Esos tipos que sin saber más que de los conocimientos que previamente habían instaurado sus predecesores desde esa misma institución, supongo que pretendiendo que no era demasiado tarde (recordemos el genocidio que han cometido en África mintiendo sobre la utilidad del preservativo para combatir el SIDA a gentes analfabetas cuya confianza se habían ganado) fueron y soltaron que el condón era eficaz para combatir el SIDA -apostillando, eso sí, que era inmoral usarlo-. Qué quieren que les diga, yo prefiero vivir y no compartir su "moral" y prefiero que mis conciudadanos vivan, a ser posible también sin compartir esa "moral".
Pero hoy, desde Roma, les han dado un tironcito de orejas y han tenido que olvidarse de sus escarceos con la civilización humana del siglo XXI para volver a predicar con el ejemplo sobre las ventajas de ese método que tanto les gusta a ellos: la marcha atrás.
Los cálculos de Sansegundo son muy optimistas. Al parecer, aunque los españoles vayamos de culo en matemáticas y, al menos nueve millones de nosotros, también en capacidad cognitiva; sí que damos la impresión de ser lectores rápidos -creo que más bien será que no dedicamos más de un cuarto de hora a la lectura semanalmente, como media- por eso se están tomando con tanta tranquilidad el enviar el texto de lo que será la Constitución Europea a todos los españoles en edad de merecer [derecho al voto].
Visto que durante febrero, por ejemplo los universitarios, desarrollamos la increible capacidad de leernos todos los apuntes y bibliografía de un cuatrimestre sólo dos días antes de cualquier examen, debe de haberse supuesto que basta con que dispongamos del texto constituyente un par de días antes bastará para que lo leamos, analicemos, reflexionemos y decidamos cual será nuestra postura, si decúbito supino (el sí) o si decúbito prono (pro no, como su nombre indica), a la hora de votar el 20 F.
Yo que soy un lector lento, o demasiado más ocupado que la media, o quizá sólo un poco tocapelotas, me he estado buscando las habichuelas por Internet (señor Butragueño, por favor no se ofenda, le hubiera hecho tanto caso al anuncio si saliese Martín Vázquez que saliendo usted: tengo entendido que durante el ejercicio de su actividad futbolística, lo que es en Europa, no dieron para mucho, así que no me sirven como autores en la materia).
En la web de la Unión se me levantaron un par de cosas, entre ellas las sospechas de que a lo mejor no estaban muy interesados en que nos leyésemos el texto antes de votarlo o botarlo (total, si se lo han guisado todo entre Estados -delegados-, qué coño le va a importar el remate final a los ciudadanos -soberanos-). Y esto porque donde se suponía que habían dejado a mi disposición el texto íntegro en castellano, lo único que había era un listado de pdfs (ni siquiera todos juntitos, vaya mierda de unión) con los tratados que se han venido firmando en los últimos años. El derecho y yo no acabamos nunca de comprendernos, bien lo sabe quien me lea, que me pillará en cinco o seis delitos de gravedad por semana, pero esto no es óbice para que yo note que la presentación de lo que va a ser el "marco legal" que rija a los europeos -con sus constituciones nacionales supeditadas a esta- no es del todo clarificadora.
Menos esoterismo, no lo voy a negar, en la web que el Gobierno español ha preparado para condicionarnos a votar por su Sí. Allí está el texto en todas las lenguas cooficiales, incluida la de Islas Mordor. Empecé a pensar, conspiranoide que es uno, que efectivamente no estaban muy interesados en que nos la leyesemos, al menos la gente de bien, antes de votar. Es sorprendente lo humorístico que puede llegar a ser, hasta que te das cuenta de que van en serio y se te quita la risa. Aunque, qué irónico, sí que tiene algo bueno esta Constitución: ha conseguido que la izquierda y la ultraderecha se pongan de acuerdo en este país, de una puta vez, en algo. Supongo que los unos por el fundamento egoísta de su ideología, y los otros por el humanista, no dejan de ver que tantos árboles sólo sirven para tapar un bosque destinado a supeditar a los ciudadanos, a las instituciones, a los recursos, a todo, a los poderes económicos.
Y eso no nos gusta, amigos.
Os he enlazado los textos para que os los leáis vosotros mismos y decidais.
Mi razón de hoy para el NO será: que la seguridad social deje de ser un servicio público para, con rango constitucional, pasar a ser una "Actividad Económica de Interés General".
Y a quienes más hayan hecho posible que los demás podamos seguir prostituyendo nuestros egos por aquí...
Dentro del maravilloso mundo del salteado en wok, meditesé sobre el asunto de hacer taquitos finos dos calabacines medianos; idem con un tomate -cuasicongelado, mejor para partirlo- y media cebolla, que aporta las justas lágrimas si no somos lo suficientemente sensibles. Tres salchichas, frankfurt, de las de bolsa, también loncheaditas, interpretarán el papel de "la carne". Y la pimienta, el ajo y el curry, dotan al plato del dramatismo necesario al tiempo que asiatizan el asunto. Si todo esto se lleva muy caliente a una boca europea media, quizá el sabor nos haga establecer curiosas relaciones entre "regalar los barcos que se iban a desguazar (supongo que por cochambrosos) a los países afectados por el maremoto" y "todos los hombres dispuestos a fabricar barcos a cambio de dinero trabajando para Izar", el punto de unión estaría en el verdadero compromiso de un Estado por gastarse los dineros en ayudar (a los deshauciados orientales y trabajadores de astilleros).
Hoy no hay foto, porque sí prisas.
Ser un animal racional es lo que distingue a los seres humanos de los otros simios antropoides. Y a los seres humanos se llaman Homo Sapiens Sapiens.
Luego existe el Homo Credens Fidelis, que es cualquier cosa menos, como su nombre indica, un Homo Sapiens Sapiens. Esta especie ha decidido (o no) abdicar de su supuesto raciocinio congénito para entregarse al desarrollo de... otra cosa. Algo que se llama "fe", y que consiste en creer, opinar, suponer...; y que no tiene nada que ver con la razón, que es algo que consiste en saber. Estos seres no-humanos (no voy a mojarme en si mejores o peores que los humanos), aprovechan la similitud fisiológica para parasitar a la especie buena.
El provecho que los inútiles Homo Credens Fidelis han conseguido del Homo Sapiens no es menudo. Porque, a pesar de lo que se suele dar por supuesto, la Inteligencia inteligente suele conllevar algo de bondad, en caso contrario nos encontraríamos alabando lo inteligente del tipo que diseñó las cámaras de gas. Y en fin, la bondad -el Homo Credens Fidelis lo suele entender como estupidez-, del Homo Sapiens Sapiens le ha llevado a compartir, voluntaria o involuntariamente, a lo largo de la Historia todo tipo de saberes (científicos, médicos, humanísticos). Hasta cierto momento, la cosa colaba como simbiosis: tú a lo material, yo a lo espiritual. Ahora un poquito de perspectiva histórica y el conocimiento de que el espíritu no es más inmaterial que un electrón les han dejado sin máscaras.
Lo malo es que el Homo Credens Fidelis, muchas veces incapaz de comprender los intríngulis del ingenio que desarrollaba el Sapiens Sapiens, seguía acumulando sus ingenios robados asimilándolos según su única capacidad, imaginándolos.
Y diréis, ¿bueno, dónde está el problema? Si el Homo Sapiens Sapiens no tiene objeciones morales o éticas a compartir su sabiduría con el resto de reinos -mínimo animal y vegetal (se utilizan los conocimientos humanos para, por ejemplo, repoblar ecosistemas con sus especies de flora y fauna autóctonas que se extinguen; y curiosamente muchas veces a causa del Homo Credens Fidelis)- ¿por qué es mala la existencia del Homo Credens Fidelis?
Pues no es mala per se. Sabemos, se puede comprobar con hechos, datos y registros históricos, que su existencia no solo ha enlentecido el progreso de sus amistosos vecinos los seres humanos. También han aprovechado los conocimientos sustraídos para aplicarlos sin esa bondad que le concedíamos a la Inteligencia (es decir, con la maldad consustancial a su imbecilidad) y adquirir poder efectivo sobre el sistema humano. Normalmente en forma de fuerza bruta, lo que mejor se les dá, pero también aplicando otras tecnologías o estrategias de control, prueba evidente de que sería una buena medida disuasoria que el Homo Sapiens Sapiens dejase de compartir, en vano, sus conocimientos con ellos hasta que demuestren el desarrollo de capacidades éticas compatibles.
Podríais pensar que todo esto solo es una falacia conspiranoide. Podríais saber que lo es.
Pero lo cierto es que por opinar una verdad así de argumentable (que no digo que ya la haya argumentado), podría considerarse que estoy cometiendo un delito. Mientras que haber establecido un Código Penal así y obligado a los seres humanos a aceptarlo, física y psicológicamente, como válido, solo será delito donde lo puede ser: en la realidad, no en sus percepciones.
Si llegan los examenes y tienes unos cuantos agobios, ¿qué es lo mejor que puedes hacer?
a) Compras por fin algún videojuego para esa consola que ganaste en un sorteo hace cuatro años.
b) Conforme vas grabando a CDs tus ingentes cantidades de discos en Mp3, comienzas a apuntar en una base de datos los que tienes, para poder encontrarlos algún día. Nunca se sabe cuando necesitarás el disco de Alejandro Magno con urgencia (y no, no me refiero a la BSO de la peli, jojojo)
c) Te compras una impresora para imprimirte crucigramas.
d) Con scanner, para digitalizar tus partes pudendas.
e) Al grabar los Mp3 en CD has dejado mucho espacio en el disco duro, le pides a algún colega que te deje un par de videojuegos extremadamente adictivos.
f) Cambias tu habitación. Cambias DE habitación.
g) Te quedas con lo que fue el salón antes de que sea demasiado tarde. Sobre todo ahora que acabas de descubrir que funciona el calefactor GARZA que hay instalado (¡tiene un enchufe con clavijas planas!)
h) Cambia de compañeros de piso. Si consigues encontrar a alguien lo suficientemente zumbao.
i) Decides leerte los libros que tenías pendientes.
j) Incluso los que no.
k) Te entretienes maquetando de formas intrépidas los apuntes que has podido rapiñar por ahí.
l) Y los imprimes, aderezados con las fotos de tus partes pudendas.
m) Desarrollas adición a la sustancia más inopinada. Véase la valeriana.
n) Empiezas a madrugar. Levantarse a las 8:30 tiene dos grandes ventajas: la grúa no se te lleva el coche de encima de la acera de la esquina y, además, en la facultad queda algún aparcamiento vacío (aparte, claro, de los de minusválidos, que esos siempre están vacíos: un estudiante de periodismo nunca reconocería algo así).
ñ) Te sorprendes descubriendo la fórmula que calcula la media de pegotitos de gotele por decímetro cuadrado.
o) En ocasiones despistas algún recuerdo hacia esas hojas fotocopiadas que recuerdas haber visto encima del escritorio, pero no sabes por qué y pronto vuelves tu atención a asuntos más importantes.
p) Comes.
q) Duermes.
r) Encuentras tiempo libre hasta en el trabajo.
s) Te hartas de tener que escribir constantemente fechas de este año... sin poder hacer la rima.
t) En un alarde esporádico de voluntad, haces algún trabajito.
u) Hasta vuelves a escribir en el blog.
v) Pero solo porque SSMM, los RRMM de O te han dejado a 00,00 €
w) Exprimes cualquier idea gilipollesca y absurda que se te ocurra hasta el extremo, para cansarte más que nada.
x) Y para cansar a los demás, claro; frustrando, además, a quienes te creyeran capaz de llegar a la z :P (no estoy TAN enfermo).
Has he lost his mind?
Can he see or is he blind?
Can he walk at all,
Or if he moves will he fall?
Is he alive or dead?
Has he thoughts within his head?
We’ll just pass him there
Why should we even care?
He was turned to steel
In the great magnetic field
Where he traveled time
For the future of mankind
Nobody wants him
He just stares at the world
Planning his vengeance
That he will soon unfold
Now the time is here
For iron man to spread fear
Vengeance from the grave
Kills the people he once saved
Nobody wants him
They just turn their heads
Nobody helps him
Now he has his revenge
Heavy boots of lead
Fills his victims full of dread
Running as fast as they can
Iron man lives again!
Al menos no hasta que nos toque una lotería o algo de eso. O nos pongamos a venderle droga a los niños en la puerta de los colegios. Porque Madrid mola, pero si llevas dinero... o al menos una cámara de fotos y no venir sin cámara ni ná en plan paleto y tener que camelarte a las azafatas de Siemens para que te arretraten con el móvil en la calle...
No voy a extenderme mucho con los antecedentes: el 2005 empieza con el Hombrecillo Verde vehiculizado en Madrid.
Llevamos ¿cuatro? días y ya me sé los recovecos del infierno automovilístico urbanita. Sin haber llegado aún a sangre, he cometido y sufrido las pirulas a las que obliga la enrevesada disposición urbanística. He entrado marcha atrás en supuestas autovías y cosas así. He bailado valses con camiones que podrían arrastrar tu casa si les atases un cable de acero. En fin, he mirado a la muerte a los ojos, y sin llevar ya la L.
La primera, en la frente, fue el seguro. El obligatorio, claro. Básicamente me cubre la manicura de un brazo en caso de tener que amputárseme el otro, para que al menos haga bonito. Y me cuesta lo que apuntar a un niño tailandés a una buena academia de surf durante cinco años.
Luego está lo de la M-30. El tipo que la perpetró debe estar en el infienno tomando copazos codo a codo con Menguele. Valiente hijaputez. Y sobre todo porque cuando (una de cada treinta veces) tienes bien claro por dónde hay que ir, resulta que se han metido en obras y se han acordado de señalizarlo... dentro del carril (de ahí lo de las marchas atrás).
Pero conducir aquí reporta algunas satisfacciones. Está el tema del aparcamiento. Porque cuando te has pasado toda la mañana de embotellamiento en embotellamiento por las calles del centro, y llegas a la puerta de la tienda a la que ibas y justo en ese momento se va el tipo que estaba aparcado allí, empiezas a pensar que existe un demiurgo compasivo, una inteligencia superior que rige el universo con amor. Una polla con patatas porque miras el reloj y te das cuenta de que, aunque ni aparques, con tanto atasco se te ha hecho tardísimo y te tienes que pirar echando leches para el curro, sin haber podido comprar nada. Sólo por las noches, cuando llego a casa, es real la satisfacción del aparcamiento. No me había parado a pensar en lo mucho que se parece a un orgasmo aparcar el coche en la puerta de casa, aunque sea en la esquina, pillando un paso de cebra y encima de la acera. Es genial.
De las mil formas que tenía de retomar el blog, de encarar el año con ganas (o algo) voy a empezarlo sólo porque me he enterado de que se ha muerto un tipo. Un gran tipo. Y quizá en el periódico hoy no hayan escrito nada sobre él, pero como en Internet he visto que sí que se ha escrito mucho, pues yo tampoco voy a redundar. Descanse en paz.
Por lo demás, ha habido demasiados días, tantos, que haciendo un pequeño esfuerzo para recordarlo todo, me he dado cuenta de que a lo mejor no merecía la pena. Yo no me hice un blog para contar mi vida (redobles ahí, por favor).
Ahora mismo, como estoy acompañado (bueno, están en la habitación de al lado ejerciendo su droainomanía) casi que no voy a perder mucho tiempo escribiendo por aquí, pero en los próximos episodios no se pierdan...
¡Las ranitas pedagogas! ¡El increíble hombre inventado! y, sobre todo, ¡El gag del loro!