Septiembre 30, 2004

THE PHOBIX: NUMERITOS...

Cierras la puerta del piso y, distraido pensando en todo lo que debes hacer hoy, bajas al garaje. Tarareando el último tema que sonaba en la radio, abres el coche y lo pones en marcha, giras el volante y sales de tu plaza. Pulsas el botón izquierdo del mando a distancia justo cuando el bombo acentúa esa figura del tema que suena en el cd y la puerta se abre. Aceleras levemente para incorporarte a la calzada y, de repente, por delante del coche pasa una bicicleta a toda carrera. El ciclista te mira con cara de mala leche y tu te incomodas por un momento, entre otras cosas porque no entiendes el por qué de esa cara.

Suena el teléfono y es Lisa. Charlais un rato sobre los problemas de cada uno aunque ella parece tener más. Ella siempre parece tener más. Te pregunta sobre aquello y respondes que el domingo. Ella dice que no puede y tu dices que qué pena. Empiezan las despedidas porque ella tiene que continuar con lo suyo y tú deberías empezar con esto. Cuando vas a pulsar el botón con el telefonito rojo el contador marca diez minutos y dieciocho segundos. Miras al reloj y son las diez y dieciocho. Mirarás el reloj tres veces más ese día. A las once y once, a las catorce y quince y a las diecinueve y diecinueve.

Abres el grifo y dejas el agua correr hasta casi llegar al borde de la bañera. Poco a poco dejas que el agua te acaricie, relajando tu piel y músculos hasta que te dejan en otro mundo. Un mundo de esfumato extremo en el que una mota de polvo flotando en el agua puede hacerte creer con su devaneo que el fondo de la bañera se mueve. Es sólo un efecto óptico, pero si enfocas el contraste mota de polvo fondo de la bañera jurarías que la bañera se está moviendo bajo tu culo.

Un día de éstos vas por la calle con mucha prisa porque no llegas. Intentas ir lo más rápido que el cuerpo te permite sin prestar mucha atención a lo que ocurre a tu alrededor. Sudas y tu corazón se acelera y se acelera. Los nervios se están mezclando con el esfuerzo y una gota de sudor te impide ver que en ese mismo momento un coche sale de un garaje y casi te atropella. Después de sobresaltarte con el estruendo del frenazo mezclado con la música a todo volumen miras al conductor con cara de mala leche y sigues tu camino. Él te mira como no dando crédito, incómodo. Otro hijo de puta que no respeta a los ciclistas.

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las Septiembre 30, 2004 06:37 PM
De la que otros han dicho...

OK, pero no vas a explicar de una manera más coherente lo de Tool y el Fibonnacnci?

O es que en este post se encuantra la clave para escuchar el Lateralus? XDD

Esto lo dejó caer por aquí the thief más menos a las Octubre 1, 2004 05:53 PM
Y ahora vas tú y, cargad@ de razón, dices









Me lo quedo para otra?