Me gusta madrugar cuando lo consigo. Más por el logro personal que por el ambiente, que suele ser infinitamente más frío que si te levantas a las doce de la mañana. La cosa es que viajando en autobús no es difícil despertar en cuanto sientes que Barcelona, el destino, está bajo las ruedas del bus ya y tu cuerpo te pide saltar a la calle. Nada de romanticismos: basta con tener un poco de reuma en la rodilla. Lo primero que notamos Gabri y yo al coger el metro fue que aparte del habla modernista, los catalanes tienen algunas otras peculiaridades. Son zurdos. O eso o hicieron toooodo el metro al revés para fastidiar a los madrileños...
Nos habíamos pillado el hostal en un sitio muy céntrico, vamos, detrás del Ayuntamiento. El barrio gótico es precioso, al volver por las noches me daba la sensación de estar en un sueño, en una pesadilla, o en Rivagua (que es una ciudad un poco ficticia). Pero claro, los señores que construyeron esas casas se ve que no contaban con maletas de tres quintales, así que me tocó subir con el portátil, la mochila, la maleta y el Gabri haciendo olores raros por las escaleras hasta el segundo de falsete (un tercero, vaya) donde estaba la posada.
Derrengado, me sumí en un profundo sueño de treinta segundos en la que iba a ser mi litera. Básicamente porque teníamos que salir cagando leches para cumplir en el puesto de trabajo. El tipo del hostal, un morochino de aspecto patibulario a la par que limpio, nos dejó cuatro juegos de llaves (que a partir del jueves compartiríamos con Jona y Álex, ese día nos cogimos Gabri y yo dos cada uno... por hacer gasto y eso). Revisamos las literas, limpias; el baño, limpio; las toallas, limpias; las taquillas, tres limpias, menos la de Álex, en la que pudimos disfrutar de la presencia de las toallas sucias de los huespedes que nos precedieran. ¡Eso le daba un toquecillo fantabuloso!
Teniamos que encontrarnos con el boss en una cafetería supuestamente muy fácil de encontrar que estaba justo enfrente de un sitio al que se llegaba después de andar mucho. Nosotros tuvimos que andar más, porque no dábamos con el sitio ni a la de tres (es lo que tiene el GPS, que Germán Puede Saberlo, pero solo Puede). Tras unas cuantas vueltas a la misma manzana, dos altercados con un simpático guardia de tráfico, tres intentos de asesinato por parte de Gabri y alguna llamada a David a ver dónde coño estaba el bar, conseguí encontrar el camino. Si es que ya lo digo siempre: puede que haya veces en las que no tenga ni idea de dónde estoy, pero nunca me pierdo.
Pies a la obra. Me he permitido cambiar un poquito esa expresión tan manida, pero es que la verdad es que quienes hicieron la mayor parte de nuestro trabajo ese día fueron los pies. La madre que parió a los de Barcelona... ¿De dónde han sacado tanta calle? En Madrid solo tenemos tres y ya vamos sobraos... Tras la accidentada comida del mediodía (en la que realmente solo pudimos comer 5 de 14, por cosas de los aviones), ya empezó el trasiego de entrevistamientos, contertuliaciones y demás cosas de esas que conciernen a la prensa, o algo. Yo tenía también que llevar unas cuantas preparadas, y a tal efecto me había llevado el portátil de Tania cargado hasta Barna. Me fue muy útil, de verdad, aunque tan solo la primera hora de viaje desde que saliera de Madrid, por lo que tampoco pude hacer mucho. Mira que fue rácana la batería, voy a tener que regalarle a Tanita (para mi propio goce y disfrute) un cargador a pedales, o algo...
A la cena de la noche, ya sí como una extraña familia o algo, vinieron todos. Digamos que fue divertido, productivo y tremendamente agotador. Preparando las cosas para el día siguiente el "Bueno de Vince" fue y tiró como media botellita de vino por encima de los horarios y las entrevistas de John. Ssstupendo, le di mi copia y ahí he estao yo los cinco días con un horario tinto, porque entre la pereza y las prisas, no me puse a copiarlo en algo más limpio.
Después de devolver a los invitados, como buenos anfitriones, a su hotel, nosotros nos fuimos para nuestro hostal. Teníamos tantas ganas de sobar un rato en una cama en condiciones que no podía pasarnos otra cosa que el que nos perdieramos. Por suerte empezábamos a tomar conciencia de las peculiaridades de las callejuelas que se urden por el barrio gótico, así que nos dejamos guiar por las reminiscencias artísticas de la calle Avinyó y sus putas. La jugada salió bien y pudimos llegar sanos y salvos al hostal, sin que nadie intentara chuparnos la sangre, ni nada. Que yo no se porque le llaman barrio gótico, si no vimos a nadie con Angustia Interior (TM). Aunque unos cuantos sí que había, cosas de la etílica juventud, con Angustia Muy Exterior, sobre todo en las esquinas.
Una duchita y a la cama, que aunque está dura me parece que viene bien para dorm....ZZZzzzzzZZZzzzzZZzzz....
Posted by germanmj at Mayo 7, 2003 02:28 AMOh, cielos, ya empezamos...
Me temo que no volveré a tu weblog hasta dentro de 5 días...
Joven...ese comentario acerca de Rivagua deberia llevar un (c). Que no se repita, o nos veremos en los tribunales
Posted by: Porras on Mayo 14, 2003 02:34 PM/me huele una suculenta demanda por uso no autorizado de propiedad intelectual y saca una tarjeta.
Posted by: Towsend on Mayo 15, 2003 04:59 AMTramadol info site.
Posted by: Tramadol on Noviembre 2, 2004 01:11 PMthis is my work check it out:
Nude Celebs Nude celebs
Nude Pictures Nude pictures
Nude Photos Nude photos
Paris Hilton movie Paris Hilton Movie
Paris Hilton sex Paris Hilton Sex
Paris Hilton sex tape Paris Hilton Sex Tape
Paris Hilton video Paris Hilton Video
Paris Hilton sex video Paris Hilton Sex Video
Michelle Vieth Video Michelle Vieth Video
Michelle Vieth desnuda Michelle Vieth desnuda
Adult Webcam Adult Webcam
Webcam Girl Webcam Girl
Live Webcam Live Webcam
Angelina Jolie naked Angelina Jolie Naked
Carmen Electra naked Carmen Electra Naked
Paris Hilton naked Paris Hilton Naked
Jessica Simpson naked Jessica Simpson Naked
Britney Spears naked Britney Spears Naked
Christina Aguilera naked Christina Aguilera Naked
Jennifer Lopez naked Jennifer Lopez Naked
Hilary Duff naked Hilary Duff Naked