No quiero volver a oír esa palabra

El dentista

Hoy he tenido un día francamente extraño. Para empezar, he dormido fatal; llevo varios días con dolor de muelas y me resistía a ir al médico hasta haber terminado los exámenes. Craso error. Para empezar, he estado más rato en la cama porque he dormido tan mal,que para cuando por fin he logrado descansar un poco, era casi por la mañana; cuando me he levantado me he ido a la ducha (en mi empeño por pasar del tema hasta haber terminado los exámenes), y cuando estaba en la ducha me he dado cuenta de que la molestia estaba yendo en aumento hasta el punto de que no podía ni estudiar ni hacer nada. Como para variar estaba sola en casa y no tenía a nadie a quien llamar (todo dios estaba currando o empollando menos yo, y es eso lo que debería estar haciendo teniendo encima un examen mañana), pues he llamado a Jesús, la única persona con posibilidades de no mandarme a la mierda. Ejem. Lo que viene ahora me lo ahorro. Así que llamo a Juan, el chico con el que había quedado para estudiar, para decirle que no puedo ir por el tema de la muela, y me dice que se viene para llevarme al médico. Okis. La gente se busca unas excusas para dejar de empollar... Pero bien para mí, jeje. Se viene a Arganda desde Alcalá, y mientras viene me llama mi madre (lo que necesitaba, a mi mamáaaaaaaaaa...) y me dice que me deje de chorradas y me vaya a la clínica del seguro que tiene ella (esop, la próxima vez me dejo de chorradas y la llamo a ella primero, que donde esté una mamá...). No lo dice de esa forma, ella siempre es muy fina y muy correcta, pero vamos, que el mensaje está claro. Así que cuando llega Juan nos vamos a Madrid (yo sintiéndome mal ya por las vueltas que le estaba haciendo dar) me llama Jesús y me dice que se viene (debía tener cargo de conciencia, además un chico estaba cuidando de mí y no era él), le recogemos en Conde de Casal y nos vamos al dentista. Por cierto, que en el dentista no tardamos ni 20 minutos, me mandan uno antiinflamatorios y nos piramos. Nos vamos a Ciudad Universitaria en coche, aparcamos en Martemáticas y nos vamos al centro a comer en un Japonés (ya que a todo esto Juan llevaba un ratito largo haciendo de chófer... que menos que invitarle). Como nuestro japonés habitual está cerrado (joder que raro suena eso) nos vamos auno de Argüelles. ¡¡¡Joder que malo!!! La comida no estaba mal, pero era como china con precios de japonés. Muy raro, vamos. Por fin ya sobre las cinco de la tarde me voy a ciudad universitaria, Juan se pira a su casa y yo me pongo a estudiar en Biología. ¡¡¡POR FIN!!! No he estudiado mucho, pero es que he tenido un día de rarito... Jode, y encima con el examen de mañana... Más tarde ha venido Jesús y nos hemos ido a Arganda (ya en metro, basta de tanto coche... Bueno, tampoco teníamos coche), y cuando he llegado a casa he llamado a una compañera de clase para confirmar la hora ¡¡¡Y resulta que el examen no es mañana, sino pasado!!! Genial para mí, porque con lo agobiada que estaba... Ya pensaba que tendría que quedarme estudiando hasta las cuatro de la mañana...