Ahora que me he puesto un poco nostálgico recordando viejos juegos, hay uno que muestra a la perfección el cambio en la forma de jugar.
Una aventura conversacional (interactive fiction, lo llaman los americanos) de las de antaño.
Este juego me atrapó como nunca me había atrapado ningún juego. Perdí tardes enteras, delante del ordenador, obteniendo como respuesta "No puedes hacer eso".
El juego, gráficamente, no era nada del otro jueves. Yo tenía la versión en PC (a diferencia del link que he puesto, que es la de Amstrad CPC) y por aquel entonces había juegos que superaban, en gráfico, en sonido, en todo, vaya, al Enigma de Aceps, que en el fondo, era un juego donde tu tenías que teclearle qué debía hacer: "norte", "mirar barril", "coger tabla", "dejar tabla en agujero", etc
Pero solo ese cabronazo conseguía atraparme, tarde tras tarde. El juego no era difícil, sino jodidamente difícil. Evidentemente, no conseguí pasármelo, ni de lejos.
Por poner un ejemplo, en una sala había una figura. Dicha figura, como es normal, era vital para poder continuar la aventura. Pero si hacía lo lógico, coger la figura, se activaba una trampa que hacía bajar el techo, y me mataba.
Decenas de horas (no seguidas, repartidas en un par de semanas en las que me asaltaron multitud de pesadillas sobre momias y trampas egípcias) tardé en encontrar la solución. "coger figura Y salir".
Evidentemente, esto tan "lógico" era algo nunca visto antes (al menos por mi) en una aventura conversacional. Algo que rompía todas las reglas y esquemas existentes al respecto. Concatenar dos acciones para hacerlas más rápido. El juego, en realidad, era incapaz de concatenar dos acciones en cualquier otra pantalla, un "mirar barril Y coger tabla" tan solo miraría el barril pero no cogería la tabla.
Excepto cuando se trataba de coger la condenada figura.
Ahora mismo, este juego (o uno similar con gráficos actualizados) sería olvidado a la mínima dificultad. O uno se pasaría por internet en busca de una guía y se pasaría el juego en 20 minutos. Nadie es capaz de quedarse colgado no ya horas, sino pocos minutos.
Pero hace más 15 años esto era lo que molaba...