Ya está en máquinas el número 4 del fanzine Rantifuso (ganador del premio al mejor fanzine del pasado Expocómic de Madrid). Un fanzine muy bonito, con unos colaboradores muy trabajadores que ni siquiera piden cobrar a cambio de sus trabajos. A partir de la semana que viene en Barcelona y después del Saló en el resto del Universo conocido podréis encontrar este nuevo número de Rantifuso. Con una portada así de chula.
-¿Qué estás escribiendo? - La sombra del niño cayó sobre mi libreta con una amenaza de churretes de helado de chocolate. Miré alrededor, a ver si había algún padre o una madre atentos que se acercase corriendo a llevárselo. Solo había una pareja, al otro lado de la plaza. Hablaban como si hiciese muchos años que no se hablaban, y se miraban como si hiciese unos cuantos años más que no se decían te quiero. Ambos se parecían al niño lo suficiente como para entretenerme en cierta indeterminación.
Implacable, el niño insistía -¿Qué estás escribiendo?
-¿Son tus padres? - Le pregunté haciendo un gesto con la cabeza.
-Es mi tía... ¿qué escribes? - Astutamente modulaba su voz en una súplica que acompañaba con un giro de cabeza. Él me había respondido. Yo le debía también una respuesta. Pero su helado seguía goteando.
- Una carta de amor.
-¿A tu novia?
-Sí.
-¿No tiene teléfono? - No había movido ni una ceja al preguntarlo, así que supuse que iba en serio.
-Sí... pero a veces...
-Llámala - Me interrumpió. - Así le puedes decir que la quieres y además la escuchas... - Se quedó pensando mientras yo intentaba explicarle las sutilezas
metafísicas de ir más allá de la obviedad. Pero él era un pragmático...-¿tiene una voz fea?
-No, me encanta hablar con ella... Es solo que siempre hablo con ella... Quería probar algo nuevo.
"-¡Justicia! -baló Othello.
- ¡Justicia! -balaron las demás. Y de ese modo se acordó que las ovejas de George Glenn esclarecerían el infame asesinato de su único pastor."
Leonie Swann, Las ovejas de Glennkill
Hubiese tenido un blog, no solo habría podido escribir los versos más tristes aquella noche: podría haberlos adobado con unos enlaces a youtubes infames; haberlos enviado por RSS a montones de personas aburridas que esperaban algo fresco de su autor favorito e, incluso, podría haber recibido a cambio algunos enlaces de porno en sus comentarios. Lástima, porque el spam no da la felicidad.