MARTE EN LIBRA

Kafka y su guitarra sin cuerdas

Este último fin de semana, todavía convaleciente de la resaca anímica, moral y residual provocada por el viaje a tierras palentileonesas, podría perfectamente haber servido como homenaje al mas surrealista de los lienzos de Dalí....

...Un viernes de sangre culminado con una orgía de jugos gástricos aeroportuarios sirvió para dejar preparada una paleta salpicada de colores inimaginados e inimaginables para cualquier paladín del arte de las noches madrileñas. El sindiós de noche que precedió al alba sabática dejó un reguero de whisky, roces, puyazos, lágrimas en soledad, causalidades, ruedas reventadas y conversaciones telefónicas de personas solas en la noche afrontando juntas un bello amanecer urbano. El sol al final me encontró, eso sí, con mi motorola volando hacia él. Hacia arriba una vez más...

El sábado, emplazados en el hogar de D.Diego, la carpa fue levantada y la función circense nos dejó un dulce sabor a whisky de malta en la boca, así como una placentera lluvia de ácido láctico en los músculos faciales y torácicos que hacen posible el orgasmo de la carcajada permanente y persuasiva. Descontrol en TenBeach, frío glacial en las calles, sueño en los altobuses. Y sueños. Un Pozuelo gélido. Las bisagras chirrian anunciando el último portazo del fin de semana a las 9:30 de la mañana en el hogar de aquel marte en libra tan grande pero tan niño que alguna vez conocisteis.

Domingo de árnica hepática y melancolía. Los domingos siempre tienen el color de la semana a la cual anticipan. Qué cosas. Paz interior. Mitikilométricas conversaciones telefónicas de inesperados giros entre personas esperadas. Y hoy la semana nueva abre el telón. La placa de electrónica ocupa el acto principal. El acto de suspender comienza su ensayo general. El acto sexual forzado a mi expediente académico se vislumbra inminente.... La línea 13 de metro está a punto de iniciar sus obras de trazado en mi trasero. Flipe, relájate y disfruta....

En definitiva: a raíz de este fin de semana de psicodelia generalizada y de la puta electrónica analógica, he decidido pedir a los Reyes Magos una camisa de fuerza firmada por alguien que firmaba camisas de fuerza. Una vez formulado este deseo tan singular, procedo a dedicar los siguientes renglones a mi amadísima guitarra. Esa que no por ser tan vieja me conoce peor. Esa que siempre vibra furiosa al contacto pseudo-sexual de mis dedos, a cualquier hora y en cualquier momento. Ella me escucha, ella me habla con su voz hexatónica.... Mi guitarra es mi tesoro: me invita a cubatas, ve conmigo la tele, me cuenta lo que pasa en Hospital Central y ahora también en Gran Hermano, me hace la comida, me da masajes en los pies, me abre la mayonesa.... Incluso cuando me entra el calentón, se aparta sus cuerdas y me descubre su precioso agujerote, negro como el chapapote, cuyo diámetro, aparte de ser de las dimensiones "apropiadas" para mi baqueta, me proporciona el placer necesario para no abrirme la muñeca con demasiada frecuencia. Mi guitarra es una señora en la calle y una puta en la cama. Tengo suerte de tener una guitarra tan polifacética... ¿no es maravilloso?.... Sí, y también tengo suerte de tener amigos como vosotros. Amigos los cuales, a pesar de andar jodiendo con las respectivas jocosidades en trianos sobre mi comentario de la guitarra de hace 2 posts, hacéis de mi vida un auténtico musical. Y un musical de final feliz....
(NOTA DEL AUTOR: Este último párrafo va especialmente dedicado a los que presenciaron en trianos las chanzas y burlas sobre el tema de la guitarra, y para los que se empeñan en confundirme con Andrés Calamaro. Os lo prometí....)

Posted by Flipepantomimo at Diciembre 15, 2003 11:45 PM | TrackBack