El sentido del humor es una cosa que notas presionando en cinco puntos diferentes de la cabeza si ahuecas la mano y la apoyas sobre tu cabeza dos segundos antes de que te estallen los ojos. Debe ser eso, porque lo otro son los latidos, que retumban desde la sien derecha, a donde intentas llegar mirando por el rabillo del ojo (sin mucho éxito) vigilando no te vaya a reventar ninguna venita.
Luego echas la cabeza hacia atrás, te quitas las gafas, desenroscas el tapón de la botellita de agua y la apoyas muy rápido, bocabajo, contra tu ojo cerrado. Una transfusión de lágrimas ligeramente exagerada te besa el cuello hasta perderse por los pliegues de cualquiera de las múltiples mangas, cosquilleándote húmeda el resto de la tarde, al roce de la piel cada rato más fría.
Y cambias de postura. Activas la protección de las galletas de chocolate contra las sobrecargas en el flujo informacional (hago bastante más upload que download, pero de todo hay). Si los módems se sobrecargan y sólo tienen que trabajar a 126 kb/s, imaginad un pobre cerebro humano con los niveles de magnesio, ácido fólico y cacahueses un poco flojos. La ventaja de usarlo casi en exclusiva como herramienta para todo -o más bien mi Sistema Operativo de relación con el exterior- es que el interface lo manifiesta poco. Y lo manifiesta con una precisión mecánica pasmosa, que me asombra por lo inesperada (aunque haya pasado poco en tal circustancia, la cosa promete) y por lo efectiva. Hablaba del sentido del humor, al comenzar este post, como una broma, ante la inevitable sensación, sustentada en los reflujos de diversos carburos que han ido atormentándome por dentro a lo largo del día, de que me estoy convirtiendo en un ser mecánico -y sin jardín botánico-.
Posted by germanmj at Octubre 20, 2004 01:22 AM¿...qué?
Posted by: Somófrates on Octubre 20, 2004 12:32 PMEs una referencia a una canción, hombre :P
Posted by: Germán on Octubre 20, 2004 07:07 PM