconocer que debe existir una química especial tanto con vos, como con Daniel, porque por mucho tiempo, tal vez por el duelo, no sentía atracción por ningún candidato del sexo opuesto. Ni siquiera podía pensar en estar con otra persona que no fuera mi ex marido.
Fuimos una pareja muy unida y siempre me sentí muy amada y mimada, quizás más de lo que yo brindaba y/o demostraba. Por eso cuando me enfrenté con Daniel, creo que descifré en sus ojos que me cuidaría de la misma manera, más allá de lo sexual.
¿Y con vos que pasó cariño? Me cautivó la posibilidad de solamente una aventura en las alturas?
No creo que no, pero no te lo puedo explicar."
"No me debes explicar Beatriz, uno sale de su entorno, por entorno es la convivencia, y un día surge algo, otra persona que de golpe te moviliza por diverso motivos, no solamente por lo físico, por la personalidad, por lo que transmite en fin lo que sea, que te hace iniciar otra senda. "
"Eso muestra que hay algo allá en el fondo de uno que está a la espera, allí visualizas que ese fondo de un ser humano, es casi infinito.
Eso que surge, no lo debo calificar, pues es lo mismo que he vivido yo, en eso que denomine el tercer grupo, surge así la persona y eso los lleva a los dos a estar como nosotros acá."
17
Tomás la tomó de la mano y la llevó al baño, allí en la bañera juntos disfrutaron de un recuperador baño con sales. Tomás sentó a Beatriz a su frente para disfrutarla, acariciarla y la sensibilidad de ambos se mostró en esa bañera: dos adultos que las vida los había llevado a un aquí y ahora.
Más tarde salieron para visitar en el poco tiempo que les quedaba algo de lo propuesto, encontraron, por suerte, unas cabinas telefónicas donde cada uno se comunicó con sus compromisos.
Cuando terminaron de hablar Tomás la miró y le preguntó: "¿todo bien?"
"Si, digamos que allá todo bien, yo soy la que no sé cómo me siento."
Asintió Tomas: "vamos a comer y tomar un vino blanco."
Durante la cena Tomás obvió todos los temas que perturbaran a Beatriz o la movilizaran, quería que esa, la última noche fuera de ellos.
Así fue, al llegar a su habitación los ojos de miel de Beatriz señalaban la excitación y el deseo a flor de piel.
Los besos y caricias fueron en extenso, por primera vez Beatriz tomo en sus manos el miembro de él.
Tomás bajó en busca de ese flujo que refrescaron sus labios, allí estaba hasta escucharla:" basta, basta, ven, ven, pónmela."
La penetró y vio como sus ojos se habrían al sentirse penetrada y con la excitación a flor de piel cerró sus piernas, apretó su órgano y lo comenzó a mover hasta hacerlo gozar en extremo. Tomás que si bien no llegó a la eyaculación, sintió como su miembro excitado, respondía a los movimientos de Beatriz, hasta que ella exhausta, terminó con su orgasmo.
Abrazados y exhaustos iniciaron la última noche en Barcelona.
De noche, casi de madrugada, en la oscuridad de la habitación, solo interrumpida por una suave luz en la ventana desde la calle, se despertó Tomas, al sentir que Beatriz lo acariciaba, sus manos bajaron hasta su miembro, lo acunó, sigilosamente bajó hasta allí, donde su boca tomó el miembro, y con suaves movimientos, fue sintiendo Tomás su órgano crecer, excitarse. En la oscuridad, la escuchaba, sentía que su respiración aumentaba, el movimiento de la mano, la boca contenía cada vez más adentro su miembro, sintió su semen venir y se relajó, ella no renunció, eso la éxito aún más en la oscuridad y su boca recogió el líquido que emanó de él.
Ella se acostó a su lado, lo besó, él sintió el sabor de su propio semen. Se besaron apasionadamente, y ella se dio vuelta para que él no preguntara y/0 acotara de lo vivido.
A la mañana, cuando Tomás se despertó, Beatriz estaba en el baño, sentía la ducha, comprobó con el reloj, lo temprano que se había despertado.
Inmediatamente se percató que era el último día, ella sabe que tiene que ir a tomar el tren a lo de sus familiares.
La vio salir del baño, ya con su ropa interior puesta, se levantó y le dijo:"! ¡"Lo de anoche extraordinario gracias Beatriz ¡".
"Bueno, tú no me visitabas, entonces fui yo."
"Ya está todo en orden, no te vayas Beatriz, yo te llevo a la terminal de trenes, así verificamos cual debes tomar y te veo partir, y yo sigo para el aeropuerto: ¡si!"
El la tomó de la mano y la sentó en una silla mirándola a sus ojos color de miel, le dijo: "gracias Beatriz, por todo ésto que hemos compartido, me gustaría seguir viéndote en nuestro país."
Beatriz bajando la mirada, contestó: "no me des las gracias, lo vivido estos días fue muy sentido y espontáneo............no me gusta que agradezcas."
"De lo otro, no sé Tomás, me movilizas en extremo. Esto fue extraordinario, pero allá están tus y mis compromisos.
¿Me entiendes lo que quiero decirte?, creo que ambos ahora, no podemos valorar exactamente todo ésto que hemos vivido."
"No sé, creó que debo seguir mi vida Tomás. No apresurarme a decidir en estos momentos sin tener claro que está pasando con mi vínculo afectivo allá ¿se entiende? Es así, duro pero cierto. Como vos dijiste de tus relaciones, ahora vamos a pasar de haber disfrutado a mantener en secreto el recuerdo de los momentos gozados plenamente juntos". Quedará en nuestras mentes como pasión en vuelo............."
ü "En vuelo a Barcelona"
"Beatriz no lo veas tan duro, disfruta, ahora empiezas realmente tu visita a tus amigos, te va a resultar más llevadero."
" Tienes mi mail, si te parece o si algún día necesitas algo escríbeme, debemos seguir manteniendo una amistad, quizás inenarrable, pero lo vivido no se borra y de alguna forma nos enriquece, sino la vida que sería Beatriz?".
"No puedo prometerte nada........tampoco estoy en estos momentos para tomar una decisión". Necesito tomar distancia y evaluar ya en mi país que me llevó a concretar esta aventura..............no me arrepiento............lo disfruté...........pero no creo que pueda sostenerla en el tiempo.......y menos manteniendo otra relación. No doy ese perfil Tomás......aunque me haya atrevido a vivir el momento.......tengo una hija que debo poder mirar a los ojos, y también un compañero.
Estoy movilizada, siento que desearía continuar más días contigo..........pero al mismo tiempo sé que lo que me ofreces no es suficiente.
"Cariño: ¿crees que puedo estar encerrada en el closet de tu vida??"