Se fue
Con eso de que por todos lados anda la influenza, mi Musa optó por escapar y tomarse unas vacaciones.
No es que tema contaminarse, pero el pretexto es válido para escapar. Ella es etérea, por tanto las leyes físicas no le hacen el mínimo efecto.
Sólo las espirituales, y ahí incluidos la pasionales, las sentimentales. Por eso a veces, caprichosa y volátil, asume un papel de "no te entiendo" que nos distancia.
Mi Musa se niega a inspirar. Le dan celos que a veces cualquier incidente puede causar una crónica. O le molesta que la fecha condicione el tema.
Entonces no huye, sólo se esconde. Se niega a hablarme y sólo me mira de reojo, para ver cuánto la veo.
Musa incomprensible, pero imprescindible en la vida de quien plasma sus ideas en el papel o el ciberespacio.
La dejaremos. Tan volátil es, que volverá, solícita, incomprensible y cariñosa, a seguir infundiendo su hálito de inspiración.