Muy joven, leí el diario de Ana Frank. Estudié historia. Vi La lista de Schlinder. Siempre creí que odiaba a los nazis porque mataron a millones de judíos, pero ahora se que no era así. Siempre creí que odiaba (siempre de memoria, claro) a la derecha española porque mataron a miles de españoles, ahora se que no era así. De hecho, pese a que jamás lo reconoceré en público, le cogí antipatía a Stalin, a Castro, a Mao... y se por qué fue. Ahora odio a Sharon, al Likud y a su puta madre. Por supuesto, no soy antisemita, ni especialmente filoislamista (aunque bien puedo decir que me espachurra los higadillos cualquiera que se defina por una fe, porque odio las fés). Pero aprendí a odiar, así, a los genocidas. En general a las malas personas, a los criminales, caraduras y sinvergüenzas (para mejor entendimiento, abran un periódico al azar, verán de quién les hablo).
Soy contradictorio, lo se. Mientras escribo esto estoy aquí, odiando a Sharon para matar el tiempo en un McDonald's. Me interrumpe un acento rumano "¿Me compras..." y como yo no fumo, pero soy educado, me giro para tener que tragarme mi "No, gracias": "...una hamburguesa para la niña?". Callo, y así asiento. Compro otra para la madre (al fin y al cabo, el que está a dieta soy yo). Vuelvo a sentarme, vuelvo a abrir el periódico por donde dejé a mi conciencia lloriqueando. Rajoy, Espe y Aznar, sonrientes y con el brazo derecho en alto (ROARGGHHHH dice mi bilis) me devuelven a esa parcela de la realidad que siempre elijo para refugiarme de lo cotidiano.
Estaba, como decía, odiando a Sharon. Y a su ministro Olmert. Y a su puta madre, otra vez. Y al general Veríssimo Seabra, que hoy sale en el periódico y, seguramente, el mes que viene ya no. Soy un impotente, por mucho que me enerve solo puedo escupirles cinismo (y flojito, se que no llego más allá). De hecho estoy empezando a odiar a demasiada gente, que no veo. Porque el año que viene nadie recordará ningún ominoso 15-S, salvo quizá un ertzaina tuerto y otro más, si sobrevive. Odio. Por puro egoísmo, por lo pesado que es que tenga que ir yo comprándoles hamburguesas a los desaguisados que hacen otros. Por no poder todos los días, por tener una moral tan dúctil.
Posted by germanmj at Septiembre 15, 2003 07:09 PMA ti lo que te pasa es que eres demasiado bueno.
Mira que te lo digo veces, eres demasiado bueno.
¡Que envidía German! Yo ya no consigo odiar (quizás algún rescoldo quede contra Bush), supongo que será la edad.
Y no me siento orgullosa de ello, porque en contra de lo que muchos creen, la ausencia del odio no se deriva de la presencia del amor, si no de la falta de ideales o mejor aun de los ideales derrotados, o mejor aun, de los ideales agotados.
Posted by: fatalidad on Septiembre 17, 2003 08:48 AM¡Hola de nuevo! El chico que yo conocía se llama Andrés, estudiaba quinto de periodismo en la Complu (supongo que le habrá quedado algo para septiembre)y vive en el barrio de la Estrella. Es que es un chico que conocí y os agradecería que me dijérais si lo conocéis.
A mí si que no me conocéis porque llegué a vuestra página de casualidad. Tenéis mi e-mail por si acaso. Muchas gracias y un saludo.
Hace tiempo que he empezado a odiar a gente que esta lejos de mi alcance, pero alimento la idea de poder llegar a hacer algo buscando algun partido politico que me entienda y que sea partidario de hacer acciones directas. 88
HITE HITLER