Por más que me lo proponga, y va en temporadas, mis noches acaban suspendidas de la más variopinta fauna tipográfica. La cosa viene de atrás. Probablemente sea uno de los pocos niños a quien su madre, cuando le quería castigar, le prohibía leer. Yo intentaba saltarme el veto con métodos de lo más peregrino: leer encerrado en el baño, poner trapos bajo las rendijas de la puerta para que no se viese la luz... aunque ella siempre frustraba mis artimañas (lo de los trapos ya lo había hecho en su día ella misma). Conforme crecí, con la excusa de que tenía que estudiar y otras mil cosas que hacer, la lectura nocturna en la cama se fue extendiendo por todas mis noches hasta hacerse cuasi imprescindible. Y cuando no podía leer (en ocasiones, como ahora, los ojos me palpitan y hasta yo me doy cuenta de que debo parar) pues me ponía la radio.
Me aficioné a El Larguero antes que al fútbol, empecé a entender que Hablar por Hablar no era una ficción supina como mis libros diurnos o, en alguna noctambulidad extrema conocí, por ejemplo, a Les Luthiers (creo recordar que fueron entrevistados u homenajeados en Si amanece nos vamos). Nótese que mi dial se mueve poco, no hagan conjeturas: es pura pereza. El caso es que con la llegada de Internet a mi vida ya la cosa se fue agravando. No era una comunicación de receptor únicamente como podía obtener de los libros (o las webs). Había irc. Había más gente que no dormía por las noches. Existían las conversaciones noctámbulas.
Luego llegaron los trabajos (de lo más peregrino también) que, supongo que por perfecta adecuación a mi medio, se me dieron siempre mejor de noche. Los físicos y los intelectuales, no creáis. Entenderéis que a mí los usos horarios y las restricciones me tienen, en la medida de lo posible, proscrito. Quizá sí, cuando vivir de día forma parte de mi responsabilidad, lo consigo. Mismamente a partir del lunes, cuando empiece a trabajar, creo que me será bastante útil convivir con el sol. Mientras tanto me quedo sin dormir (y no es a fuerza de voluntad). Leer blogs, chatear en irc o repasar los correos antes de apagar este aparato infernal se ha hecho tan rutinario como para otros hacer la cama todas las mañanas.
Y claro, a veces me paro y reflexiono sobre el hecho de que, haga lo que haga, no dejo de estar leyendo. Muchas veces ignoro a la pantalla (reconozcámoslo: es adictiva y, también, yo soy un perdulario). Vuelvo al buen hábito de seguir leyendo, y lo recojo con gusto. Hoy he devorado, viva el tiempo muerto, tebeos como antes. Empecé a rondar cierta novela (o quizá debiera llamarla "Casi medio kilo de papel impreso", sin juzgar su contenido) que me recomendó Joaquín y, me da a mí, que necesitaré mucho metro para meterme. También he leído el segundo número de Murena (Es la primera vez que os voy a recomendar algo desde aquí, al menos abiertamente), un cómic entretenidísimo e indispensable, supongo, para aficionados al género histórico. Me recuerdan que debería volver a estudiar latín O eso o cualquier día os encontráis con un post que incluya fotos mías en toga.
Leer, en cinco minutos lo estaré haciendo, me llama. Pero también es una de las pocas cosas capaces de mantenerme en vela hasta casi dos días. Esto no puede ser sano: ni siquiera aprendo a ser una persona mejor. Quizá debiera buscar un sustitutivo. Siempre puedo aprender artes marciales y salir por las noches vestido de ninja a desfacer entuertos por las peligrosas calles madrileñas. O eso o me meto a periodista, aún no sé. La cuestión es encontrarle una salida óptima a mi incapacidad congénita de conciliar el sueño como Diso manda...
PD Un saludito desde el peor post de toda la historia de este blog (el de la foto de las salchichas inclusive) para Irenita a quien, como todo se pega menos la hermosura, le he contagiado el insomnio, por lo que se ve...
Ojalá todo el mundo tuviera el maravilloso hábito de leer Germán. Sigue así ;)
P.D.:¿Deberíamos fundar el club de los insomnes?
Posted by: k-c on Septiembre 28, 2003 04:23 AMLas 4:30 eran cuando miré por última vez el reloj antes de dormirme. Menos mal que hablé contigo:)
Je, yo no soy insomne de vocación, pero sí de devoción. Y soy aficionada a El Larguero, pero no me gusta el fútbol, y aficionada al programa de Los Toros de la SER y no me gustan los toros... en fin, que «contradictoriedad». ¿Habrá otra palabra mejor que este palabro?
Posted by: carmen on Septiembre 29, 2003 12:05 AMEl peor post???? XDDDDDD
pero si en este pareces un ser "corriente" (pese a querer volver con el latín) hablando limpiamente y algo más sencillo de lo habitual, que tiene de malo de vez en cuando, no? ;PPPPPP
nah, que a mi me ha parecido encantador ;)
Haditjé tiene razón. Este texto lo he entendido a la primera.
Y, por cierto, ésa "máquina infernal" es MI portátil que YO te he dejado mientras TU te compras otro ordenador...
Cariño, creo que tratan de decirte algo...
Posted by: Irenita on Septiembre 29, 2003 12:13 PMYo ponía la excusa de que me asustaba la oscuridad, así que me dejaban encender la luz del pasillo para dormir con la puerta abierta. Desarrollé una asombrosa capacidad para leer con la tenue luz que me proporcionaba la bombilla del pasillo a tres metros de mi habitación, y a escuchar cada momento en que mis padres se levantaban de su asiento en el salón para ir al baño, momento en que dejaba el libro bajo la almohada y me hacía el dormido...
Somos todos insomnes, sí. Pero algunos, Germán, aún te tenemos como ejemplo en el modus escribiendi, así que no digas nada de posts horrendos, hombre...
Posted by: Adrián on Septiembre 29, 2003 12:32 PM
Conversaciones noctámbulas...qué me va usted a contar a mí :P
¿Es que yo soy el único que de noche duerme?