Fragmento de La chica más guapa de la ciudad.
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— ¿Crees que soy bonita?— preguntó.
— Sí, desde luego. Pero hay algo más... algo más allá de tu apariencia...
— La gente anda siempre acusándome de ser bonita, ¿Crees de veras que soy bonita?
— Bonita no es la palabra, no te hace justicia.
Abrió su bolso. Creí que buscaba el pañuelo pero sacó un alfiler de sombrero muy largo. Antes de que pudiese impedírselo, se había atravesado la nariz con él, de lado a lado, justo sobre las ventanillas. Sentí repugnancia y horror. Me miró y se echó a reír.
— ¿Crees ahora que soy bonita? ¿Qué piensas ahora, eh?