Y esto no es algo que mucha gente diga. La verdad es que la batería es un instrumento reservado a muy pocos, por cuestiones económicas (dios santo lo que tiene que invertir uno en esto!) y por cuestiones de espacio.
También hay que ser de una madera especial para elegir este instrumento. Creo que si lo compararamos al fútbol, un baterista sería equivalente a un portero. ¿Acaso había alguien que se quisiera quedar alguna vez cuando eráis pequeños? No. Se quedaba el que peor jugaba. Para que lo vamos a negar, en el mundo de la música esto ocurre también. El baterista suele ser el que, de entre todos los colegas que van a hacer un grupo sabe menos (o no quiere saber) de música. He ahí que tenemos el claro ejemplo del baterista malo. El que nunca se preocupará de aprender música. Todavía recuerdo, hace bastante, cuando leí que para ser alumno de Steve Gadd tenias que saber tocar el piano. A mi me pareció una gilipollez, para que os voy a engañar. Yo empecé a tocar la batería dejando el piano y aquello me pareció ridículo e incompatible. Pero luego empiezas a estudiar más y más y te das cuenta de que hay que saber música para ser un buen baterista. Tampoco hace falta mucho, sólo saber distinguir entre tipos de acordes y tonalidades, formas rítmicas y demás. Y sobre todo hay que aprender a escuchar. NINGUN MÚSICO ES BUENO SI NO SABE ESCUCHAR. Da igual la cantidad de notas que sea capaz de tocar por compás o lo hábil o sorprendente que resulte, si no sabe escuchar no vale una mierda.
También hay otro caso de baterista, y es aquel que de pequeño sí quería quedarse de portero. Hay tenemos el claro ejemplo de baterista vocacional, el que no se dedica a ello circunstancialmente sino por necesidad, porque se lo pide el cuerpo, vamos. Yo creo que pertenezco a ese grupo, porque insisto en que yo empecé tocando el piano y tampoco me entusiasmaba demasiado. De repente, en un mismo día, escuché el In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly y el I de Led Zeppelin y me dije a mí mismo que se acabó lo que se daba, que yo lo que quería era estar ahí detrás marcando el pulso y evitando que alguien se hiciera daño. Y es que, en palabras de mi amiga Lisa Fahrenberger*, "Los bateristas son los seres más extraños dentro de un grupo por lo normales que resultan. No tienen ese ego que muchos guitarristas tienen, ¿y sabes por qué? No tienen que demostrarle nada a nadie, saben que sólo para los ojos de un músico de verdad es más que obvio si están haciendo bien su trabajo o no. Aparte, casi nadie entre el público sabe cómo se toca bien una batería realmente y están rodeados de platos y hierros, con lo que ni siquiera tienen esa presión". Y creo que eso es lo que me empuja a ser baterista. Nunca me gustó que la gente me prestara atención mientras toco y para eso este instrumento es perfecto.
Ay, Lisa... pero que hostias de realidad sueltas de vez en cuando.
Abrazos per tutti!
*Lisa trabaja de técnico de sonido en las salas Columbia Fritz, Columbia Halle y Postbahnhoff. Ni os imaginais los grupos para los que ha currado...
Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las Julio 27, 2005 06:42 PMSi la verdad es q los baterías sois unos personajes xD.
Sabes de hecho creo q... bueno q es la batería la q os cambia la personalidad xD.
Me alegro de q vuelvas a postear tío!