Después de varios meses de gestación, llegó el parto. El niño salió gordo y sano. Ahora es el momento de abandonarlo en una inclusa y a otra cosa mariposa. La mayoría de los compañeros se marchan ya, o se quedan a otra cosa mariposa. Yo me quedo, sujetando un palito y alumbrando con un candil (maomenos), para ¿vigilar la retaguardia? No sé. Esta tarde, de momento, me han encomendado pensar.
Jo. Me aburro.