(Banda sonora de este post: Bring Me to Life, de Evan Essence)
Bajo. Noto el aire dándome en la cara, la brisa convertida en huracán contra mi torso mientras desciendo con velocidad hacia el suelo.
El descenso de sólo unos pocos segundos se convierte en una sensación que parece durar horas. Caigo, porque he saltado.
A lo lejos veo las luces de Manhattan. La ciudad parece dormida, pero sé que no es así. Hay mucho más allá de lo que se ve.
Para el Demonio de la Guarda, no hay noche que no suponga refugio, ni callejón que no represente baluarte. No hay rincones que se me escapen.
¿Vértigo? Es posible. Cuando uno cae siente de todo. Sientes miedo, sientes gloria, sientes orgullo,...
Hoy me ha dicho que sí.
Escrito por Uesugi Kenshin a las Enero 21, 2004 07:04 PM¡Bravo! Y no caigas tanto que te me vas a esmochar. Vuela un poco también entre los rascacielos, y dale collejas a las nubes.
Escrito por Rojo Dos a las Enero 22, 2004 10:25 AM
A ver cómo sale la cosa