El viaje de mediados de julio a Oviedo para minimizar melancolías va a ser una de las tradiciones improvisadas más apasionantes de mi mitología particular. Esta vez tan solo unas pequeñas retenciones de 20 km podían ensombrecer la excursión... y lo hicieron. Justo al salir se jodió el disco de embrague (menos mal que no conducía yo) y tuvimos que irnos Anuka y yo en la grúa con Julián López el de La Hora Chanante y sus amigos en un taxi hasta que nos recogió el primo kamikaze de Pozi para llevarnos, raudo como el viento* hasta Asturias.
Como no tenía previsto ir, tuve que ir por la mañana con Ana a buscar una muda. Esta ciudad cada vez es más divertida. Si bien las farmacias de guardia juegan al escondite, lo de la ropa de caballeros es mejor aún.
"H & M"
- Hola, ¿la ropa de hombre?
- En XXXXXX (léase: otro término municipal).
- Chachi, voy a tener que hacerle dos agujeros a una montera picona...
Por suerte, la juventud ovetense sí que sabe divertirse los sábados por la noche. Tanto, que prefieren irse a cualquier otro sitio, por miserable aldeucha de cuatro casas que sea (as seen on googlemaps). Está muy bien, porque así puedes campar a tus anchas por los bares y jugar al (lo siento, yo aprendí este finde) "cincocéntimos"**. Que consiste en que además de beber cuando quieres, bebes cuando quieren los demás, normalmente con el fin de que no quieras beber más. Y también es guay porque no hay cola para jugar al Trivial en los bares (ostias hay normalmente...).
Otra cosa divertida ha sido visitar la pista finlandesa. Cuando vayáis a Oviedo no os la perdáis, es genial. Es una pista de varios kilómetros con movidillas para que la gente haga ejercicio. A mí me fascinó en concreto por una de las pruebas: extiendes la toalla en el césped y te tumbas a la sombra de un árbol oyendo sólo cencerros y murmullos ininteligibles de los ancianos paseantes. Sin duda, el ejercicio físico más sano que hay después de las napolitanas de jamón de york y queso.
El viaje de vuelta (sin el coche imprevisto a mano) fue en bus. Algo estupendo porque así tuve la oportunidad de ver de nuevo Piratas del Caribe III, que es muchísimo más divertida de lo que parece de primeras, solo hay que saber qué libro leerte mientras la ponen.
Madrid no mola tanto ahora.
*Esto podría parecer una forma de hablar, pero es bastante literal. De hecho, lo más aproximado que se me ocurre a la conducción de este señor en velocidad, precisión y destrozos causados vendría a ser el Katrina.
** El duro. No se me da tan mal.
Posted by germanmj at Julio 16, 2007 08:33 PMMe alegro de que te metieras de un salto en el claramóvil en el último minuto, así ya tengo a quien ganar jugando al duro para la próxima quincena en el Ejidou. (a los demás les veo irremediablemente bendecidos por la suerte del principiante, especialmente a Nereo, que cuando hay juegos y alcohol de por medio lleva las de ganar)
Hola majosss! Pasadlo biennn. La armaré buena por akí ;)
Posted by: wise on Julio 18, 2007 02:43 AM