Noviembre 14, 2003

Las 5 del Viernes

1) Si tuvieras el poder de dar la inmortalidad a sólo una persona de la Tierra, ¿a quién se la darías?¿Crees que le gustaría?

Who wants to live forever?

Bajo ciertas circustancias diría que yo mismo, no es que sea mi gran sueño, pero acabaría acostumbrandome. Y soy un gran curioso.

En otras diría que a algún malnacido: Bush, Aznar, Hitler, o alguien así. Porque no creo en el infierno y esperaría que se le diese el castigo que merecen. Además, nuestros nietos se merecen que la Historia se repita varias veces...

2) Si tuvieras el poder de hacer volver a la vida a una persona, ¿a quién elegirías?¿Por qué motivo?

De momento solo a alguien, para poder volver a conversar con él de verdad y no solo en sueños, aunque no sé si podría hablarle.

O a mi bisabuelo, para ver si es tan estupendo como dicen que fué. Pero ese deseo lo iba a gastar mi madre ya, yo puedo ahorrarmelo.

Así que mejor me guardo el as en la manga.

3) Si pudieras hablar durante horas con la persona que quieras del mundo,
¿con quién lo harias?¿De qué hablarías?

Con Irenita, y más de dos horas hemos hablado. De todo, de lo divino y de lo humano, de ella y de mí, vaya, como siempre.

4) Si pudieras cambiarte por otra persona, ¿por quién sería?¿Por qué?

Preferiría no hacerlo, porque un capitán debe hundirse siempre con su barco...

5) Y si alguien te eligiera en alguna de las cuestiones anteriores, ¿qué harias?¿Cómo te sentirías?

Agradecérselo como se mereciera, porque lo cierto es que me halagaría muchísimo (y me engordaría el ego que no veas...).

Posted by germanmj at 07:43 PM | Comments (39)

Noviembre 13, 2003

Me vence el plazo de las letras

Ha llegado un momento en el que poca cosa distingue a mi trabajo de mis deberes de clase y a estos de lo que hago para divertirme. No sé si habrá sido el mayor error de mi vida, pero lo cierto es que abruma. De momento, eso es bueno, me sigue gustando aporrear el teclado. Lo malo es que no siempre se juntan las letras en el orden que debieran, pero eso es otra historia. Supongo que la presión de los últimos días, esa entrega que sueño para mañana (paradójico, porque del sueño es de lo que me voy a privar), la que también mañana entrará en su fecha, aquella otra que llevo postponiendo dos semanas hasta el viernes, que por lo menos es un texto que podré reciclar, como el del lunes (al que me tendré que entregar durante el fin de semana), el cual será un reportaje medianamente serio al que ya le tengo perpetrados tres usos: la clase, el periódico y vosotros.

Y vosotros. No os creáis que me he divizado, simplemente soy consciente de que si no recupero una regularidad digna, vosotros, ingratos, me abandonaréis :P y ya se me hace extraño que no me pongáis, por ejemplo, comments en los artículos impresos. Me gustan. No me agobio cuando no los dejáis (no como otros, a los que no señalaré porque sois vosotros mismos, jojojo), pero me gusta saber que alguien ha perdido unos minutos de su valioso tiempo leyendo (o no) lo que yo he escrito y respondiendo. Me gusta escribir en el blog, me gusta porque soy tan libre de escribir mal o bien como vosotros de alabarme o insultarme. Al menos eso lo diferencia todavía de todos los otros objetos de mi escribir.

El agobio, por lo menos, no ha conseguido entrar en mi literatura más íntima: la que pienso para mí. La buena de verdad. La que sale muy poquito a la calle, la que le puedo susurrar (o escupir) a Irenita en un renuncio, la que me entretiene y luego olvido. A pesar de que cada vez tenga menos tiempo para empanarme y construirme historias, puedo seguir haciéndolo. ¿Manda huevos o no el doble filo que tiene esto del vivir de las palabras? Por lo menos en el curro nuevo, de portero, no tengo que escribir nada. Me sonrío un poquito por fuera, mucho por dentro, cuando me preguntan cómo puedo aguantar un trabajo que oscila entre el no hacer nada y, a lo sumo, sacar la basura a los contenedores. Es fácil: no me obliga a pensar, así que puedo pensar tranquilo.

Acabaré mi carrera. Seguiré leyendo. Y haré todo lo posible para que me den un pico y una pala, y me paguen por usarlos. Prefiero que el juntaletrismo vuelva al lugar de dónde nunca lo debí sacar: mi ocio y, como mucho, el vuestro.

Nota del Autor: Que alguien tenga en cuenta esto que digo para el día de mañana, llegado el caso, poder restregarme cuanto texto me lean por la cara.

Posted by germanmj at 12:02 AM | Comments (46)

Noviembre 11, 2003

Humor tropical: cum cum laude

Porque lo políticamente incorrecto no está reñido con lo zafio y lo gañán:

10/11/2003 10:43:43 p.m. Somofrates Pues en mis manos ha caido el código del samurai en pdf
10/11/2003 10:43:47 p.m. Germán ...
10/11/2003 10:43:56 p.m. Somofrates auguro tiempos de bonanza para mi blog...
10/11/2003 10:43:59 p.m. Germán yo me ofrezco de señor
10/11/2003 10:44:00 p.m. Germán :P
10/11/2003 10:44:15 p.m. Germán así cuando me muera podrás ser un ronin (que sé que es lo que te hace ilu de veras)
10/11/2003 10:44:28 p.m. Somofrates solo con la parte de la homosexualidad ya tengo pa rato
10/11/2003 10:44:36 p.m. Germán no jodas
10/11/2003 10:44:44 p.m. Somófrates que sí, que sí
10/11/2003 10:44:47 p.m. Germán oye, pero el bushido lo han actualizado o es el mismo?
10/11/2003 10:44:59 p.m. Somofrates Germán que al parecer hay que tener relaciones con un menor durante cinco años
10/11/2003 10:45:41 p.m. Somofrates y como el niño se ponga pesao, se le riñe, y si se pone pesao otra vez, hay que cicutriñarselo
10/11/2003 10:45:53 p.m. Germán bueno, había algún pueblo en el que a los adolescentes los ancianos les pasaban su sabiduría a través del semen, yl uego ellos tenían que tomar un pupilo para pasarsela
10/11/2003 10:46:06 p.m. Germán cuando el pupilo dejaba la lactancia
10/11/2003 10:46:09 p.m. Germán él se casaba con una mujer
10/11/2003 10:46:12 p.m. Somofrates a eso en mi pueblo lo llamaban snow-ball
10/11/2003 10:46:13 p.m. Germán y aquí paz y después gloria
10/11/2003 10:46:27 p.m. Germán no no no, se bebía directamente de la fuente, a chorro
10/11/2003 10:46:30 p.m. Germán eso sí
10/11/2003 10:46:51 p.m. Somofrates ya me los imagino...
10/11/2003 10:46:55 p.m. Germán se decía, para que los jóvenes no abusaran, que si bebían hasta muy mayores, o entre ellos, que quedarían inutilizados como hombres, por avariciosos
10/11/2003 10:47:02 p.m. Somofrates mmmmmmmmmh! ed zabed do ocupa lugad hmmmmmmmmm!!!
10/11/2003 10:47:35 p.m. Germán qué macho que era Sócrates
10/11/2003 10:47:40 p.m. Somofrates XDD
10/11/2003 10:47:42 p.m. Germán "Solo sé que no se nada"
10/11/2003 10:47:47 p.m. Somofrates XDDDDDDDDDDDDD
10/11/2003 10:47:59 p.m. Germán Seré ignorante, pero por lo menos no chupo pollas
10/11/2003 10:48:07 p.m. Somofrates XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
10/11/2003 10:48:40 p.m. Germán claro que luego no dudaba en educar a sus muchachuelos
10/11/2003 10:48:44 p.m. Somofrates ay que me meo
10/11/2003 10:48:48 p.m. Germán joder, él sí sabía
10/11/2003 10:49:02 p.m. Germán no, si el día que te hice el drimi sabía yo que iba a traer cola
10/11/2003 10:49:18 p.m. Somofrates no
10/11/2003 10:49:22 p.m. Somofrates cualquier cosa menos cola
10/11/2003 10:49:28 p.m. Germán la suya, hombre, la suya
10/11/2003 10:49:42 p.m. Germán uy, claro y Platón lo aprendió todo de él
10/11/2003 10:49:48 p.m. Germán jojojo, esto le va a encantar a Adrián
10/11/2003 10:49:55 p.m. Somofrates XDDD

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Noviembre 01, 2003

Operación Necrofilia: El sentido de la muerte

Hoy estoy prepotente. Gracias a eso seré breve.

Las flores son unas cosas que nacen de las plantas que son unas cosas que nacen de las semillas que son otras cosas que nacen de otras plantas. Las semillas pueden secarse sin haber nacido de ellas planta. La planta puede secarse sin haber dado semillas, o ni siquiera flores. Las flores se pueden morir antes de que nadie las haya visto.

Hay notables diferencias, claro. Nosotros, por ejemplo, somos conscientes de todo el proceso. Durante el proceso de la vida, claro. Cuando se acaba la vida, léase: el funcionamiento de nuestros órganos vitales, principalmente el cerebro (que es donde se acaba la consciencia)... ¿por qué íbamos a ser más que materia orgánica descomponible cómo las flores?

Respuesta: Mientras dudan, no dejen de alimentarme con sus creencias. Gracias.

Posted by germanmj at 11:00 PM | Comments (12)

Octubre 30, 2003

Operación Necrofilia: Aquí unos amigos

Por una vez, el viaje ha sido normal, casi cómodo. Incluso dormí un poco. Luego tuve que dormir un poco más al llegar a casa, claro, porque nunca es suficiente. De madrugada, cuando he bajado del bus, me he aparecido a Nereo, que esperaba ver por allí a cualquiera menos a mí. Él también va a estar liado estos días (es lo que tenemos los hijos de las floristas) así que en realidad mucho no nos vamos a ver. Da igual, nos ha dado tiempo a mofarnos del televisivo Adrián y, de todas formas, la semana que viene viene al SIMO. Yo me he quedado pensando que es curioso como el muy perraco madruga para coger el bus e ir a clase por tal de no quedarse a trabajar. Es peor que yo...

Como decía he llegado demasiado temprano, así que he recuperado unas poquitas horas de sueño. No muchas, porque mi madre me ha llamado pronto: me necesitaban en la floristería. Realmente en estos días ni te enteras. Solo paras cuando oyes a alguien suplicar un descanso para comer, o algo por el estilo. Básicamente eso es lo que he hecho en todo el día: trabajar (eh, toda una novedad para mí)...

En la hora (literal) de la comida, he tenido que ir además al cementerio. Con la mente en off, casi obligándome. Es cierto que ya había estado pensando en haber pasado por allí a dejar algo, no sé, un lápiz. Aviso: no soy un rácano, era algo más sentido. Pero mi madre se me ha vuelto a adelantar y no solo me había tomado nota de un pedido que no formulé, sino que además me (le) había preparado ya una jardinera de rosas amarillas. Me ha recordado (¡Viva la semiótica!) que, en flores, el amarillo es el color de la amistad. Lo he dejado con agua, que da lo mismo, se secarán igual...

Posted by germanmj at 01:00 AM | Comments (12)

Octubre 28, 2003

Operación Necrofilia: Prólogo

En un par de horas me encontraré a bordo de uno de esos horrípidos autobuses de nuevo. Vuelvo a volver a casa, esta vez con una buena razón. Al menos desde un punto de vista judeocristianoprotestante. Es 1 de Noviembre, el día de Difuntos y, como quiera que sea que la globalización se acuerda en estas fechas tan señaladas de las floristerías, la de mi madre va a estar saturadísima de trabajo así que me siento moralmente impelido a echarle una mano. Más que nada porque de ahí también me mantengo yo.

No os podéis imaginar el auténtico caos que supone este día en un establecimiento de dimensiones medianamente normales. Hay más días "señalados": 14 de Febrero, Día de la Madre, etc... pero os aseguro que ninguno es tan agobiante como este. Para empezar, el sesgo de la clientela. Haceos una idea de qué tipo de gente viene a comprar flores un día de los enamorados y quiénes un día de (como me gusta llamarlo a mí) todos sus muertos. Sí, son ellas. Las maleducadas, gritonas, enervantes -y absolutamente prescindibles para el buen desarrollo de nuestra sociedad- ancianas atacan de nuevo. Las buenas se abstienen, por eso lo son, de dar por culo. Las recordaréis de grandes éxitos como "Tu madre sabe lo que me llevo yo" (sí, señora, de un año para otro que viene usted a comprar flores...sin contar con que mi madre está ahora mismo en la cama enchufada a un pulmón artificial después de tres noches de trabajar a destajo...). ¿Adivináis quién es lo suficientemente inhábil para el arte floral como para tener que encargarse del trato con el público? Sacto: menda. Pero este año no podrán conmigo. He afilado mi pasotismo, me he dejado perilla para imponerme, he aprendido nuevos mantras de relajación transcendental ("Soy un junco hueco" triunfa) y, como suele recomendar Álex, estoy llevando a cabo las gestiones pertinentes para hacerme con una porra eléctrica. Sólo para casos extremos. Noli me tangere!

Supongo que os haréis cargo: ni fiestas ni hostias. No es que me atraigan demasiado, pero es que este año había pensado un disfraz cojonudísimo para Halloween: Vicedecana de Alumnos. Tenía preparados ese y otro que era un cruce entre Manny Calavera y Esperanza Aguirre, andaba ahí ahí. Los ratos de relajo nos los tendremos que apañar en plan casero, como todos los años. De hecho, espero que mi madre no haya vendido aún ese enorme cilindro de cristal (20 cms de diámetro por 50 de altura), un sospechado jarrón que, en ocasiones previas similares, y en yunta con una botella de Cutty Sark, un par de ellas de Coca Cola y una bolsa de cubitos, daba bastante bien el pego como cubata de 5 litros. Yo nunca he bebido, pero como también tengo genes de camarero me lo paso pipa preparándolo. Sin duda estaba bueno. A todo esto, no os alarméis: seguro que en vuestra floristería son gente decente y no se alcoholizan para soportar el esfuerzo de preparar todos los encargos con los que, tenía que ser precisamente este día, os da por agasajar a vuestros ancestros. Que digo yo que sería más bonito acordarse íntimamente de sus cosas buenas cada día, pero oigan, lo de la extraña filosofía de la vida que se te queda después de la floristería no tocaba hoy.

Dudo mucho que pueda postear nada en estos días, aunque nunca se sabe. Pero tranquilidad, que vuelvo enseguidita, como dijo aquél, sólo bajo a por tabaco. Antes de irme voy a descuartizar un par de grajos, a ver qué me va a deparar esta vez la benemérita Almeraya, al menos no quisiera hoy que haya más viajeras vuduístas de esas... Para el viaje, hasta que me duerma, me llevo un par de libros y algunos tebeos. Y, sin que sirva de precedente, como sé que a algunos de vosotros os suele gustar Sam Kieth, os recomiendo el Lobezno / Hulk que acaba de publicar Planeta DeAgostini. Es muy divertido. Por supuesto, claro está, la autoría del texto de relleno que trae el tomito no tiene absolutamente nada que ver con que yo lo recomiende (jojojo). A pasarlo bien. Vosotros, que podéis.

Posted by germanmj at 10:40 PM | Comments (10)

Octubre 20, 2003

Con la muerte en los pantalones

Ayer por la tarde estaba tan bien un momento y al siguiente, para espanto de Irenita, me tuve que morir un rato en la cama, bajo el edredón. Era el típico dolor de cabeza que solo te entra cuando alguien aparca una apisonadora sobre tu hipotálamo. Todo me daba vueltas, mis ojos querían reventar y mis encías volvían a segregar esa extraña saliva biliosa tan amarga: creo que tengo "mi" gripe. No sé como no la espero ya todos los años, si siempre es igual. Una tosecilla que, en sí, es bastante tonta y, sin embargo, al emerger hace que mi esternón y mi tráquea bailen break dance. Vamos, que me jode vivo. Tuve que convertir la habitación en una pequeña saunita y pedir asilo político a las mantas, demasiado temprano para ser verdad.

Quien haya intentado conciliar el sueño en estas condiciones sabrá que es casi imposible antes de haberse dado quinientas vueltas entre las tapijas y casi tantos golpes contra el pico de la mesita con la cabeza. Probablemente fuese en uno de estos golpes cuando por fin alcancé la inconsciencia. Y empecé a soñar. Alguien me conectó a una máquina enorme y complejísima. Hacía cálculos, en inglés y en alemán, y chirriaba. Había bujías y pistones que bombeaban fluídos extraños. El resultado con mi cabeza creo que salió negativo (se llevaba 3/4 de pi, o algo así). Justo cuando estaban terminando de explicarme los doctores cómo funcionaba, y yo empezando a entenderlo, me desperté. Eran solo las 3 de la mañana. Mi cabeza seguía intentando huir de mi cuerpo y además empezaba a encontrarme mareado. Me volví a dormir. Tuve otros sueños, aún más extraños, que por suerte no he podido recordar después de despertarme. Febril a las 7, a las 8 y a las 10, no me ha quedado más remedio que levantarme a las 11, por el qué dirán. Irenita me ha venido a cuidar. Me ha hecho el almuerzo, me ha comprado aspirinas y además me ha hecho chantaje moral para que vaya esta tarde al médico (hay que joderse).

Por cierto, en el apartado: aparatejos y trastos de escasa utilidad real hemos de sumar una molonísima cámara digital (apta para ser usada como webcam) con la que hemos dado un rato la tabarra al pobre Álex (quien creo que también está en casa aquejado de las famosísimas fiebres tropicales). Llamadme enfermo. Ahora que me encontraba un poquito mejor voy y me pongo a postear, con lo que la neuralgia bastarda esa está amenazando con volver. Por favor, que alguien sacrifique un pollo negro por mí...

Cary Grant también está que se cae por los suelos el pobre


Posted by germanmj at 04:22 PM | Comments (9)

Octubre 19, 2003

¡Conduces muy bien para ser una marmota!

Llevo varios días demasiado ocupado en no hacer demasiadas cosas. Además, ayer (¡Por fin!) me dieron el ordenador nuevo, aunque no sin dificultades. El viejo está arrinconado, a la espera de una autopsia de disco duro que me permita recuperar unos cuantos archivos sin importancia ninguna, realmente. Ayer, después de instalar el Windows, los drivers y todas esas cosas, Álex me plantó un puñado de juegos en las manos. Tantos que creo que si le hiciera caso no produciría una sola endorfina de manera natural en los próximos seis meses.

Yo en realidad lo que necesito es un Office (que sí, en serio) que Irenita no debería tardar mucho en pasarme. En serio, sin mi procesador de textos no soy nada... sólo aún más perezoso, claro. Mientras espero, he estado investigando cual es la verdadera potencia de este trasto. El monitor es enorme, de hecho, creo que si me mudo a vivir dentro no tendré que volver a pagar un alquiler. Pero hasta el momento lo que más ilu me ha hecho es el programita de visionado de DVDs... ¡TIENE CAPTURA DE IMÁGEN! Sí señor, mis fondos de escritorio y mis posts insulsos a partir de ahora no tendrán ni punto de comparación (efectivamente, también he instalado ya el Photoshop).

Ahora voy a ver si consigo convencer al microprocesador de que me haga el almuerzo, os dejo mientras tanto una pequeña muestra, apta para todos los públicos y hasta recomendable en casos de hepatitis crónica:

¿Has visto como está aquella caniche?

Posted by germanmj at 04:31 PM | Comments (18)

Octubre 16, 2003

¡Sin c, copón!

He fallado en el primer principio de la documentación sobre rock estatal: "Probablemente se escriba con k".

Yo venga a buscar anoche y esta mañana información sobre un grupo llamado "Síncope" al que ayer por la tarde me anunciaron que iría hoy a entrevistar. Para empezar, no encontré nada. Bueno, sí, supe que eran extremeños. La opción B, la fácil, era entrevistar a Ñu (también conocidos como J. C. Molina). Pero esa se la hemos dejado a Paco que, aparte de ser el único licenciado, era el que de verdad estaba entusiasmado con la idea. Samu, Eli y yo hemos decidido plantearnos honestamente como tres protoperiodistas sin más información previa que una pequeña ficha informativa que nos acababan de facilitar en la discográfica (lo cierto es que hacía días que debería habernos llegado ese dossier de prensa con el disco). Y todo por no ocurrírsenos buscar Sínkope, con k, como mandan los cánones.

Así que allí estábamos, aún sorprendidos al encontrarnos la barra del bar en plena sexta planta, justo al salir del ascensor, que viene a ser el recibidor de la discográfica Pies, donde íbamos a llevar a cabo las entrevistas. Una gran idea, lo del bar, dudo mucho que haya algún ambiente más acogedor, ya sea para los músicos como para los periodistas. Ellos andaban por allí, tomando una cerveza, haciendo tiempo entre entrevista y entrevista, con lo que hemos conseguido relajarnos un poquito y librarnos de la angustia existencial de no saber qué hacer...

En realidad, pienso yo, lo que nosotros supiésemos de antemano o las preguntas que planteásemos (en plan "periodismo guay") habrían sido lo de menos. Hemos tenido la inmensa suerte de toparnos con unos tipos ante todo majetes que no solo entraban perfectamente al juego con nuestras preguntas "de manual" (y redundantes, además, las mías), sino que nos han dado un juego increíble a la hora de hilar temas. O casi. La verdad es que ellos solos se despachaban todo (desde luego, unos novatos no son, aunque este disco a cuya presentación acudíamos sea el primero con discográfica, ya tenían otros tres de antes).

Aún no sé a qué me sonaban, explicándome las dificultades para ensayar y elaborar una carrera en esto, ensayando cuando se puede, con quién se puede y autoproduciéndose discos y maquetas. Auténtico Rock Rústico, dicen. O quizá, sí. Son el típico grupo que hace su rock artesanal, que no esconden sus fuentes ni sus amistades -en el disco nuevo colaboran con ellos gente de Mago de Oz y de Reincidentes-. Tampoco esconden sus (pequeños) vicios: "Yo no guardo mis discos. Tenía una copia del segundo... pero la vendí para comprar costo" confesaba el cantante, preocupándose inmediatamente después de la presencia de nuestra pérfida grabadora (¡Cómo si me hiciera falta!). Todo un poeta, aunque él lo niegue, al menos en su estilo. Esto es como todo, habrá a quienes les guste más, o a quienes menos. Yo de momento, sí que me voy a permitir descubrirlos un poquito más.

Y más fácil no lo ponen: en su web ofisial (Aquí) han colgado dos de sus primeros discos para descargárlos en mp3... y el tercero se ha ofrecido a grabármelo el guitarra. No, desde luego no es que vayan por ahí de dadivosos. Símplemente son realistas y saben que, si rulan y tienen presencia, se les oirá más, se les conocerá un poquito mejor (lo cual es importante a la hora de presentarse en un directo, creo yo) y, además, a quienes les gusten de verdad no dudarán en comprarse el cd original.

¿Qué cuánto me han pagado por la publicidad? De momento nada, gracias. Tan sólo intento corresponderles con mi agradecimiento por haberme hecho un poquito más fácil mi trabajo, para una vez que lo hago medio en serio... ¡Así da gusto!

Posted by germanmj at 11:55 PM | Comments (3)

Octubre 14, 2003

Defensa de la gerontofobia*

Llegaba yo a Madrid que me meaba. El atasco no solo estaba llevando a experiencias extremas a mi pobre vejiga, además me cosquilleaba con las conversaciones que, nómadas, sostenían tres ancianas de la senectud alrededor de mi asiento. Digo esto porque han cambiado de asiento cinco o seis veces durante todo el trayecto (y sí, una de esas incensarias oscilaciones ha acabado arrinconándome contra la ventanilla, atrapado por una chaqueta roja debajo de la cual se podía oir gemir a un refajo agonizante).

Estoy muy acostumbrado, aunque esto no signifique que considere que es normal, a que las conversaciones de las señoras mayores (a los señores solo les oyes cuando están zumbaos) en público rayen en lo surreal pasando por lo regresivo. Producto nacional todo, eso sí, y muy bruto. También estoy (casi) hecho a que cuando intentas mejorar el fluir del tráfico, ya sea en una acera, una escalera mecánica o un aparentemente inocuo ascensor, ellas se interpongan en tu camino (de tres en tres, que es como más molestan: saben que individualmente no nos pueden).

Obviemos las honrosas excepciones, por ejemplo mis abuelas (me pasa como a los padres de los niños adolescentes drogalistos, que no puedes controlarlos a todas horas). Ellas están casi domesticadas. Se empeñan en cebarme cual gorrino para matanza, pero van adoptando usos y costumbres civilizados. Por ejemplo, solo van a misa si es porque se ha muerto alguien. Pero eso no me asegura que cuando yo no estoy delante ellas no se dediquen a importunar a otros jóvenes pidiéndoles que les cedan el asiento en el bus (para una parada, cuando uno tiene esos ominosos juanetes se pasa la caballerosidad por el forro).

Porque si son amables y llevan buenas maneras, a mí no me importa (no será la primera ni la última vez que he ayudado a una a llevar la compra, o a buscarle la heroína a su hijo toxicómano). Pero he lidiado con tantas cafres -bien, acabo de descubrir que mi subconsciente me está alertando de la proximidad del 1 de Noviembre- en la floristería, que ya me cuido mucho. Son viciosas, van al bingo, a misa y, algunas, hasta a Lourdes con el Imserso. Se cardan los pelos, hablan bien de Esperanza Aguirre, chafardean y, alguna, hasta se caga fuera del báter en un lugar público cualquiera -por ejemplo, la floristería- en que les dejan pasar por compasión. Las generalizaciones son mentira por definición, lo sé. Seguro que todos sabríais encontrarme a alguna dulce y encantadora abuelita anarquista en vuestros árboles genealógicos.

Pero yo no hablaba de la eugenesia para todas en general, sino de esas que, taimadas y desagradables, invaden tu espacio vital cuando vas en un transporte público meándote y, encima, se atreven a expresar públicamente sus opiniones políticas (las cuales yo no me molesto en rebatir, en clara deferencia por su manifiesta incultura) justo después de argumentar que no se qué tipa de Crónicas Marcianas (una guarrilla, seguro) no debería salir en la tele por fea.

¿Por qué he de seguir yo insomne por el horror de saber que aún no exigen test psicotécnicos para ejercer el derecho al voto?


*N. del A.: Aunque no tenga ni puñetera gracia, les aseguro que es cosa de humor.

Posted by germanmj at 11:14 PM | Comments (19)

Octubre 09, 2003

Volver a empezar... otra vez

Os juro que adoro el caos. El desorden y la confusión han formado parte de mi vida desde hace mucho tiempo. Me encanta la anarquía. Pero la profesional. Cuando los aficionados (las instituciones) intentan entrometerse en el buen hacer de los inorganizados vocacionales me fastidian mucho. Si la institución en cuestión es la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (más concretamente un Decanato de ineptos), me fastidian muchísimo. Oyes.

Ya pudísteis leerme despotricar contra lo que sabía iba a ser el infierno de los horarios. Ni siquiera los más avezados jugadores de Tetris habrían sido capaces de encajar aquello. A pesar de todo, me puedo dar con un canto en los dientes: solo voy por la mañana y solo un día tengo tres clases a la misma hora, los otros dos días son solo dos clases las que requieren de mi ubicuidad. ¿Creíais que la cosa iba a ser tan fácil? Nah...

Están implantando un nuevo plan de estudios que lleva aprobado desde julio (¡Eh, todos leemos el BOE en la playa, ¿no?) del 2002. La cosa es que se empezó a tener noticia de ese hecho, por medio de algunos profesores recién enterados, allá por abril de 2003. E iba a ser la ostia, porque con el nuevo plan tendríamos muchas asignaturas menos, asignaturas convalidadas, nínfulas desnudas bailando por los pasillos y repartiendo aguamiel a los estudiantes fatigados... ¡De todo! Aparte de eso, la voluntariedad de la adaptación al nuevo plan no se vió en absoluto influida por el hecho de que para los alumnos que "optasen" por quedarse en el plan antiguo (que vienen a ser unos 110 de 8.000 a día de hoy) iban a cursar asignaturas sin presencia docente, al mismo precio por crédito, claro. Lo que se les ofrecía era ir a tutorías, programas que empollar y, cuando fuese posible, que asistieran a las clases de las asignaturas adaptadas que diesen los profesores que les correspondieran. ¿No os parece una opción cojonuda? Pues eso.

Así que teníamos dos opciones de matrícula: lo que os acabo de explicar (Eh, seguro que quienes no tienen clases no tienen tampoco problemas de horarios...aunque...bueno, seguro que tienen al menos tres profesores cuyas tutorías sean simultáneas) o bien, para los osados, una educación medianamente digna pero supeditada a los Horarios Rubik. Podía saberse que, ni aunque la mayor parte de un número tan alto de estudiantes habituados a las clases presenciales no hubiese optado por seguir disfrutando de este raro privilegio (¿caro?), iban a suponer un problema para distribuirse en clases que según la ley no habrían de superar las 125 personas por aula. Y menos si las aulas, como las nuestras, disponen de ventanas que NO se pueden abrir.

Lo razonable, decíamos esta mañana 202 alumnos (!!!) y un profesor agobiados y perplejos, hubiera sido que ya que los de 3º tenemos que cursar asignaturas de 1º y 2º (y los de segundo también tienen las de 1º) hubiesen dispuesto unos grupos especialmente configurados (y con horarios razonables) para satisfacer nuestras necesidades (creo recordar que los que pagan aquí seguimos siendo nosotros...). "Pero -decía ese mismo profesor- yo ya he perdido la esperanza de ver nada razonable en esta facultad". Lo que hicieron fue habilitar un grupo más. Normalmente hay 6 grupos de primero, este año 7... ¿No son estupendos?. Sabemos que el año pasado habría aproximadamente unos 700 alumnos de 2º y otros tantos de 1º Esto, por si lo lee alguien del decanato significa: 1.400 personas que este año tendrían que cursar dos asignaturas del nuevo 1º junto a los 700 nuevos. Con lo malo que soy yo en Matemáticas y, a pesar de ello, me doy cuenta de que habilitar 875 plazas no es lo más apropiado para aceptar la matriculación de 2.100 alumnos.

Ahora empiezan a darse cuenta de que quizá esto es un problema. Quieren desdoblar grupos ahora ¿Por qué coño le pagan a estos tipos? Y no, no creáis que ese desdoble supone ocupar unas aulas que, ya que del nuevo 3º solo cursamos 2 asignaturas y además a los alumnos de 4º y 5º les han trasladado a un nuevo pabellón anexo, están vacías. Ni tampoco que han pensado contratar en nuevos profesores (aquí añadiría unas risas enlatadas... ¿pero pa qué?) o, al menos, que contarán con todos esos profesores que no van a dar clase (porque imparten asignaturas del nuevo 2º o del nuevo 3º que nadie tiene que cursar aún hasta dentro de un año o dos; o porque imparten asignaturas optativas en las que, gracias a otra de las coñitas del nuevo plan que es contarte como créditos de optativa todo aquello que no sea adaptable así como las de libre configuración, impidiéndote coger ni una asignatura optativa más en el resto de la carrera). No pueden, porque un profesor no puede ponerse así como así a dar una asignatura en la que no es especialista. A muy malas puede preparársela, claro. Pero ¿cómo? si aunque el cambio de plan llevase un año aprobado nadie les había dicho nada a ellos tampoco hasta tres meses antes del nuevo curso (este que "empezaba" ayer). Por cierto, en plenos exámenes.

Hoy (día 9) no hay clases. El cartel decía, literalmente: "Con motivo de la celebración de la apertura del curso, la Facultad permanecerá cerrada". Clarificador cuanto menos. Hoy lo que hacen es dar una charla de bienvenida (como si no hubieran tenido ya un recibimiento cálido los pobres incautos) a los nuevos alumnos. O casi mejor: lo intentarán. Porque hay gente muy tonta. Pero ni al más tonto de los tontos que yo conozco se le ocurriría cabrear a posta a 8.000 personas (bueno, o a más, pero la Moncloa está demasiado bien vigilada). Así que esas 8.000 personas disgustadas deberíamos estar en la puerta del Salón de Actos. Esperando a que los (i)rresponsables den la cara. Para hacerles llegar noticias de nuestro descontento (por si acaso no se han enterado), para proponerles una solución razonada (como alternativa a la suya, que parece resultado de haber mandado la palabra HAZMEUNHORARIO al 7769) o bien para lincharlos, embrearlos y tirarlos al pilón. Pero todos en fila india, y por riguroso orden de llegada. Renegaremos del anarquismo tumultuoso por una vez, aunque sea solo por ver si aprenden la lección.

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Octubre 06, 2003

Mi primera vez...

Ella era una chica muy parada. Yo, un lanzado. Además, acaba de pasar una racha cuesta abajo y me costaba refrenarme. Desde el primer momento en que me vió (demasiado tarde, diría ella después) su respiración se entrecortó, sus nervios la hacían agitarse de forma compulsiva y, a ratos, hasta le daba por llorar. Sé que fui un poco brusco, que hay formas mejores de presentarse (aunque, por cierto, ella ni siquiera sabe mi nombre), que una cosa es entrar en su vida impetuosamente y otra muy distinta hacerlo, literalmente, estampando mi morro contra el suyo. La culpa fue suya, que lo asomó así al aire, indecisa, como si esperase premonitoriamente que yo iba a pasar por allí y lo cazaría.

Así, de forma enérgica, sin tiempo para pensar en nada más, mi delantera penetró en la suya. Como un bruto le rompí alguna membrana demasiado íntima y, epatado, observé como sus fluidos chorreaban empapándolo todo, calientes, impregnando todo el ambiente de su aroma y haciéndonos correr el riesgo de arder hasta las ascuas. Solo después de eso le miré a la cara (por eso lo de que fuimos demasiado impetuosos). Ella, tan parada, empezaba a berrear. Hacía gestos de dolor y desesperación. Yo, que sería incapaz de dañar a una mosca, no sabía qué hacer.

Un par de décimas de segundo después de que todo terminara, volví a respirar. Comprendí que el mundo seguía funcionando a su ritmo y que, sí, ella seguía llorando, apartada a un lado y seguramente helándose de frío. Sus padres, casi tan horrorizados como ella del impetuoso acto, intentaban sosegarla. El mío y Tania, tan solo se habían puesto nerviosos. Cuatro inmigrantes rumanos que pasaban por allí me confirmaban que había sido ella la causante de todo (aunque está feo hacer leña del árbol caído, bastante tiene la pobre con sus nervios, que dice que en la vida jamás lo volverá a hacer).

Por suerte, no ha habido daños mayores. En estos tiempos que corren todos somos precavidos y llevamos un buen seguro. Además, una pareja de hombrecillos verdes me ha corroborado mi apreciación de que yo había hecho todo lo posible para luchar contra las fuerzas de lo físico, aunque finalmente estas hubieran vencido. Tampoco sé si es habitual que después de todo hayamos salido cada uno por nuestro lado, ella camino del hospital (para tranquilizarse) y yo, como he podido, de vuelta a Madrid.

A lo mejor se le ha olvidado por un despiste. Ella es muy despistada, yo lo sé bien... ¡Que se ha comido un STOP como una catedral, la condená! Y ha venido a hacerlo en mitad de la A-308, justo cuando pasaba yo por allí (sin rencóres, hija, ha sido la primera vez para ambos).

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Octubre 03, 2003

El retorno del Hombrecillo Verde de la noche

Imaginad el caos que se provocaría si algún alcóholico analfabeto y soberbio del sur profundo estadounidense que padeciese una deficiencia mental de grado tal que le impidiese llevar a cabo tareas tan aparentemente simplonas como masticar una galleta sin atragantarse, se atragantase y desmayase sobre un botóncito de color rojo que estuviese señalado como "Push here to start apocalypse". Ahora deshacéos de esos terríficos ensoñamientos, tan solo era un ejercicio creativo que se me suscitó anoche mientras leía Estúpidos Hombres Blancos, tan estupendo como demagógico (pero ¿quién ha dicho que la demagogia sea mala? En este caso es tan solo señal de preocupación por el estado de una sociedad). Michael Moore es un hombre a quien se admirar cuanto le considero un tipo inteligente que sabe señalar los errores ajenos pero siempre declara primero los propios, lo cual le honra. Bowling for Columbine me entusiasmó y la verdad es que este libro no me ha defraudado en absoluto: sabía lo que esperar de él. [Aquí quisiera insertar un muy especial agradecimiento a Miguel Ángel, el propietario del libro que tuvo a bien sacar su faringitis a pasear un rato para poder prestármelo para el viaje]. Moore tiene una línea muy clara: "Aquí huele a muerto y hemos sido todos a una", así que no es difícil encontrarse en su libro con confesiones de defectos que harían a cualquier otro tipo alguien deleznable.

Lo divertido es que mientras me bebía del libro, bamboleándome febrilmente gracias a la obsequiosa pericia del conductor bakala que estaba a cargo del bus entre Madrid y Guarromán, capítulos sobre la segregación racial en EEUU, no podía sino sentirme culpable por tener la luz encendida y por poder con ello interferir en el apacible sueño del matrimonio de negros que traía sentados detrás. Eso hasta que, en un momento dado, ella (la negra) pasó su mano al asiento delantero (el mío) y me pegó un tironcito en la cabellera. No me volví, iracundo, por un pelo (jajaja, si es que soy de un ingenioso...) sino muy muy extrañado.

No es normal que los compañeros de viaje, ni siquiera a tan altas horas de la madrugada, sean tan expeditivos para quedarse con un recuerdo de tí (además, a Adri le intentaron quitar la cartera para recordarle mejor, lo mío era solo un mechón de pelo). Me giré y ambos (bueno, en realidad todo el paisanaje menos el conductor y yo) estaban dormidos. Ella tenía el pellizco de mis pelos en sus manos y mascullaba un inquietante soniquete en alguna lengua oscura (festival del humor, oigan) que sería incapaz de reproducir aquí. Inquietante porque no pude dejar de pensar que ella era una sacerdotisa vudú sonámbula que, esperaba al menos que sin querer, me estaba echando un maleficio, una demonión posesíaca o alguna cochinadita de esas.

Me tranquilicé un poco cuando creí desencriptar sus palabras en un afable "Culunguele". Sé que no me puedo fiar mucho de mi oido, que estoy bastante teniente, pero a mí me dió la impresión de que la sacerdotisa vudú sonámbula me había estado tomado el pelo (¡¡¡HILARANTE!!!), al menos en lo de sonámbula. He pasado todo el día esperando dar síntomas de estar aquejado por alguna ominosa enfermedad de origen paranormal. Bueno, podría sospechar de haber sido transformado en el Gran Zombi Blanco, porque es el estado en que se ha encontrado mi cuerpo durante la jornada, pero algo me dice que más bien se debe a que entre el mosqueo y lo interesante del libro no pegué ni ojo anoche y ya perdí el ritmo (para recuperar uno normal, espero).

Mi madre ha aprovechado que he llegado temprano y que no he querido acostarme un rato para mandarme a abrir la floristería (me veía absolutamente incapaz de conciliar el sueño sabiendo que en algún punto de la geografía almeriense una chillona mujer de color vestida con ropas de colores chillones estaba degollando un pollo negro a bocados mientras pensaba en mí). Ha sido una mañana tranquila. La clienta pesada del día le ha tocado a mi madre. Una pejigueras en toda regla. Con deciros que conforme salía por la puerta alguien ha pensado en voz alta y perfectamente audible por todo el personal de la tienda: "¿Dónde estaría esta el año de la gripe?.... Con la de gente buena que se murió...". Alegrándonos la carcajada ya para todo el día.

Es que el cinismo en Floristería Cattleya está a flor de piel (¿pensábais que no haría más juegos de palabras idiotas?). Imaginaos... manda mi madre, que es como yo pero con mala leche. Y con ella trabaja mi tía, que es como ella pero en ladina. Y Fede, que es como todos, pero en basto. Si, es un sitio donde el viejo "El cliente no solo no tiene la razón sino que probablemente está pidiendo algo ridículo" sigue vigente. Y cuanto más se acerca el 1 de Noviembre (no os perdáis mi post del 3 de Noviembre, seguro que si sobrevivo tengo cienes de anécdotas hilarantes sobre malos tratos psicológicos a clientas impertinentes. El calentamiento lo hemos empezado hoy con una que ha rehusado la oferta de Fede para tomar nota de su pedido (¡ES SU TRABAJO!) cuando no estaba mi madre en la tienda arguyendo que "La señora -ni siquiera sabía el nombre de mi madre- ya sabe como yo lo quiero". No, señora. Mi madre tiene miles de clientas y no puede recordar si a usted, que viene dos veces al año, le gustan los claveles blancos o los nardos tiesos. El caso es que se ha llevado un "Bueno, no dudo que poder señalar lo que quiere con el dedito es bastante útil si se ve incapaz de expresar en español cómo es la jardinera (algo bastante estandarizado) que tiene, si es que la tiene, en mente" honorífico. Cada vez que paso un rato en el mostrador recuerdo por qué compadezco tanto a mi madre y sus equilibrios para conservar la estabilidad mental. Son odiosas, y me merecen en plan Manolito (el de Mafalda) el 90% de las veces. En realidad, los mejores clientes son los hombres. Cuando un hombre es cliente en una floristería suele serlo con el convencimiento de que él no tiene ni puta idea y de que nosotros somos unos profesionales y sabremos hacerlo bien. Así da gusto.

Voy a dejar unas cuantas cosas en el tintero, como cuando mi padre ha puesto en mis manos una auténtica arma de destrucción masiva (en forma de carnet rosa con una fotografía de mi egregio rostro) o mi retorno, después de siglos, a la sauna infernal en que se convierte el local de ensayo de mis amigos en cuanto se pegan media horita destilando ruido. Mañana os contaré esto y, de propina, mi teoría sobre la estabilización de El Ejido en un punto del contínuo temporal que discurre constantemente sobre si mismo, hoy estoy demasiado cansado. Además, el Hombrecillo Verde se me ha presentado vestido de hotentote y me intenta convencer para que le siga a la calle a oscuras, dice que sabe de dónde proviene el son del Tamtam que llevamos oyendo toda la noche y que, por otra parte, me impele a quemar cosas...

Posted by germanmj at 11:59 PM | Comments (10)

Octubre 02, 2003

A day in the life

Hoy voy a desmpolvar la supuesta función bitacórica del blog: hablaré sobre mi singladura en un día cualquiera, como ayer. Lo normal no es arrastrarse desde debajo del edredón para apagar el transistor que lleva susurrándote cosas desde la madrugada, ni volverte a dormir hasta que te tienes que retorcer hasta el escritorio para apagar el despertador. Tampoco es habitual estar absolutamente sopa hasta la 1, lo sé, pero hay ocasiones en que no se puede evitar. Sí, quizá debería haber titulado este post, por lo excepcional, "El día de la marmota".

Pero al abrir los ojos no he visto mi sombra, de hecho no veía nada, he vagabundeado miope por todo el piso haciendo esas cosas que hace uno al levantarse: ir al baño a rascarse el culo ante el espejo, tropezar hasta la cocina para beberse el zumo directamente del cartón, volver al baño a rascarse la cabeza, venir a la habitación a buscar las gafas, ponerselas, quitarselas de vuelta en el baño para lavarse la cara... y mucho rato después, despertar.

Con Irenita ya soportándome en casa, he seguido zascandileando sin hacer realmente nada. He bajado a comprar el pan y a suplicar por caridad al cajero automático alguna muestra de amor paterno. Ni por esas, de mis dos progenitores ninguno se había acordado de que hoy era día 1 y, por enésima vez, he meditado seriamente en la posibilidad de ganarme la vida por mi mismo (sobre todo al ver que los artículos del mes pasado sí los tenía pagados puntualmente a primera hora, casi tan puntual como las facturas domiciliadas). Como gracias al habilísimo criterio de admisión de la Escuela Oficial de Idiomas mis tardes de este curso vuelven a estar compuestas y sin compromiso, supongo que no será tan difícil encontrar algo... digno...(¡JA!).

Después de comer, impelidos irremisiblemente a echarnos un siestorro de esos que hacen época, Ire y yo nos hemos ido a la cama. Ella me suplicaba, hacía mucho tiempo que le había prometido una extravagancia y hoy le ha parecido el día oportuno. Así que he cogido el Ulises y se lo he ido leyendo como un abuelo cuentacuentos. He parado a la tercera página, sobre todo porque sospechaba que ella se había sobado ya por el "Solemne, el rollizo Buck Mulligan avanzó...", y es que mi voz, señores, es un arrullo. La cosa es que el sutil humor de Joyce también me ha podido y no he tardado mucho más en adquirir textura de ostra.

Irenita se ha tenido que marchar demasiado temprano. Es la lluvia, hace que todo resbale demasiado temprano. Así que he intentado recuperarme de los ardores que me provocan las siestas inopinadas entregándome al trabajo. En uno de los descansos inmerecidos que me tomo, me he asomado al balcón agarrado a una taza de café. He visto a la gente correr bajo la lluvia y me he sentido imbuído de pensamientos indecorosamente bohemios. Como le he respondido a Sarita: "Me he asomado a la ventana y lo he visto todo gris" y "¿El tiempo? No, no hablaba del tiempo". Ella tenía más grises en su paleta, he tenido que reconocérselo. En estas me ha llamado Álex, solicitando un equipo para el rescate de emergencia que necesitaba su miércoles (y van...). Había quedado con Joaquín en Callao y se le ha ocurrido llamarme (como tenía que darme dinero, sabía que no me iba a negar). Él también había contactado con la grisposa Sarita, así que junto a mis tebeos le ha llevado algunos deuvedés, por si le dura la enfermedad. Supongo que si se cura antes de verselos todos siempre puede salir desnuda al balcón para prolongarla un par de días.

Hemos cenado con Joaquín, que tras su infructuosa búsqueda en la sección erótica de la Fnac de Callao de un tratado en terminología forense ha tenido que controlar el impetuoso espíritu lúdico de Álex, que iba a comprar un videojuego y ya se nos ponía en la caja con dos más. Le hemos tenido que recordar la de niños que pasan hambre en el mundo y lo caros que están los aportes proteínicos si quiere meterse en el gimnasio para que se lo pensase dos veces.

Tras las fotos (que podéis ver aquí) nos hemos vuelto a casita. Andando hasta la parada del 43 he recordado cuanto me gusta pasear cuando llueve, sobre todo si sé que no tengo ropa tendida empapandose. O que no habrá nadie en el piso cuando regrese. Vacío me abruma, parece mentira. Por eso el paseo ha sido de gusto. No hacía demasiado frío y, en cualquier caso, yo ya he sacado mi uniforme de English Man in New York, o Ejidense en Madrid, que para el caso es lo mismo. Es un atuendo muy sencillo. Con todo lo cantoso que me gusta ser, cuando llega el otoño me gusto gris. Uso una gabardina gris sosa, zapatos y paraguas negro y, si se tercia, bufanda. Aparte del obvio abrigo, me gusta el camuflaje que proporcionan. Vestido de gris me confundo fácilmente con el ambiente. Y con los humores.

Posted by germanmj at 01:28 AM | Comments (14)

Septiembre 29, 2003

The final countdown

105,103,102,101,...¡98! Esto es -cien gramos arriba, cien gramos abajo- lo que he pesado, en esta campaña de recuperación antropomórfica que mantengo desde que volví de El Ejido huyendo de la (exquisita, insuperable y adictiva) cocina de mis abuelas. Sobre mi altura jamás podré pronunciarme con certeza, pues según la báscula de la farmacia de abajo de una semana para otra me crecen y desaparecen los centímetros de tres en tres. Así que sin poder pararme a ponderar mi IMC, me quedo en los datos que el mismo aparato ofrece sobre mi peso. Yo colaboro como puedo en la fiabilidad: siempre voy recién levantado, duchado y habiendo desayunado lo mismo. Intento vestir de forma aproximada y, además, siempre vacío mis bolsillos.

Todos me dicen que para hacerlo correctamente debiera haber ido al médico (bueno, y también hay quien dice que bastaba con cualquier ejemplar veraniego de cualquier revista para mujeres). Yo, como soy así de soberbio, he preferido intentarlo primero "a mi manera". Si gano mucho peso, y me mantengo en el tipito tripoide sé por lo que es, así que me basta con evitarlo y, quizá, hacer algo de ejercicio. Soy un inconstante, quienes en el último mes han compartido conmigo kebabs, tortitas o burguerkines lo saben bien. Sin embargo, solo he tenido que redescubrir el fascinante mundo de los vegetales. Eso no implica que haya olvidado a mi gran amiga la carne, es más, ahora la cocino hasta con más mimo. También ha vuelto a mi vida el pescado, pero con limitaciones, porque en Madrid no me acaba de convencer (también puede ser que yo no sepa cocinarlo como mi madre).

Y la Coca Cola Light. Eso es más por extravagancia, en realidad. Álex, a quien el body building ese le ha abducido completamente, me ha contagiado el espíritu. El aspira a poseer un cuerpo poderoso, de carnes duras y piel pegada a ellas. Sin embargo yo tengo mis reticencias. De natural el hombre tiene las carnes blandas, salvo alguna porción de aproximadamente 450 gramos que, a menudo, sí que se pone dura. Es el único músculo al que esa condición le proporciona alguna utilidad, creo yo. A los otros... ¿Para qué querría nadie, por ejemplo, poder partir nueces con el biceps?

Posted by germanmj at 03:07 PM | Comments (20)

Septiembre 28, 2003

Noctívagos y romanos

Por más que me lo proponga, y va en temporadas, mis noches acaban suspendidas de la más variopinta fauna tipográfica. La cosa viene de atrás. Probablemente sea uno de los pocos niños a quien su madre, cuando le quería castigar, le prohibía leer. Yo intentaba saltarme el veto con métodos de lo más peregrino: leer encerrado en el baño, poner trapos bajo las rendijas de la puerta para que no se viese la luz... aunque ella siempre frustraba mis artimañas (lo de los trapos ya lo había hecho en su día ella misma). Conforme crecí, con la excusa de que tenía que estudiar y otras mil cosas que hacer, la lectura nocturna en la cama se fue extendiendo por todas mis noches hasta hacerse cuasi imprescindible. Y cuando no podía leer (en ocasiones, como ahora, los ojos me palpitan y hasta yo me doy cuenta de que debo parar) pues me ponía la radio.

Me aficioné a El Larguero antes que al fútbol, empecé a entender que Hablar por Hablar no era una ficción supina como mis libros diurnos o, en alguna noctambulidad extrema conocí, por ejemplo, a Les Luthiers (creo recordar que fueron entrevistados u homenajeados en Si amanece nos vamos). Nótese que mi dial se mueve poco, no hagan conjeturas: es pura pereza. El caso es que con la llegada de Internet a mi vida ya la cosa se fue agravando. No era una comunicación de receptor únicamente como podía obtener de los libros (o las webs). Había irc. Había más gente que no dormía por las noches. Existían las conversaciones noctámbulas.

Luego llegaron los trabajos (de lo más peregrino también) que, supongo que por perfecta adecuación a mi medio, se me dieron siempre mejor de noche. Los físicos y los intelectuales, no creáis. Entenderéis que a mí los usos horarios y las restricciones me tienen, en la medida de lo posible, proscrito. Quizá sí, cuando vivir de día forma parte de mi responsabilidad, lo consigo. Mismamente a partir del lunes, cuando empiece a trabajar, creo que me será bastante útil convivir con el sol. Mientras tanto me quedo sin dormir (y no es a fuerza de voluntad). Leer blogs, chatear en irc o repasar los correos antes de apagar este aparato infernal se ha hecho tan rutinario como para otros hacer la cama todas las mañanas.

Y claro, a veces me paro y reflexiono sobre el hecho de que, haga lo que haga, no dejo de estar leyendo. Muchas veces ignoro a la pantalla (reconozcámoslo: es adictiva y, también, yo soy un perdulario). Vuelvo al buen hábito de seguir leyendo, y lo recojo con gusto. Hoy he devorado, viva el tiempo muerto, tebeos como antes. Empecé a rondar cierta novela (o quizá debiera llamarla "Casi medio kilo de papel impreso", sin juzgar su contenido) que me recomendó Joaquín y, me da a mí, que necesitaré mucho metro para meterme. También he leído el segundo número de Murena (Es la primera vez que os voy a recomendar algo desde aquí, al menos abiertamente), un cómic entretenidísimo e indispensable, supongo, para aficionados al género histórico. Me recuerdan que debería volver a estudiar latín O eso o cualquier día os encontráis con un post que incluya fotos mías en toga.

Leer, en cinco minutos lo estaré haciendo, me llama. Pero también es una de las pocas cosas capaces de mantenerme en vela hasta casi dos días. Esto no puede ser sano: ni siquiera aprendo a ser una persona mejor. Quizá debiera buscar un sustitutivo. Siempre puedo aprender artes marciales y salir por las noches vestido de ninja a desfacer entuertos por las peligrosas calles madrileñas. O eso o me meto a periodista, aún no sé. La cuestión es encontrarle una salida óptima a mi incapacidad congénita de conciliar el sueño como Diso manda...


PD Un saludito desde el peor post de toda la historia de este blog (el de la foto de las salchichas inclusive) para Irenita a quien, como todo se pega menos la hermosura, le he contagiado el insomnio, por lo que se ve...

Posted by germanmj at 04:15 AM | Comments (9)

Septiembre 21, 2003

Pues entonces voy y me quedo

Desmintiendo los alaridos catastrofístas que decían que el fin se acercaba y que todo estaba perdido (Bueeeeno, yo el primero) me confirman que, al menos de momento, Zonalibre.org sigue en pie.

Como diría esa popular eminencia española:

"Chachi que te cagas"

(Sabater, Leticia)

Posted by germanmj at 01:36 AM | Comments (5)

Septiembre 20, 2003

Intenciones

Después del descalabro de ZonaLibre, que es donde tan agustito nació y creció este blog y, ante la incertidumbre de si renacerá o no (esperemos que sí), me he refugiado en Dreamers, donde tampoco se trata nada mal a la gente y, además, Nacho ha instalado Movable Type, que es el sistema de blog que se usaba en ZonaLibre y que ha seducido a mi pereza ante la idea de aprender un sistema nuevo.

Dispuesto a volver a ZonaLibre si abre de nuevo (que nadie se lo tome a mal, puedo hacerme un doble blog), seguiré contandoos mi vida gris (verdosa) desde esta nueva dirección, con nuevo diseño y todas esas cosas. Si alguien quiere que le apunte en el sistema de notificaciones (te manda un mail cada vez que escribo un post) que avise. Aunque jamás me ha funcionado, eso también os lo digo :P

Ahora, me sentaré aquí a esperar a que pase la musa de la ilusión :)

http://blogs.dreamers.com/germanmj

Posted by germanmj at 05:55 PM | Comments (3)

Septiembre 06, 2003

Una buena excusa para usar la palabra "inextricable"

La unidad móvil de El Hombrecillo Verde se ha desplazado hasta la Biblioteca de la facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid para ofrecer a sus lectores una espeluznante exclusiva: "Esto está petao". Valiente sábado por la tarde elegí yo para dedicarme a hacer un post de esos que nunca faltan en los blogs postpúberes: "Un día estudiando en la Biblioteca". Pensábamos que la juventud, fiel a sus principios y sanas costumbres, optaría por entregar el sábado por la tarde al alborozo y el cachondeo en los parques y jardínes. Oímos incluso en la radio las previsiones de botellón que auguraban lleno absoluto por los rincones de Malasaña y Argüelles. Sin embargo, la Biblioteca está llena. Gente estudiando hasta en los balcones, oigan. En septiembre, como los iletrados ¿Es esta la reforma educativa que nos prometió Pilar Del Caudillo?

No, esa es otra. De hecho, en lugar de estar estudiando para la asignatura de la que me he de examinar (en septiembre, por motivos que no vienen a cuento), ando de cabeza haciéndo cábalas y quinielas con las diferentes, y a cada cual más inextricable, propuestas de horario que me caerán en este curso que comienzo. Les explico: Voy a comenzar mi tercer año en la facultad y me encuentro con que nos han cambiado el plan. Ahora asignaturas que ya he dado corresponden a cursos que me quedan por cursar, algunas de las que no he cursado corresponden a cursos que ya aprobé y, para más cachondeo, algunas de las que he aprovado desaparecen (me las convierten en créditos de Optativas) o bien se transforman en otras diferentes, que no tengo que cursar porque ya las aprové en su anterior encarnación. Mientras tanto, y esto es, sin tener que repetir ninguna, nos encontramos con que tenemos que matricularnos en dos asignaturas de 1º, en otras dos de 2º y un par más de 3º. No habría mayor inconveniente de no ser porque (¿para qué?) las autoridades incompetentes, o a quien le corresponda, han optado por hacer los horarios sin tener en cuenta esta pequeña inconveniencia, con el resultado de que, o me paso en la facultad de lunes a viernes una media de once horas (de nueve de la mañana a ocho de la noche) o me matriculo en asignaturas sabiendo de antemano que jamás podré pisar esa clase porque coinciden con otras asignaturas.

Aunque nunca se me dió bien la matemática, aún recuerdo un poco de Combinatoria y, sabiendo que tenemos siete grupos por curso (¡nos han puesto uno más!) en tres cursos, y que de cada curso tenemos que coger un grupo (por ejemplo, 1D2E3F) creo calcular que tenemos 343 posibles combinaciones entre ellos (si es que nos quejamos de vicio, coño). ¿No habrá la posibilidad de hacer un programita donde poder meter los diferentes horarios para ver TODAS esas posibles combinaciones a ver si hay tan solo una en que las horas no se pisen y, además, se nos permita tener una vida? (Por mera curiosidad, porque cuando llega el momento de la verdad y vas a formalizar tu matrícula, te encuentras con que, según les apetezca o no, te pueden meter en el grupo que tú has decidido o te mandan al de los viernes por la tarde).

A todo esto, cortaré la conexión porque la de al lado ya me está atacando con su Derecho Mercantil, hay que ver como se ponen solo por unas teclitas de nada. Y yo que he cambiado el "We are the champions" de arrancar Windows por un suave "Bel-zebub has a devil asignated for me", para no molestar.... (sic)

Posted by germanmj at 10:10 PM | Comments (4)

Agosto 30, 2003

Composición: La vaca

Aunque en realidad no recuerdo que en mi tierna EGB me obligaran nunca a escribir redacción alguna explicando aquello de que "la vaca es un animal con cuatro patas que le llegan hasta el suelo", siempre sentía una enorme complicidad cuando a Felipito le tocaba devanarse la sesera para escribir una media cuartilla coherente sobre las rumiantas. A mí me obligaban a escribir sobre las vacaciones y, como todos mis veranos eran iguales, de mis deberes jamás hablarán en Babelia (salvo, quizá, como ejercicios de estilo).

Escribir sobre vacas es muy fácil, lo difícil es, conforme se desvanece agosto, hacerle revista al verano. Cómo vacas, por ejemplo, subíamos al bus el día 22 yo y hasta Irenita, que después de haber sobrevivido a la perfídia culinaria de mi abuela durante un par de semanas ya no podía abrocharse según qué tallas de pantalón. La culpa, sin duda, fue más de la ternera en salsa que del Chachachá. El viaje El Ejido - Madrid fue el mismo coñazo de siempre, con el atenuante (espero que repetible) de tener a Irenita en el asiento de al lado. Se hace más ameno un viaje tan largo cuando quien se duerme sobre tu hombro es alguien conocido, o viceversa. A ella por lo menos sí se le soportan las carantoñas. Hicimos posta, así al disimulo, en Madrid aquella noche para madrugar también al día siguiente y volver a Méndez Álvaro a coger otro autobús, este para reunirnos con sus padres en Arenas de San Pedro, en Ávila, que es donde por la -puta- gracia del Paquito, que exilió allí a uno de los más queridos ancestros de mi niña, ha acabado veraneando la familia. Más concretamente, y sin abandonar los pastos de las afamadas reses avileñas del Valle del Tiétar, en un pueblecito llamado Santa Cruz del Valle.

Agradezco, desde aquí, a las ciento cien fuentes que pueblan el término municipal del dicho pueblo, cada una con el agua de su padre y de su madre (y alguna de todos sus muertos, aclaro) que me apañaran el estómago de tal manera que, al irme a levantar el cuarto día de estancia en las apacibles y golosas tierras del esquisito chuletón mastodóntico dominguero, se me viniese a la boca toda la bilis que debí generar el día anterior mientras hacía turismo por Ávila, que es una ciudad bonita y pintoresca pero cuyas calles te pueden dar alguna que otra sorpresa desagradable. Siendo esto como es, un ejercicio más bovino que político, baste mencionar que me disgustó ver aún edificios ensuciados con proclamas y plaquitas firmadas por el mismo Cornudillo que mencionaba antes, sabiendo como se lo fáciles y baratas que son las tareas de limpieza de las mismas, labor que yo mismo haría de buen grado en cuanto se me prestase un cincel y una machota.

En el triste estado que tenía mi cuerpo después de aquél día, pocas ganas me quedaron de bajar a la piscina, que según me contaron es, junto a la plaza de toros, un lujo asiatico para un pueblecito tan modesto como aquél. La verdad es que algo sí tiene de curioso (aparte de sendas instalaciones recreativas). Al parecer, el anterior Gobierno Municipal era de esos a los que les pega más la grana que el oro, y les dió por decorar las fachadas de las casas con cuadros célebres (y desconocidos, pero parejos de belleza). Así en un paseo te cruzas el Guernica, La Vendimia o La Siega, algún Van Gogh o incluso "El triunfo de la perspicacia" (que es un monumento en honor a la habilidad que tuvo el escultor para venderla al Ayuntamiento como tal estatua).

Dicen que no hay quinto malo, así que solo un día duraron mis malestares gastrointestinales (aunque al siguiente fue irenita quien se enfermó, con el resto de la familia de rebote). Pese a mi recuperación, no estaba el horno para bollos ni mi tripa para más vaca, así que se dio por buena la huída hasta San Sebastián de los Reyes (a.k.a Sanse) donde la familia de Irenita me ha dado santuario en su salón por un par de días para que disfrute de sus fiestas grandes. El dato importante, que quede claro esto, es que el macho de la vaca es el toro. El toro es un animal bravo, furioso y, estofado, está de vicio. Pasta manso por las praderas (que suelen pertenecer a unos señores que se llaman ganaderos porque ganan mucho con la tontería esta de los bichos). Una de las costumbres más arraigada de los toros, al menos de los toros cuando van a Sanse según ví, es correr detrás de los mozos por las calles del pueblo, a toda hostia y con mala leche, hasta que estos llegan a una plaza ancha donde tienen sitios para refugiarse de las cornadas y atrapan a los toros con una puerta falsa. Como la gente es así, por la tarde vienen unos amigos de los mozos y, para resarcir el susto, matan a los toros. Una vez terminado el encierro, los recortadores (que son de los mozos los más bravos), se quedan solos a medirse, más o menos en igualdad, con los morlacos, driblándolos con un par.

Y de regreso a casa, que tanta fiesta no debe ser sano, y menos si te estás poniendo tan lechal como el menda, he parado por el Mercadona, a comprarme unos filetitos de ternera para mañana. Que asada es muy sana y con zanahorias más.

Esto es, a día de hoy, todo cuanto puedo contar de las vacas.

A Islero, con afecto

Posted by germanmj at 11:00 PM | Comments (12)