Un sonido de montacargas suena y te prepara para lo que viene. La máquina arranca y un ababkwa de timbales inicia la demolición que te va a estar masacrando el espirítu durante los próximos 78 minutos.
Redobles, juegos de campanas y splashes y el mejor hacer desde que la batería se convirtió en un icono allá por los años 70. El máximo heredero de los más grandes, el único que recuerda a todos los que se pueden mentar, la auténtica descendencia del que convirtió la batería en leyenda, el único capaz de llevarla más allá del punto en el que aquél lo dejó...
Un mastodonte de bronce con alma de samurai. Todo fuerza y entrega y un corazón suficiente para hacer de esto una parte de las artes mayores. Mitad cerebro mitad pasión, el equilibrio perfecto.
Si no fuera por tus mentores te coronaría Zeus de madera, piel y metal. Como me apasiona que haya gente como tú.
Abrazos per tutti!
Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las Octubre 24, 2005 05:22 PMme ha gustado lo del montacargas y lo que sigue...
si, me cae bien éste muchacho...