Anoche conseguí despejar 4,4 Gb de mi disco duro, y eso sin grabarme ni uno solo de los cds que me tengo que grabar de los 50 Gb de material clasificado "M". Así que, ¿para qué perder más tiempo? Ya he puesto la máquina a descargar esos bites que algún día, en el futuro, la gente sabrá apreciar como la gran herencia cultural que es.
Una de las cosas buenas del siglo XXI es poder suscribirte a los titulares de algún diario digital. Así al llegar a casa, cuando terminas de borrar los 200 mails de spam, puedes echar un vistazo a lo más destacado de la actualidad. Yo estoy apuntado, por ejemplo, al de La Vanguardia Digital. Y gracias a ello (y sospecho que a algún duende de imprenta, o de server, lo que sea) he descubierto, por fin, qué se escondía tras la crisis madridista de este año:
Si es que no hay derecho: se te echa encima uno de los servicios secretos más perros del mundo; al Becks te lo alistan de aviador en la RAF (al menos allí sí tiene buena puntería) y encima te apiolan a Zidane.
De fijo que va a ser que Bush es del Barsa.
Una de las mayores incongruencias sobre ésta bola de barro, y de las que más se traga la gente, es que existiendo como existe un Sistema regulador, educador, constrictor, castigador y castrador, el Caos (así con mayúscula) no consigue apartarse de los hombres. Al Caos le han intentado combatir con todo tipo de dictaduras, de imposiciones, de socialdemocrácias e, incluso, alguna vez, con buenas palabras. Creo que la imposibilidad de su erradicación se debe a que los hombres sean animales imprevisibles y no circuítos de silicio programables. Bueno, y hasta esos se dan al Caos de vez en cuando.
La guerra de Iraq, la situación en Cuba (dentro y fuera de Guantánamo), las mafias, la violencia doméstica, las peleas de recreo, etc; todas estas muestras gratuítas de las capacidades humanas en plena expansión sólo se deben una causa: el poder. El poder es una convención abstracta, casi eufemística, de lo que dejándonos de chorradas llamaríamos "la ley del más fuerte". No existe otro tipo de poder, no existe ningún sistema establecido por humanos que no se base en este principio tan ... irracional. Esto no significa que las guerras sólo las ganen los que tengan el misil más grande. En absoluto. La inteligencia de conseguir hacer más daño con los medios de que se disponen también serían parte de esta "ley del más fuerte". De lo que no cabe duda es de que en todas las situaciones, el más fuerte es el que gana. Y cuando los "poderosos" se encuentran con que dicho poder (que cuando no está asistido por la fuerza es tan intangible como cualquier otro dios), e incapaces -esto lo supongo- de entrar a la guerra de la inteligencia, sólo pueden lanzarse al suelo e iniciar la pataleta.
En muchas lenguas se utilizaba, para designar a una forma de hacer la guerra, un término español: guerrilla. Fue parte del secreto de los españoles para vencer a los franceses en el siglo XIX. Durante el siglo XX ya se desvirtuó bastante la palabra (y la idea) gracias a distintos conflictos en sudamérica. Volvió a ser parte del secreto en la guerra de Vietnam. Y, en general, es una forma de hacer la guerra que siempre va a ganar en X puntos a la convencional.
Como en la guerra todo vale, y además, la inteligencia cuenta bastante, la moda de esta primavera-verano en Iraq son los secuestros, principalmente de civiles. ¿Qué coño hacen civiles de los países invasores en una zona de guerra? Da igual si sus intenciones son buenas o malas, no deberían estar ahí. Siendo un poquito malpensados, y viendo cuál está siendo la resolución de la mayoría de estos secuestros, parecería que los gobiernos permitiesen a sus civiles meterse allí con la esperanza de que les secuestren (y por supuesto degoyen) a uno o dos. Para justificarse. Para demonizar al enemigo. Etcétera.
Los enemigos, encantados, oye. Cada uno de esos secuestros es de por sí una victoria. Porque si el gobierno responsable de las vidas de esos ciudadanos, como suele suceder, no mueve ni un pelo por ayudarles, ya tienen a dos víctimas más que contar en su haber el bando de los secuestradores. Y, ni que decir tiene, que si el gobierno correspondiente hace lo que sea necesario (y, olvidadlo, los rescates en plan comando no sirven), el enemigo también ha vencido porque ha conseguido lo que quería (quizá algo tan sencillo como que no haya soldados de una potencia extranjera dirigiendo su país). Los gobiernos, en general, son bastante reacios a aceptar las derrotas. Y como en este caso se la llevan de todas todas, siempre resulta más fácil de eludir la responsabilidad en el primer caso. Digamos que a un gobierno cualquiera le pueden importar más los réditos económicos y políticos que le puede sacar a una guerra que la vida de dos insignificantes ciudadanas. Que a lo mejor ni les votaron.
En los atracos a los bancos, la policía negocia todo lo que haga falta o más siempre pensando en salvaguardar en lo posible la vida de los rehenes. De hecho, incluso cuando se cede a las pretensiones de los atracadores, acaban trincándoles a los pocos kilómetros y deteniéndoles. Los policías son ciudadanos, parece que a ellos sí les pueden importar las vidas humanas. Y, en este caso, no se cortan un pelo de usar la astucia. Los secuestrados de Iraq (o cualquier otra zona de guerra, que también es práctica habitual de los chechenos) no son asesinados. Son rehenes secuestrados, y se dan siempre dos opciones: "O hacéis esto, y se salvan; o hacéis lo otro, y los matamos". En Atocha no hubo opciones. No podemos pensar qué hubiera decidido Aznar, o Zapatero, en caso de que alguien le llamase y le dijese "O retiras a tus tropas de Iraq -por ejemplo, a Aznar quizá le hubieran dicho "Cabrones, os vais a cagar, aún sé lo que hicísteis la última Edad Media", para que lo entendiera-, o mañana tienes a 200 personas muertas en Madrid". Estoy por creer que hasta en ese caso se hubieran intentado evitar los muertos, pero eso es sólo porque yo tengo muy buena fe.
La "ley del más fuerte" se ha vuelto contra los poderosos, ahora los fuertes son los otros. Y hasta que los poderosos no aprendan a admitir sus derrotas, quienes van a pagarlo van a ser los ciudadanos inocentes a quienes, en definitiva, la guerra no les iba a reportar ningún bien.
Rouco Varela quiere azuzar a los católicos a que salgan a la calle a protestar contra el aborto, contra el matrimonio homosexual, contra la investigación con células madre. Pues muy bien. Ahora es cuando deberían de seleccionarse a los antidisturbios de entre los Policías Nacionales a los más anticlericales, ateos, racionalistas y defensores de la dignidad humana. O mejor, reclutar exprofeso a unos cuantos red skins.
Pero, mucho me temo, va a ser que no. Es lo malo que tiene el mundo civilizado.
El mundo civilizado es aquél del que se ríen cuando intenta hacer creer a la ONU que la coexistencia pacífica entre pueblos y "civilizaciones" diferentes es posible. Y es ese que es capaz de interpretar de una forma medianamente correcta los sucesos de la historia, en general y de la de España en particular. Ya sabéis de quién voy a hablar, ¿eh?
*La hora de la ficción: "Un día en la vida de un hombre que no debe nada a la herencia árabe de su país."
La almohada humedecida por las babillas tenía todavía rehundido la zona donde Aznar había apoyado su cabeza durante la siesta. Desperezándose, Aznar apoyó los pies sobre la alfombra y estiró los brazos para coger del butacón su albornoz azul. Se dió una ducha rapidita, se afeitó los bordes del bigote y se roció el cuello de la camisa con agua de azahar. "Qué fresquito más rico, njenjenje" pensó. El olor del té con leche que llegaba de la cocina le despertó el apetito. Para ayudar un poco a Ana, él mismo cogió unas naranjas de la alacena y exprimió zumos para toda la familia. "¿Ana, qué vamos a comer hoy?" "Había pensado en hacer unas albóndigas, amor" "Jo, pues a mí me apetecería una paellita" "Qué caprichoso eres, Josemari" "Es que me gusta tu paella, Anita, con su arrocito, su azafrancito, sus alcachofitas..." "No me hagas la pelota, Josemari, tontorrón, si sabes que te la haré gustosa" "Qué buena esposa eres, Anita" "Eso sí, a cambio vas a ser un hombre de tu casa y me vas a traer unas cosillas del almacén de ultramarinos" "Y qué retro, Anita" "Sí, sí, pelotilla, a ver, necesitamos algo de fruta para el postre" "¿Unos albaricoques?" "Estupendo, sí, que vienen Anita y Alejandro y al niño es que le pirran" "Lo divertido que es eso que hace con los huesos, como en la peli de Bud Spencer" "No me seas asqueroso, Josemari" "¿Puedo traer horchata para acompañar el almuerzo?" "Sibarita eres. Vas a ir al infierno." "No, si para eso ya me habían hecho las reservas".
Continuará...*
¿Vaya gilipollez, verdad? Pues eso.
Uno no sabe lo divertido que puede ser tener un amigo que se llame Eme A hasta que no pasa a buscarte en una enorme furgoneta negra con una raya roja al lado en mitad de la noche para que le vayas a ayudar en una misión. Anoche, Eme A traía la furgoneta llena con las cosas de Bea, una chica de Zaragoza a la que un malvado empresario de las charcuterías ha despojado de sus tierras y empujado a la orfandad. Ella contactó con Eme A para que le hiciese nuestro "Menú 4: Venganza y patatas grandes" pero él es como es, y le ha dado el especial de la casa: "Te buscamos trabajo en Madrid y te vienes a vivir conmigo". No es listo ni ná.
Pues eso, al llegar la furgoneta, como ya tenían conductor y fumaba, sabía que mi papel iba a ser el de Murdock o el de Phoenix. Una lástima. Una lástima de interpretación, porque tuve que mezclarlos ambos. En fin, la cosa es que estuvimos descargando cosas de la furgoneta hasta las 5 de la mañana. Nunca ayudéis a una chica a hacer una mudanza. ¡Nunca ayudéis a una chica a hacer una mudanza sin antes preguntar si el piso es un 2º sin ascensor! Además, estoy seguro de que voy a tener problemas con la ley cuando alguien se de cuenta de que a la basílica del Pilar le falta la torre norte. Que es lo que les dolerá. Luego también había una enorme nevera en la que podrían caber dos tipos. Por suerte la chica es lista y vió que haciéndolos filetes cabían muchos más.
Una vez cumplida con éxito la misión, tuvieron amabilidad de devolverme a casa, donde he estado un rato muerto en la cama. A estas horas la charcutería del desaprensivo debe estar explotando y sus matones siendo detenidos por el sheriff del condado.
Me encanta que los flanes salgan bien.
Aunque vosotros no lo sepáis, este supergrupo está siempre alerta velando por nuestra seguridad; desde su guarida secreta, en los bolsos y bolsillos, pueden salir en cualquier momento o en cualquier lugar, siempre prestos a abriros las puertas, a vencer a los temibles "Revisors" o para teletransportaros velozmente a cualquier sitio. Ah, uno de ellos vuela. Un aplauso para ellos...
Un señor que está muerto y era mucho más listo que yo ya explicaba que el común es el menos común de los sentidos. Como en este país (en este mundo) cualquier gilipollas tiene una opinión y se puede atrever a expresarla tranquilamente -y ellos no suelen dejar abierta una sección de comments para esperar las respuestas- me voy a molestar en expresar yo la mía sobre algo que ha sucedido últimamente (vaya, y yo que no quería hablar más de trabajo aquí).
Os voy a dar una (que alguien me perdone) pequeña clase sobre publicidad. Vamos a ver. Cuando quieres vender brandy puedes hacer un anuncio en el que salga un hombre sentado, fumando en pipa y con batín y al que su mujer, servicial, viene a ponerle su copichuela de brandy con el delantal, para luego volverse a la cocina. Sé que os encantan esos anuncios. Sé que gente como Ussía no dudaría en añadirlos a sus manuales de las buenas maneras. O Pérez-Reverte, seguro que tampoco hará chistes socarrones sobre esos anuncios en sus artículos. O puedes hacer un anuncio bueno, efectivo e ingenioso. A mí, qué cosas, me han dado órdenes para pedir disculpas si alguien se queja de estos. Pienso presentar mi más solemne queja (aunque no sirva de nada). Es una lástima que no me vayan a dar tiempo para explicarle a los gilipollas que tengan los huevos de llamar para quejarse de eso por qué son unos gilipollas. En fin, les remitiré a este post.
Ya me jodería a mí que la gente se quejase de que "la publicidad les vende cosas". Esto, no se engañen, señores, esto es como querer tapar a La maja desnuda. Hay, incluso entre publicistas, gente que no cree que la publicidad sea un arte. A mí me parece que en todo tipo de comunicación puede darse la genialidad artística, o viceversa. No voy a decir que este anuncio sea como un Van Gogh, pero sí que me parece un buen anuncio. Tanto en lo ético, como en lo estético y, sobre todo, en lo pragmático.
¿Usted qué vende? ¿Periódicos? Muy bien, haremos que el señor de batín que bebe brandy también haga a su mujer traerle siempre con una sonrisa o, mejor aún, sosteniéndolo entre los dientes, el periódico*. Este anuncio le encantará al mundo. Le va a molar hasta a los americanos, te lo digo yo. Oh, vaya, qué infortunio, que lo que usted anuncia no es un periódico, sino un periódico digital. Sería muy molesto que el señor de batín tuviese que menear el ratón él solito. ¿Por qué no lo anunciamos con la esposa declamando en un tono amable y embriagador las noticias? ¡Sí, y la hija mayor podría acompañarla a la pianola! Madre mía, esto son anuncios.
Pues no oigan, si uno vende información, tiene que anunciarse con información. Y si Bush puede usar a sus 3000 muertos para justificar que el dinero de sus contribuyentes se gaste en comprar armas a sus empresas y las de sus amigos, me parece a mí que cualquier otro uso que se haga de esa información (tierra a tí, 3000 muertos hace 3 años en Nueva York son sólo eso: información, historia, excusas). Y si se han hecho anuncios usando la celebérrima foto de la niña vietnamita quemada con napalm, si se hacen anuncios con enfermos de lepra, con muertos, con animales, con lo de Tiananmen, con el muro de Berlín, con curas, con monzones, con huracanes, con incendios forestales... ¿por qué no vamos a anunciar una empresa que vende información utilizando la que se supone es la "información más importante del siglo XXI"**? A mí me parece que la idea es brillante y, habiendo podido incurrir en el mal gusto no lo han hecho en absoluto. Es un anuncio elegante. Solo son dos fotos diferentes del Skyline neoyorquino, antes y después. Y si no te enteraste, ¿dónde estabas? Emotivo. A mí me ha parecido emotivo. Será porque vi hace poco Goodbye Lenin, que es una película no tan diferente a este anuncio. Si la gente no fuera tan ceporra y viera las dos fotos con un poquito más de seso, si interpretasen las dos imágenes, si no se quedasen en la banalidad superficial... quizá también se les vendrían a la mente todas las angustias que dió "ese día". Como a mí. Pero no debemos ser muchos quienes de verdad pasemos ese tipo de angustias. Creo que somos esos poquitos del rincón, los que no gritamos.
En Argentina, ví el otro día, han hecho unos anuncios muy divertidos sobre el baile de presidentes que tuvieron hace poco tiempo. En términos relativos, creo que el que tres mil personas mueran de golpe es algo menos angustioso que el que millones de personas mueran de hambre lentamente porque su país entero se vaya a la mierda. En términos absolutos: ambas cosas son una jodienda, y un mal comienzo para edificar ningún futuro.
*El anuncio es de elpais.es, esto es, Prisacom. No es El País. Aunque ambas empresas pertenezcan a PRISA, Prisacom es una cosa y El País es otra. Pero si no lo entienden ni los propios clientes, intenta hacérselo entender a los demás.
**(esto lo podemos discutir otro día)
Iba a poner un post sobre lo que me gusta pasear, incluso por la ciudad, incluso de noche. He pensado que mejor me voy a dar un paseo. Hasta luego.
(Nota: no, no es vagancia. Me apetece más el paseo de verdad)
Hay gente que piensa que ser la enfermera que cambia las escudillas en geriatría o la encargada de la piscina de bolas del Ikea es una profesión de riesgo. Yo no digo que no sean profesiones estresantes, delicadas y, hasta cierto punto, peligrosas. Pero, para profesión violenta, la mía. Cuando coges el teléfono no sabes lo que te espera al otro lado. La adrenalina se dispara, al oir el "ring, ring". La sien te late, el corazón se acelera, la boca se reseca, te tienes que contener los eructos y los bostezos.
Carraspeas. Y coges.
Y no sabes lo que te espera al otro lado.
El duelo psíquico acaba de comenzar. Tú, casi deshauciado del mundo de la cordura, contra un millar de energúmenos expulsados de los frenopáticos por mal comportamiento.
¿Y por qué llamarán a los teléfonos de Atención al cliente los autistas?
Tienes al del síndrome de Tourette, que es capaz de cagarse hasta en familiares tuyos que hacía siglos que ni veías (o pensabas que habían muerto). Cuando le pides los apellidos tienes que descifrarlos (a menos que verdaderamente se apellide "Josdeputa"). Se le doblega fácilmente utilizando polisílabos e interrogativas. Al final se disculpa, aclara que no tiene nada contra tí y que perdón, que él quería hablar con Amena.
O el esquizofrénico. Él se hace pasar por alguien, por otro, por alguno más, a ver si cuela, hasta que dé con el suscriptor. Cuya identidad adopta por un mínimo de 10 minutos para consultarte estupideces.
A mí hoy me ha llamado una tipa con una importante paranoia. ¿Quién duda entre si se llama María o Ana? ¿Cómo puede alguien tener un DNI al que le falten 3 dígitos? ¡Señorita, qué casualidad, su número de teléfono es igualito que el del telepizza! No, no puede pagar la suscripción dejando cada día 1 euro al repartidor en una escudilla, tiene que domiciliar el pago. No, ¡Claro que no! ¡No podemos llevarle su periódico si no da su dirección! ¡No, no vamos a esconderlo en la tercera papelera según sales del metro!
¿Han intentado atender 3 minutos a una persona con trastorno bipolar?: "¿Qué disco quiere usted?" "El de Depeche mode. No, mejor, el de Village People. Bueno, no, el de Alphaville. Eh, espere, casi que me quedo el de Boney M. Vaya, aunque me apetecería más el de Soft Cell..."; "¿Querría usted pagarlo contra reembolso?" "Sí, me encanta hablar con el cartero. Me paso el día en la puerta de casa hasta que llega. Es un hijo de puta odioso"; "¿A qué dirección se lo mandamos?" "A ver, Calle Tal y Cual, número... no, mejor déjelo, total si para cuando llegue habré muerto".
¿Y por qué llamarán a los teléfonos de Atención al cliente los autistas?
Algunos ancianitos llaman solo para que les des conversación. Se nota porque intentan que les añadas una propinilla para tí en el cargo a la tarjeta de su pedido. Las ancianitas, a veces, pretenden algo más. Dios, es horrible, puedes imaginarlas remeneando la lengua como Carmen de Mairena incluso a través del teléfono.
Llaman pederastas, no contestan hasta que no pones la voz aflautada. "Vale, señor, le enviaremos su periódico, pero ¡Por amor de dios, deje de restregarse el auricular por ahí!"
Gente que quiere poner anuncios de contactos.
¿Y por qué llamarán a los teléfonos de Atención al cliente los autistas?
Gente que se confunde, que en realidad quería hablar con la Cuenta Ahora (que debe de tener un teléfono parecido al nuestro) porque han contraído una "pequeña deuda" con un tipo poco recom...ehm... "con un viejo amigo de la familia que le hizo un préstamito y ahora necesita recuperarlo".
Niños pequeños.
Algunos deficientes de verdad, pero de esos no nos reímos.
Y bueno, el habitual surtido de megalomaníacos, egoístas, cabezones, autarquistas, mentecatos, gente que cree que ser quien ponga el dinero les hace ser quien pone la razón, pacatos, tímidos, noseñoritanopodemosintimarconlosclientes, y demás fauna.
¿Y por qué coño llamarán a los teléfonos de Atención al cliente los autistas?
Vale que la gente no sepa leer, vale que la gente sea incapaz de comprender lo que significa el circulito blanco de borde rojo con una barra diagonal roja que tapa un cigarrillo (incluso en una autoescuela). Pero que cuando se les dice de viva voz (ahora que lo pienso, quizá no entiendan idiomas articulados tampoco) es increíble que la gente no haga ni puto caso y siga fumando. Y más en un lugar público, un puesto de trabajo, la oficina-armario empotrao donde trabaja Irenita y donde se le pone a fumar todo el mundo. Ha puesto carteles, ha quitado los ceniceros, y nada. ¿Comprenderá la gente que por encima de su derecho a fumar está el derecho de los demás a intentar asimilar el aire de Madrid sin que le obstaculicen más aún? En fin, aunque no sirva de mucho porque seguramente ni lo entenderán, le he preparado un pasquincito para que lo exponga mañana en la autoescuela. Es para todos los gustos y sabores. Es este:
OSAMA BIN LADEN FUMA, GEORGE BUSH FUMA, SADDAM HUSSEIN FUMA, VLADIMIR PUTIN FUMA, HITLER FUMABA, NAPOLEÓN FUMABA, STALIN FUMABA, FIDEL CASTRO FUMA, FRANCO FUMABA, MUSSOLINI FUMABA, RONALD REAGAN FUMABA, SILVIO BERLUSCONI FUMA, CHARLES MANSON FUMA, HARVEY LEE OSWALD FUMABA, LOS MOROS DEL 11 M FUMAN, LOS DEL 11 S TAMBIÉN FUMAN, O J SIMPSON FUMA, ARIEL SHARON FUMA, GADAFFI FUMA, FERNANDO VII FUMABA, JOSÉ BONAPARTE TAMBIÉN FUMABA, ALI ADKA FUMA, AL CAPONE FUMABA, EL GENERAL CUSTER FUMABA, BENJAMIN DISRAELI FUMABA, LA REINA VICTORIA FUMABA, MILLÁN ASHTRAY FUMABA, JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA FUMABA, MIGUEL PRIMO DE RIVERA TAMBIÉN FUMABA, SANTIAGO CARRILLO FUMA PUROS, FRAGA FUMA, BUENAVENTURA DURRUTI FUMABA, DEGAULLE FUMABA, HIMMLER FUMABA, GOEBBELS FUMABA, LOS PEDERASTAS DE INTERNET FUMAN, LOS LÍDERES DE SECTAS SATÁNICAS SUICIDAS FUMAN, LOS SECUESTRADORES DE BEBÉS FUMAN, LA MADRE DE TAMARA FUMA, LOS QUE APALEAN BEBÉS FOCA FUMAN, LOS QUE MATAN BALLENAS FUMAN, LOS QUE COMPRAN ABRIGOS HECHOS CON PIELES DE ANIMALES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN FUMAN, LOS CAPOS DEL CÁRTEL DE MEDELLÍN FUMAN, LOS LÍDERES DE LAS FARC FUMAN, LOS ULTRA SUR FUMAN, LOS LEGIONARIOS DE CRISTO REY FUMAN, PAPA DOC DUVALIER FUMABA, LOS ASESINOS FUMAN, LOS VIOLADORES FUMAN, MIKEL ANTZA FUMA, LOS TALIBANES FUMAN, JOMEINI FUMA, LOS GAL FUMAN, LOS GRAPO FUMAN, HASTA PIO MOA SIGUE FUMANDO, CAROD ROVIRA FUMA, EL ARMADOR DEL PRESTIGE FUMA, ROUCO VARELA FUMA, EL CARDENAL RATZINGER FUMA, LOS CHECHENOS FUMAN…
…¡¡¡ BIENVENIDO AL CLUB, SIÉNTETE UNO MÁS !!!
No, niñas, no alborotéis. No os voy a dar masajes. Ni siquiera voy a hacer otros juegos lingüisticos que los que hago habitualmente en el blog.
Voy a hablar de lo que es levantarse un domingo a las 12:30 de la mañana. Darse un paseo charlando con los amigos para ir a comprar tebeos. Ponerle mala cara al arroz de tu abuela hasta que te lo cambia por un filete. Irse a la playa, nadar, mojarse mucho el culo. Hacinarse en un garito enano con cinco energúmenos sudorosos que aporrean diversos instrumentos musicales. Irse a tomar unas cervecitas con ellos y, entre tapa y tapa, salvar al mundo.
Vaya, si todavía me acuerdo...
Cada nuevo día de trabajo me siento como si estuviera multiplicando el de otro. Por diversas circustancias, el volumen de trabajo se ha incrementado en los últimos días. Por circustancias más diversas todavía (casi inverosímiles, si no fuese la vida real yo no me lo creería) el personal ha ido disminuyendo. Yo que no me encuentro enmarcado dentro de ninguno de los flujos migratorios de los recursos humanos, me veo como un escollo más en el torrente informativo de las llamadas telefónicas.
Nuestros generales (como suelen hacer los generales) han sido muy poco previsores. Sabían qué día venían los indios. Y sabían que tenían que llamar al 7º de caballería. En lugar de llamarles una semana antes, les han llamado una semana después. Este es un aviso para dicho regimiento: para cuando lleguéis, no os extrañéis si encontráis que nuestras mujeres han sido robadas, nuestros hombres asesinados y nuestros caballos violados por los indios. Ellos no tienen sentimientos. No tienen corazón. De hecho, muchos ni siquiera tienen cerebro.
Estoy intentando centrarme un poquito, que está feo traerse trabajo a casa. Que la vida son más cosas. Algunas incluso muy bonitas. Lo malo es que casi todas suceden cuando yo estoy durmiendo. No soy gran aficionado al café (así me hace más efecto), pero en los últimos días he dejado el café con leche. Me he pasado al café con cocacola. No sé si lo habéis probado. Es muy efectivo. Efectivo si quieres despertar de golpe, correr un maratón, o incluso para desatascar cañerías. E incluso está bueno (la espumilla no, es muy densa, como de cerveza pinta, pero en más amarga; sólo está buena en frío). Y es barata. Con una tienes para toda la semana.
En fin, es temprano, voy a ver qué par de libros me leo en este nuevo periodo "Luz artificial - 3".
Encuentra las 7 diferencias entre lo que enseñan en este parvulario estadounidense y la realidad:
Por mi forma de pensar, los nacionalismos (como cualquier otra obcecada forma de entregar la vida de uno a una abstracción) me la refanfinflan. Me dan risa y además son bastante opuestos a mi idea de estado ideal de la humanidad, en forma de sociedades reticulares unidas por coordinación o como mucho por yuxtaposición. No me va la subordinación a mí. Con los nacionalismos me pasa máomenos lo mismo que me pasa con las demás formas conocidas de heteronomía (religiones, economicismos, etc...). Vamos, que con lo idealista que soy yo, para las miras soy bastante más pragmático. Que Chechenia (pongamos Chechenia por el peso de la actualidad, pero me vale cualquiér superficie idolatrada de terruño) no quiera ser de Rusia (pongamos Rusia por lo mismo de nacionalismos, localismos y demás mandangas está el mundo lleno) o que lo quiera seguir siendo o que sea lo que los chechenos quieran me da lo mismo. De hecho lo ideal sería que fuese lo que los chechenos quieran, pero para eso tendrían que dejar a unos cuantos vivos.
Los independentistas (o simpatizantes) chechenos armados tomaron hace un par de días un colegio y a sus ocupantes, entre ellos los niños como rehenes. La directora del centro en las conversaciones telefónicas que ha mantenido con las autoridades ha comentado que los niños están bien... pero que sería necesario que les hiciesen llegar alimentos. Obviamente, el ejército ruso, el enemigo de los chechenos, no va a ponerle las cosas fáciles. Pero sí que se echa de menos a esas OGs de tanto renombre que, se supone, deberían ser imparciales. Si, pongamos por ejemplo la Cruz Roja o, incluso cabe el caso aquí, la Unicef, moviesen un dedo para facilitar los cuidados, no ya de los soldados chechenos, claro, que eso sería tomar parte, pero sí de sus rehenes, que no son otra cosa que niños, la cosa se equilibraría. Los rusos, supongo, esperarán que los chechenos liberen a los niños antes de que se mueran de hambre. Y si se mueren de hambre, la culpa (claro) es de los chechenos. Al menos así se cubren las espaldas, que la última vez todos los muertos civiles los tuvieron que poner ellos (los rusos). Que no es que les hayan costado mucho, pero les han bajado la popularidad.
He oído gritar a una compañera de trabajo unas mesas más allá, mientras discutía con otro, supongo que al leer el periódico, que eso sí que no. Que los niños son sagrados. Pues tampoco, oiga, si lo de sagrado es otro abstraccionismo de esos. Los niños pueden ser potenciales, pero no más. Y, en todo caso, si fueran sagrados, igual de sagrados serían los niños chechenos que en paz descansen. Porque por mucho que uno quiera a su terruño, y por mucho que uno quiera a su Alá, uno no se va a un colegio con 50 kilos de dinamita atados al pecho así como así. Los independentistas chechenos son personas. Como tú. Y tienen familias. Unos enteras, en precario, otros mutiladas, tienen hermanos, padres, niños, o no los tienen ya. Como tú. Y tú estás tranquilo mientras la Guerra de Chechenia sea sólo en Chechenia. Cuando los visitantes son soldados y los locales, terroristas (que últimamente pasa una jartá, no vean ustedes que decadente está el periodismo deportivo). Pero, con que sigas mínimamente el júrcol sabrás, lechoncete, que los locales no siempre juegan de locales, que también tienen que jugar de visitantes. Que a veces los equipos pequeños ganan fuera la Champion's. Que a todos los clubs modestos, les gusta ganar en Wembley.
8:30 Me interno por el banco para pagar unas facturas
9:00 Tiempo muerto en el metro, un abono B1, por favor.
10:00 Al Ikea, a por un tendedero, un organizador de armarios y un juego de 3 tijeras
11:00 Después de mostrar las dos amarillas y la roja a Irenita, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado han tenido que desalojarla del susodicho local. Como trofeo llevaba una papelera fuxia, un ¿mantel? y una alfombra.
11:05 He vuelto al Ikea a ver si me podían atar con algo la bolsa al tendedero, que ya es bastante cansado y cantoso de por sí, imaginad con la bolsa colgando.
11:30 Se suponía que yo venía al Kiabi a comprarme algo de ropa.
11:31 Asustamos a La Mari, que estaba en donde los gayumbos. Manoseando los calzoncillos, hablando sola. Esta chica necesita ayuda...
12:00 Estaba yo embutiendo en la cestita 3 camisas, 3 camisetas, 1 pantalón, 12 pares de calcetines y una cazadora. Dudando si debería comprarme los gayumbos con la cara de El Ché (sí, esa foto) o mejor los calzoncillos imperio gangsta style, con agujeritos para la transpiración cuando por megafonía han preguntado si había algún responsable capaz de separar a la chica que babeaba delante de los peluchitos de la sección de bebés.
12:10 ¿No tenía que salir de aquí a las 12 si quería llegar a tiempo al trabajo? Vale, me pruebo sólo los pantalones. Si el tallaje está bien, todo lo demás seguro que me cae bien.
12:30 ¡Señora, no muerda mi tendedero, que es nuevo! (Qué incómodo es viajar en bus)
13:00 Plaza de Castilla. Otro autobús. ¿Qué le pasa a toda esa gente? ¿Nunca han visto a nadie que venga de comprar un montón de cosas y, entre ellas, un tendedero? "¡Mirad allí, una monja con tres cabezas!" Sigue sin funcionar. La próxima vez entrenaré mejor.
13:25 Hay que bajarse del autobús, las cuatro personas que se han sentado a mi alrededor sin preguntar se ponen nerviosas cuando distinguen los brillos calculadores de mi mirada dirigida al botón de STOP.
13:26 ¡Señora, no muerda mi tendedero, que es nuevo! (Qué incómodo es viajar en bus)
13:30 ¿Por qué usar sólo dos autobuses cuando puedes ir en tres?
13:31 Paso de sentarme, me quedo de pie frente a la puerta. Mirada a la izquierda. Mirada a la derec... ¡Coño! ¿Pero cómo se le ocurre a nadie cruzar las piernas así llevando una minifalda ancha como una caja de cerillas?. Mirada a la izquierda. Mirada a la izquierda. Qué bonito es mi tendedero. Mirada a la izquierda. Frenazo. Mirada involuntaria a la derech...¡Argh, y sin depilar! Agarro mis bolsas. ¡Busero, pare, me bajo!
13:40 Un escalope de ternera, por favor. ¡Sí, vengo de la compra!
13:55 Embuto todas las cosas de la compra en el huequecito que hay entre mi puesto de trabajo y la pared de cristal. Desde el otro lado alguien mira el tendedero. ¡Es un puto tendedero!
17:40 Sms de Jona "Han llegado los dos tomos de Sinfest."
18:?? Respondo a Jona "Pensaba que Caja Madrid no iba divulgando mi información privada por ahí".
20:05 Salgo del curro. Con las bolsas de la ropa, el tendedero, y el organizador de armario. ¿Qué es todo esto como para impedirme ir a Callao a por esos tebeos?
20:50 Están echando la verja. Precisamente hoy se tenía que estropear mi bus. Precisamente hoy tenía que haber una cola +20 en el cajero de Callao. Precisamente hoy sólo había billetes de 50. ¡Muchas gracias! Mi frustración no ha sido tanta como podría haberlo sido, porque han sido tan amables de vendérmelo en la calle.
21:30 Por fin el agente se convence de que dos personas intercambiando dinero en la calle Puebla no necesariamente lo intercambian porque hayan estado haciendo eso.
22:00 Yupi. Por fin a casa. Ya puedo soltar tooooodo este peso.
02:00 "Organizador de armarios" vaya estafa. Casi tan inexacto como lo de "ordenador". Al final he tenido que hacerlo yo todo. Bueno, estoy en ello. Mañana algún rumano enórmemente gordo me querrá más. Si a esos ancianos les dejan acumular basura, ¿por qué no puedo yo usar la misma ropa que hace 10 años?
8:30 Me interno por el banco para pagar unas facturas
9:00 Tiempo muerto en el metro, un abono B1, por favor.
10:00 Al Ikea, a por un tendedero, un organizador de armarios y un juego de 3 tijeras
11:00 Después de mostrar las dos amarillas y la roja a Irenita, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado han tenido que desalojarla del susodicho local. Como trofeo llevaba una papelera fuxia, un ¿mantel? y una alfombra.
11:05 He vuelto al Ikea a ver si me podían atar con algo la bolsa al tendedero, que ya es bastante cansado y cantoso de por sí, imaginad con la bolsa colgando.
11:30 Se suponía que yo venía al Kiabi a comprarme algo de ropa.
11:31 Asustamos a La Mari, que estaba en donde los gayumbos. Manoseando los calzoncillos, hablando sola. Esta chica necesita ayuda...
12:00 Estaba yo embutiendo en la cestita 3 camisas, 3 camisetas, 1 pantalón, 12 pares de calcetines y una cazadora. Dudando si debería comprarme los gayumbos con la cara de El Ché (sí, esa foto) o mejor los calzoncillos imperio gangsta style, con agujeritos para la transpiración cuando por megafonía han preguntado si había algún responsable capaz de separar a la chica que babeaba delante de los peluchitos de la sección de bebés.
12:10 ¿No tenía que salir de aquí a las 12 si quería llegar a tiempo al trabajo? Vale, me pruebo sólo los pantalones. Si el tallaje está bien, todo lo demás seguro que me cae bien.
12:30 ¡Señora, no muerda mi tendedero, que es nuevo! (Qué incómodo es viajar en bus)
13:00 Plaza de Castilla. Otro autobús. ¿Qué le pasa a toda esa gente? ¿Nunca han visto a nadie que venga de comprar un montón de cosas y, entre ellas, un tendedero? "¡Mirad allí, una monja con tres cabezas!" Sigue sin funcionar. La próxima vez entrenaré mejor.
13:25 Hay que bajarse del autobús, las cuatro personas que se han sentado a mi alrededor sin preguntar se ponen nerviosas cuando distinguen los brillos calculadores de mi mirada dirigida al botón de STOP.
13:26 ¡Señora, no muerda mi tendedero, que es nuevo! (Qué incómodo es viajar en bus)
13:30 ¿Por qué usar sólo dos autobuses cuando puedes ir en tres?
13:31 Paso de sentarme, me quedo de pie frente a la puerta. Mirada a la izquierda. Mirada a la derec... ¡Coño! ¿Pero cómo se le ocurre a nadie cruzar las piernas así llevando una minifalda ancha como una caja de cerillas?. Mirada a la izquierda. Mirada a la izquierda. Qué bonito es mi tendedero. Mirada a la izquierda. Frenazo. Mirada involuntaria a la derech...¡Argh, y sin depilar! Agarro mis bolsas. ¡Busero, pare, me bajo!
13:40 Un escalope de ternera, por favor. ¡Sí, vengo de la compra!
13:55 Embuto todas las cosas de la compra en el huequecito que hay entre mi puesto de trabajo y la pared de cristal. Desde el otro lado alguien mira el tendedero. ¡Es un puto tendedero!
17:40 Sms de Jona "Han llegado los dos tomos de Sinfest."
18:?? Respondo a Jona "Pensaba que Caja Madrid no iba divulgando mi información privada por ahí".
20:05 Salgo del curro. Con las bolsas de la ropa, el tendedero, y el organizador de armario. ¿Qué es todo esto como para impedirme ir a Callao a por esos tebeos?
20:50 Están echando la verja. Precisamente hoy se tenía que estropear mi bus. Precisamente hoy tenía que haber una cola +20 en el cajero de Callao. Precisamente hoy sólo había billetes de 50. ¡Muchas gracias! Mi frustración no ha sido tanta como podría haberlo sido, porque han sido tan amables de vendérmelo en la calle.
21:30 Por fin el agente se convence de que dos personas intercambiando dinero en la calle Puebla no necesariamente lo intercambian porque hayan estado haciendo eso.
22:00 Yupi. Por fin a casa. Ya puedo soltar tooooodo este peso.
02:00 "Organizador de armarios" vaya estafa. Casi tan inexacto como lo de "ordenador". Al final he tenido que hacerlo yo todo. Bueno, estoy en ello. Mañana algún rumano enórmemente gordo me querrá más. Si a esos ancianos les dejan acumular basura, ¿por qué no puedo yo usar la misma ropa que hace 10 años?