Estaba husmeando en un alcorque cuando la vio venir, de un salto se levantó y mientras se recomponía el traje y se sacudía la tierra de las manos, con su peculiar sincretismo le declaró en tan solo tres palabras lo indigno que era el cielo de reflejarse en sus ojos y la tierra de que ella la pisara con ese garbo, también le habló de la mujer inteligente y buena que se podía leer detrás de su rostro inpertérrito. La lástima es que esas tres palabras fueron "¡Qué polvo tienes!" y ella, que era de ciencias, se ve que no supo entender en su magnitud lo que entre babeos le ladraba el gañán borracho que apenas sí se sostenía abrazado al plátano aquél.
Posted by germanmj at Junio 26, 2003 11:27 PMEstarás contento. Te dije que no contaras nada, que era algo privado.
Mamón...
Posted by: Adrian on Junio 27, 2003 12:54 AM