Una vez oí un proverbio, o una reflexión, que decía más o menos así: "cuando vayas por la calle y alguien te diga que tienes una joroba, no le hagas mucho caso que la gente es un tanto rara; cuando dos personas te lo hayan dicho, consíderalo una opinión externa, válida pero que no tiene por qué ser verdad; cuando te lo hayan dicho tres personas, vete buscando un espejo".
No puede ser que siempre me vea en la misma situación, con el mismo problema. Con la misma sensación de que tengo muy claro el apostar por una chica, y ésta no me corresponde. Que le gusto, porque es un hecho y se ve, pero no sabe cuidarme. No comprende que hay cosas que duelen y que no puede ser tan variable como hoy darme un montón de caricias y mañana costarle darme un beso.
Eso me mata.
Me mata porque yo no soy así. Yo digo blanco hoy, y mañana también. Porque aunque a veces sea un tanto tímido, se me nota a todas todas que apuesto. Porque doy cariño un día sí, y el siguiente también.
Pero joder, tantas chicas no puede ser normal. No pueden estar equivocadas. El problema debe estar en mí.
No puede ser normal que cada vez que me guste alguien, no tarde mucho en desilusionarme en cierta manera, en ver que no es tanto oro como el que me pareció en un principio, que no me da tanto afecto como necesitaba,... Que no puedo esperar tanto en tan poco tiempo.
No sé exactamente dónde radica dicho problema, ni como solucionarlo, pero dicen que el primer paso es reconocerlo.
Tal vez sea demasiado inocente, o demasiado efusivo. Tal vez debería ser más calmado, como en muchos otros aspectos de mi vida. Tal vez no debería importarme tanto la otra persona, si respira bien o no, si se encuentra a gusto, o cómo arrancarle una sonrisa.
Pero es que la otra opción que se me ocurre es tener menos pasión. Endurecerme.
Y cuando pienso en esto, siempre me acuerdo de la misma escena de BraveHeart. Cuando Bruce, candidato a Rey de Escocia, habla con su padre tras traicionar a William Wallace, expresándole lo mal que se sentía consigo mismo por haberlo hecho. Y éste, cuando le dice "todos los hombres se endurecen", responde Bruce con rabia: "¡¡No me quiero endurecer!! Yo quiero... creer, como cree él".
Curiosamente, si se ve dicha escena en versión original, la expresión literal es "loose heart": "perder corazón".
Y en ocasiones me veo en la tesitura de decidir si perder corazón o continuar siendo yo mismo, pero sufriendo cada dos por tres por ello. Sufriendo cuando los amigos, quienes me rodean o simplemente las chicas que me gustan se comportan de una manera que me parece tan variable, tan poco estable.
¿Perder corazón no es lo mismo que no vivir? Dejar de ser como eres, o como quieres ser... ¿no es abandonar unos principios, unos ideales?
Este tema me confunde.
Escrito por Uesugi Kenshin a las Febrero 18, 2004 08:48 AMPuede ser que tengas un problema muy típico de personas como yo, que tengas tendencia a enamorarte del mismo tipo de chica una y otra vez y que, además, ésta no te convenga nunca. A mi me pasa, sólo me siento interesado en chicas que pasan de mí. Es decir, sí, están a gusto conmigo, se divierten, incluso puedo decir que les gusto pero el caso es que en cuanto tienes la relación formada te das cuenta de que son muy independientes de tí, que no te necesitan en la misma medida que tú las necesitas a ellas y eso hace que, por una parte, luches más por conseguirlas pero por otra que te acabes hartando y desilusionandote porque te vuelves consciente de que nunca vas a conseguir lo que buscas. El problema real viene cuando conoces a alguien que sí te quiere de esa manera, pero entonces eres tú el que no se entrega. Ahí me dí cuenta de cual era el problema realmente. Puede que te pase lo mismo, puede que no, pero al menos me he desahogado... :P
Escrito por Anakinet a las Febrero 18, 2004 11:36 AM