No quiero volver a oír esa palabra

Café y tabaco

Escrito ayer por la mañana:

A estas horas estoy en clase (son las 10:34). Pero llevo media hora sin prestar atención, así que he decidido ponerme a escribir.
Tengo una sensación extraña, un tanto desagradable que me invade por las mañanas y se va acrecentando al acercarse la noche. Esta semana he asistido a un total de 4 clases (una hora de morfología dos horas de teoría de la literatura y una de griego, la de ahora). El resto de mi tiempo durante esta semana ha sido ocupado por cosas como:
-Cómo ordenar las partituras: ¿En función de su dificultad para ser estudiadas, de su antigüedad, por autores o por orden alfabético? Bah, llevo meses sin practicar, y hoy no es el día para ponerme a ello.
-Cuál es la forma más complicada para meter las minas en el portaminas (sip, es lo quie pasa cuando uno está deseperado de trducir...)
-Qué es más relajante, conducir o caminar. Conducir por las mañanas, desde luego que no, pero tampoco lo es caminar cuando llegas tarde
-Café y tabaco (gorroneado).
Además me he aficionado en los últimos días a leer "Le monde". No es que sea una actividad especialmente productiva, pero por lo menos me ntero de lo que pasa desde un punto de vista más "ajeno".
Bah, me voy a tomar café.