El hombrecillo verde me dice cosas...

¿Supergoofy?

Algunos vienen y se me quejan de que sus mini-them les fallan de tanto en tanto. Que los tienen alicaídos, vagos, perezosos, que para una vez que les sale algo de curro alegan que para qué si ya van tirando con el PER (Pajeo Empedernido Rutinario).

"Ahí" les digo yo, "Ahí está el problema. ¿Cómo coño puedes querer que no se regoste y flacidezca si le llamas "mini-"? ¡Eso es muy friki! Y claro, a fuerza de llamarle de forma friki, acaba adquieriendo hábitos de pene friki y, lamentablemente, esto incluye adhesión acérrima a la comodidad del PER".

Amigo, si quieres tenerlo contento, aparte de darle eso que huele a pescao y no es Wiskas, tienes que mimarlo, hablar con él a menudo (piensa en la de horas que pasáis juntos). Contarle de tus cosas, que te hable de las suyas. Sed un equipo. Y, por supuesto, tratale de tú a tú. Nada de inferioridades, ni minimeces (que se lo acaba creyendo, o, peor, le da una depre y de ahí sí que no lo sacas). Hay que ir a por nombres poderosos. Thor, Hércules, Baal, Aquíles, Poseidón, Zeus, Ulises, Odín, Amón-Ra, Fenris, Bhrama... ¡nombres así! Cuidado, eso sí, con los nombres mitológicos, a ver si va a haber algún listo que piense que Mercurio es el nombre idóneo. En absoluto.

También podrías tirar por lo intelectualoide-histórico. Aníbal (Amílcar Barca es demasiado enrevesado, se haría la picha un lío), Viriato, Julio César, Marco Antonio (cualquiera menos Tito, por Diso, Tito ¡no!), Pericles, Alejandro, Arturo (eh, según la peli era romano, no?). Puedes intentarlo con Canuto, pero ahí los resultados serían irregulares. Erik, Olaf, Schumacher, nombres así como vikingos también funcionan. Ah, no, coño, Schumacher tampoco ni, ya puestos, Carlos Sainz.

Nuestra cultura está llena de referentes posibles, intenta huir, eso sí, de las modas y estandarizaciones. Hace unos años, Aragorn o Legolas hubiesen sido aceptables, incluso Gimli o Frodo si conseguías obviar los complejos. Don Quijote, Amadis, Don Juan, Calisto, Juan Ruiz, Espinete, la literatura brinda ideas cojonudas para elegir el nombre adecuado. También es cuestión de ir conociéndolo y perfilando sus habilidades.

Si lo tuyo es más lo tántrico que lo físico, también puedes optar por lo cerebral: Sócrates, Pitágoras, Anaximandro, San Agustín o Santo Tomás, poco recomendables pero que ahí están, Erasmo, Kant, Descartes (para los promiscuos, sobre todo si no sabes pronunciar el francés). Incluso, osado, Nietzsche o Sartre. Habermas o Heidegger molan también, por la sonoridad contundente que tienen.

Pero como, lamentablemente, lo primordial es el campo de lo físico, podría recurrirse también a la base cultural más reciente. Supermán, Batman -mejor "El señor de la noche"-, Hulk, Lobezno, Cíclope. Comprenderéis por qué no hay que pensar siquiera en Flash o Green Arrow -nada de Green, en general-. Atom, tampoco. Goliath, sí. Ojo de halcón, por supuesto. Galactus, Mister Fantástico o Antorcha Humana, aunque algo pretenciosos, si de lo que se trata es de subir la moral, son de lo mejor. Por supuesto, con reminiscencias de dureza y fuerza, está el socorrido apelativo de "La cosa", pero también está muy manoseado. He-Man, GIJoe, Mister T o Kit. Incluso McGyver. Son algunas de las mejores posibilidades, pero nunca bien ponderadas.

Es difícil llegar al nombre adecuado. Cada persona es un mundo y, en consecuencia, sus satélites comparten sus peculiaridades. Hay que tener muy buen ojo para bautizarlo con el nombre propicio para sus ánimos.

A mí, por ejemplo, me gusta llamarlo Supergoofy.

Posted by germanmj at Noviembre 13, 2004 02:52 AM