Qué divertido es llegar a casa empapado, ¿verdad?
Sobretodo cuando a las 8 de la mañana has supuesto que hoy haría un día espléndido y has decidido ponerte tus zapatos más bonitos...
Te paras a pensar y te das cuenta de que hay gente que mataría por estar debajo de esa lluvia, es más, mataría por un par de zapatos.
Está claro que el mundo varía mucho dependiendo de la ventana desde la que estás mirando