"Imaginemos una mujer que al volver a casa sorprende a su marido inspeccionando con un palito su propia mierda. Imaginemos que este hombre no regresa jamás de su ensimismamiento, y que ella tiene que internarlo en una clínica para enfermos mentales al norte del país. Nuestro libro comienza a la mañana siguiente, cuando esta mujer regresa en tren a su domicilio tras haber finalizado los trámites de ingreso, y el hombre que está sentado a su lado, un hombre joven, de nariz prominente, ojos saltones y alopecia prematura, que viste un traje azul marino y lleva sobre las rodillas una peculiar carpeta de color rojo, se dirige a ella con esta pregunta tan peregrina:
-¿Le apetece que le cuente mi vida?
Vaya pregunta. Al oírla, nuestra mujer, de aspecto más elegante y distinguido, mayor en edad, aunque menuda en estatura y, como suele decirse en estos casos, de semblante agradable y ojos vivarachos, se queda petrificada. El hombre se ríe de una manera que a ella le parece abierta y franca, y le aclara que es una broma, una manera como otra cualquiera de romper el hielo, porque el viaje hasta Madrid es muy largo."
Antonio Orejudo Utrilla
"Ventajas de viajar en tren."
Alfaguara, 2000.
Podrías haberme contado tu vida el otro día :)
Posted by: Rear Window on Abril 1, 2004 08:01 PM