Ecce Homo

No recuerdo cuántos años hemos pasado juntos. No negarás que estuve ahí siempre que lo necesitaste; creo que he sido alguien realmente importante en tu vida. Sobre todo los últimos años, ¿verdad? Pero tú me tratabas cada vez peor. El último curso jugaste conmigo, y yo te advertía una y otra vez de que un día me hartaría de todo eso. Nada, tú seguías con tus juergas, te olvidabas de mí apenas salías de casa. Qué ingrato y qué hijo de puta fuiste.

Sin embargo te perdoné, porque creí en ti cuando dijiste que este verano todo iba a ser distinto. No más maltrato, no más abandono, no más olvido. Iba a ser como en los viejos tiempos. Empezaste bien, sí, pero bastó con que viniera cualquier amigote para que volvieras a olvidarte de mí. Te juro que este fin de semana lo he pasado peor que en toda mi vida. Te habría dado otra oportunidad, creyendo en tus deseos de enmienda del domingo, pero ayer volviste a salir, y volviste a dejarme hecho una mierda.

Así que me voy, te quedas sin mí de una vez por todas. Intenta sobrevivir solo, creo que te será difícil. Apuesto a que hay gente mucho mejor que tú esperándome con los brazos abiertos. Puede que incluso me paguen. Hasta nunca.