Ok, desde hoy he decidido adoptar la filosofía de vida amarillista.
Viva Farías, Baile, Morandé y compañía.
Pego lo que dije, porque creo que no lo voy a volver a escribir de nuevo:
- Fue una vez. No quiero más de eso. Generalmente escribo según estados de ánimo y cosas acumuladas. Y necesitaba vaciarlo. No podía ser poco sincero conmigo mismo.
- No era la intención. El blog es una vitrina pública donde cuentas cosas tuyas, pero no un diario electrónico que esté a disposición de todo el mundo. Solo se lo das a unas cuantas personas y punto.
- Y no hay más. No prentendo explayarme largo acerca del tema, porque lo que escribí era solo para mi y para nadie más. Era lógico que te ibas a sentir tocado, y no te lo niego. Pero el blog es privado. Siempre llega gente conocida mía o desconocida en su mayor parte a leer lo que se me ocurra poner ahí. No ando entregando tarjetitas de visita con mi blog o hago una campaña de publicidad on-line con avisitos flash ni nada por el estilo.
- Por eso confié (y confio, ahora hasta cierta parte) en que lo que pusiera no le iba a hacer nada a nadie. Son cosas que tengo en la cabeza. Es todo. Puro vaciado mental.
- Y no sé, ya no ando en una parada de andar buscando caer bien o mal. Las cosas son o no son, depende de como las tome cada uno. Y yo soy así. Prefiero ahora ser directo antes que andar guardándome las cosas. Si caigo mal, mala raja, pero así soy yo.
- No hay mentiras. Hay cosas que yo sentí, que viví y me las tragué, por respeto a tu persona. Me parece patético decir que lo que alguien crea o sienta con respecto a alguien es amarillista.
- No sé si te das cuenta: Somos súper distintos. Vemos las cosas desde aristas diferentes. Vamos, yo no me trago eso tan fácilmente. Te lo vas a tener que tragar, porque es así. Ya no soy el mismo. Desde Sábado Maldito en adelante han pasado muchas cosas.
Así son las cosas.
Escrito por Stark a las Mayo 14, 2004 02:16 PM