Mucho, muchísimo cuidadín nenes, que este blog ya está IBSNado y por tanto está protegido bajo la ley de propiedad intelectual...
Así que andaos con ojo, pezqueñines... no vayamos a cabrear aún más a Teddy Bautista.
Abrazos per tutti!
"...But no one puts flowers on a flower's grave". Para mí las imagenes están muy claras en esta frase de Tom Waits. La flor es la belleza. Nadie hace bella la muerte de la belleza, se lamenta el amigo Tom, que de hacer poesía de la mugre es el que más sabe.
Una de las cosas que más me atrajeron de Berlín en mis primeros días allí fue la capacidad que tenía esa ciudad para sorprenderte con las cosas más cutres. Berlín es una ciudad que hace poesía de su propia decadencia. Y es que la decadencia, lo feo, el ruido, ... no son cosa mala. De hecho esto último puede llegar a ser algo maravilloso. Ya diferenciaba Michael Ende en Momo entre ruidos bien distintos, uno que representaba valores que no podían gustarle a nadie y el otro, el bello. A mí me gusta el ruido.
Todo esto viene porque ayer, a lo tonto, el amigo Thief me dió que pensar. Mientras escuchábamos simultáneamente el The Inner Mounting Flame de la Mahavishnu Orchestra y charlábamos por el messenger, me dijo que deberíamos plantearnos que estábamos "grillaos de la cabeza". Yo le dije que no, que de ninguna manera, que yo no estaba loco, que a lo mejor era un poco especialito, sí, pero que yo no estaba loco. Él me dijo que lo llamara especialito si quería, yo le dije que vale, él me dijo que lo llamara X yo le dije que lo llamara manillar de bicicleta, como Buenafuente. Al final todo quedó en que hay gente que está mucho peor que nosotros y que, aunque sea por respeto a ellos, no deberíamos decir que estamos mal de la cabeza, porque coño, que no, que no estoy loco, tú estate loco si te mola pero yo no estoy loco, los sentidos muy abiertos y referentes extravagantes, ¿era esto así?, ¿era lo que me dijeron que dijera cada vez que alguien se diera cuenta?, ¿se lo dirían a él también?, porque él no escribía nada mientras yo me defendía, qué extraño... negarlo siempre, tío, que no se den cuentan porque te marginan, no no... soy bueno, aaah, no, los electrodos otra vez, no... ¡no!, ¡no en los pezones!, en la lengua si quieres, ¡pero no en los pezones!. No volveré a escuchar a Zappa ni defenderé a John Zorn, sí, sí, es una locura, eso no es música, es horrible, es inútil y sólo sirve para hacerse el guay con los colegas. No lo haré más...
En fin, amiguetes. No estamos locos, que sabemos lo que queremos. Porque tengamos gustos un poquito extremos, no empecemos a prejuzgar o pensar que eso está mal, que debería cambiar o, como bastante gente, que cambiará con la edad. "Abra su mente, Quaid", que diría Quato, y a lo mejor hasta vosotros mismos descubriréis el sentido de vuestro viaje a Marte...
Abrazos per tutti!
P.D.: Como no hay manera de cambiar el radioblog, podrán seguir disfrutando de la maravillosa demencia sonora que les ofrezco en el mío. Muy oportuna para este post.
ODDIO!
E NON VOGLIO DIRE PIÚ
Abrazos per tutti!
Sí. Soy cojo. De la pierna izquierda. Como casi nadie de aquí me conoce, no os habéis dado cuenta, y los que me conocieron dudo que prestaran atención. Pero sí, soy cojo. Desde hace diez años y por culpa de una lesión bestial que paso de explicar por no amargaros la mañana.
Pero parece que voy a dejar de serlo. Ayer fui al osteópata porque esto empezaba a ser insufrible y me dijo que tiene solución. De hecho, después de un par de torturas, ayer ya noté resultados. No está bien del todo porque hasta el tipo se dió cuenta de que la lesión era gorda y, sobre todo, mal curada y mantenida durante demasiado tiempo. Pero oye, ayer por lo menos me quitó un porcentaje de cojera que hasta a mí me sorprendió. Ahora entiendo a la gente que se opera de la vista y casi se emociona al contarte que ahora ve. Mi caso es más o menos el mismo. No podéis imaginar la sensación de poder hacer el juego de la rodilla completamente cuando ya ni te acordabas de qué era eso. Andar y cojear sólo por inercia, descubrir que de hecho puedes no hacerlo y que poco a poco te acostumbrarás a mover ambas piernas de igual manera. En pocas palabras, es la hostia.
Cuando acabe el tratamiento podré volver a correr (hasta ahora sólo podía montar en bici) y jugar al fútbol. De momento me ha dicho el osteópata que me relaje y que no me emocione, que la reacción típica en estos casos es fliparse por el nuevo estado, no tomárselo con calma y acabar jodiéndote la pierna más de lo que estaba. Así que nada, como me dijo él, de momento a acostumbrarse a andar sin cojera. Ya vendrán las carreras.
Qué guay. Cómo mola la ciencia. Ahora a lo mejor hasta me atrevo con el doble pedal y todo...
Abrazos per tutti!
P.D.: Ah, y gracias al reajuste de ayer, ahora mido dos centímetros más... jejeje
Pues sí, mira. Tontines. No se me ocurre otra palabra para llamaros eso que me parecéis. Sé que hay gente que os llama cosas peores y la verdad es que si yo hubiera pasado por lo que muchos han pasado por vuestra culpa, es que ni me molestaría en llamaros nada, que para llamar a un timbre y proceder al despiece los ex-militares rumanos, bien mirado, salen muy baratos.
El caso es que vi ayer ese gran documento imparcial que se cascó telainco de manos de esa gran profesional que es Mercedes Milá, y no sé por qué me acordé de Berlín. A lo mejor por el pedazo de subnormal de baba, hijo de directivo de Mercedes Benz que tuve por compañero de alemán. Aquél que se pasó los tres meses de estancia en Alemania hasta las cejas de MDMA, creyéndose más que cualquiera de nosotros por "pegarse unas fiestas... jojo...". En fin, supongo que este nivel de idiocia te lo dan unos 19 años muy mal llevados en una ciudad más o menos pequeña en la que lo más excitante que uno puede hacer para rebelarse contra los ancestros es pasarse al lado oscuro cual Jedi miserable, cambiando el sable láser por un par de cócteles molotov. Sí, amigos. Compartí clase con todo un etarra. Y bien orgulloso que estaba, no creáis. Jarraichu, jarraichu. De los buenos, con juicios en el CV y todo. ¡Menudo era él!
Después de compartir con él y otros dos vascos (también compañeros de clase) un par de conversaciones en el U-Bahn, llegué a la conclusión de que ETA se nutre de oligofrénicos paranoides con trazas de esquizofrenia. Casi me caigo del asiento cuando me dijo que en Vascongadas (venga, Euskadi, que Vascongadas suena Rajoy que te mueres...) a los ertxainas se les llamaba igual que los indios llamaban a la policia colonial inglesa. Increiblebleble...
En fin, que yo estoy de acuerdo con independencias, naciones de naciones, repúblicas, federaciones, identidades nacionales, selecciones de hockey y su puta madre en bragas. Eso sí. Creo que este país debería asumir que somos un conjunto de personas dispares con identidades muy fuertemente diferenciadas y que, sinceramente, no creo que el rencor y el sometimiento a una forma de compartir un territorio que no satisafce a una parte del todo sea la solución. Pero, nene. No me jodas, vale. Hay formas de luchar contra este tipo de cosas que estan muy lejos de las pistolas. Muy lejos. ¿Pero quién coño te crees tú que eres para matar a nadie, imbécil? Que por mucho que te cuenten en las tabernas que esto es una lucha armada, NO LO ES. Por mucho que en el barrio te miren boquiabiertos todos los cachorritos (sí, cachorro, infante de animal) con melenita-chunguito y te señalen y digan oooh, estás a la altura de todos aquellos que en su día provocaron este movimiento. Ya no tienes derecho a nada, tío. Te has convertido en un asesino.
Lo que más me jode es que encima se te cuenta todo esto intentando razonar y tú sigues en tus trece. Pues nada, tío. Me vuelvo a referir a la cancionísima, "los nacionalismos, qué miedo me dan". Y a mí por lo menos, no por nacionalismos, sino por las consecuencias que pueden acarrear. Un nacionalismo en manos de un idiota es una bronca asegurada. O si no que se lo digan al catalán aquél al que le ofendí por participar en una conversación que mantenía con un colega común. Conversación en catalán, que así, oido, lo entiendo. Y al tipo le molestó que yo opinara. Cada vez que decía algo en catalán y yo daba mi opinión en castellano, al señorito le molestaba. Al otro colega no, de hecho le hacía gracia que entendiera aquello. Pero a este artistoide, de espíritu libre y conciencia global (eso es un artista, ¿no?) le molestaba que alguien extranjero pudiera compartir algo tan suyo, tan propio...
Supongo que lo que le jodía es que un infraser de Madriz hiciera el esfuerzo por entender el catalán...
Difícil solución para este tema si en ambas partes se sigue tendiendo al peor de los extremos, el del rencor. Respiremos, amigos, contemos hasta diez y pensemos en lo que podríamos poner de nuestra parte para que el otro se beneficiara al máximo de lo que nosotros podemos ofrecer. Si todo otro hiciera lo mismo, no habría guerras.
Abrazos per tutti!