30 de Junio 2011
Viaje en el tejado
01:22 h. Qué distinto se ve el cielo fuera de la ciudad. Me viene a la memoria un viaje en coche Toledo-Madrid que hice de pequeña. Estaba despejado, como esta noche. Y yo, aislada con un walkman Sony que aún conservo, mataba los kilómetros buscando figuras entre las constelaciones.
Hoy vuelvo a hacerlo, sin walkman y con una emisora que viene y va, encontrando una de ellas. Sólo una.
Me pregunto si la habrás visto alguna vez desde el tejado.
25 de Abril 2011
Vaho
Perdí la cuenta de los callados "te quiero" y de las noches que acabaste en mi cama, unas porque te buscaba y otras porque simplemente venías. Ya no podría dibujarte. Dudo que acertase con el color de tus labios, y tu piel parece haberse cuarteado de tanto frío. ¿Dónde está el brillo? Sé que lo hubo. Y el calor de las manos que templaban las mías ¿dónde fue?
Nos perdimos tras el vaho que exhalamos.
Y aún así, te reconocería a oscuras.
14 de Junio 2010
"Nunca te irás de mí, aunque te vayas"
No es fácil habitar el silencio, esa obstinación torpe y muda que no devuelve el eco de su risa. Ulrike no está. No es tristeza lo que siente Heiner. Es ausencia. Es la descarnada necesidad de estar en otro, y no encontrarlo. Es tiempo para el recuerdo. Para Heiner. Rescatar lo que queda de ella, en él. Y Heiner se mira hacia dentro, se abre la herida que no sangra, buscando a Ulrike, para que siga viviendo. Por eso, a menudo Heiner se sienta en el jardín con la mirada prendida en una rama, o los ojos fijos en sus zapatos, parece que mira, pero no. Atento a su memoria para que Ulrike habite el jardín, para verla caminar, verla reírse. Y la memoria le devuelve su imagen; su mirada lenta y cómplice, sus labios, y las palabras moviéndose en su boca, pero le niega su voz. Inmóvil, se revuelve en su búsqueda. Recuperar su voz. Su risa rota, o su lamento. No me dejes sola frente a la muerte. Palabras, no son voz sin su garganta.
Du wirst mich niemals verlassen, selbst wenn Du gehst
D. C
1 de Diciembre 2009
Analyse
Se disipa el gris del cielo al mismo ritmo con el que recuerdo nuestros encuentros. Prima la A y los impares. Dos números ganan por goleada, y un mes: el más triste. Al fin, creo entenderlo todo. Un disparo a bocajarro. Es lo que sentía al recibir algo de ti. Un disparo cercano, certero, capaz de levantarme por los aires y tirarme al suelo. Y así quedaba yo, aturdida, buscando explicación a ésa intensidad... en tu bolsillo, en tu voz, en los restos de sangre no sólo mía.
Pero no había truco. No tenías más que nadie. Fui yo al mostrarme tal cual, completamente desnuda. Vulnerable.
De ahí las consecuencias.
"Don't analyse
Don't go that way"
20 de Septiembre 2009
Pequeñas "similitudes"
"El genio de Richard Avedon radicaba en el hecho de que era un gran comunicador. Sacaba cosas de sus sujetos. Pero yo observo. Avedon sabía cómo hablar con la gente. De qué hablarles. En cuanto se capta la atención de alguien, su cara cambia. El sujeto se anima. Se olvida de que está siendo fotografiado. Su mente pasa a estar ocupada y parece más interesante. Pero yo estoy tan atareada mirando que no puedo hablar. Nunca he desarrollado ese don. Tengo el mismo problema con mis hijas. Sé que tengo que implicarme más, pero disfruto tanto simplemente mirándolas..."
A. L
