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The Winnerys (22/05/2004)

Fiestas de la Ascensión de Santiago de Compostela.
Entrada gratuita.
Plaza do Toural.
Aforo: los de siempre.

El Ayuntamiento de Santiago de Compostela nos obsequió el Sábado 22 de Mayo a las 23 horas con un concierto gratuito de un grupo novel, que no novato, en la pequeña plaza del Toural con motivo de las fiestas de la Ascensión 2004. Confieso que mi desconocimiento acerca de The Winnerys era absoluto, ni siquiera había oido hablar de ellos, así que he tratado de informarme un poco antes del concierto. Estos madrileños están de gira presentando su primer disco, "And… The Winnerys", un disco en el que se notan claramente las influencias del grupo, que parece provenir de las bandas de los 60, aunque también he leido en una entrevista a los miembros de grupo, que la "new wave" también entra dentro de sus preferencias musicales. Ellos son: Javier Polo, "Magic" (solista y bajista), Borja Buenafuente, "Happy" (guitarra rítmica y coros), Fausto Martín, "Sugar" (solista y guitarra) y Juanjo Martín, "Hammer" (batería). Así que me hice con el disco que, por cierto, sólo cuesta 5 euros, pero me dejó un tanto frío en una primera escucha, no porque las canciones sean "frías", sino porque el estilo que practican está un tanto trillado.

Por eso iba poco esperanzado. Aforo de la plaza medio lleno. Así es Santiago, les das un concierto gratis pero sólo están los de siempre. Sí, os tengo fichados/as a todos/as; desde mi ex-vecina con su novio que está friki, a las cuatro chicas y el chico popero. A mi izquierda la cantante y guitarrista de Juniper Moon y delante los Bronco Bullfrog, que tocarían al día siguiente y cuyas patillas serían manjar apetecible para las tijeras de mi primo el peluquero. Como decía, Santiago es una ciudad un tanto idiotizada musicalmente. Ahora que 8 de cada 10 jóvenes van con chapitas, look pop, flequillos, etc. te esperas que sean un poco consecuentes con la moda, y al menos vayan a aparentar a los conciertos que van con su aspecto, pero nada, no se le pueden pedir peras al olmo. Eso sí, destacar los grupos de treintañeros que asistieron emocionados, sobre todo a las versiones con los que los deleitaría el grupo.

Con puntualidad subieron al sobrio (por decirlo finamente) escenario los cuatro Winnerys, sonrientes y amables. Desgraciadamente, debido a que sólo he escuchado el disco 3 veces, no sé cual es cual, no os puedo poner el set list pero vamos, que tocaron las del disco. Y es precisamente esto lo que me gustaría destacar. Me agradó sobremanera, además de "clavar" el sonido retro", la entrega y la actitud, y las versiones que hicieron: Hollies, Badfinger, Small Faces y alguna más que se me escapó (si os las sabeis, no dudeis en escribirlas ahí abajo, os lo agradecería). Los veteranos y algunos no tan veteranos se las sabían todas y se emocionaron especialmente, pero a esas alturas ya todo el mundo bailoteaba al ritmo clásico de guitarra de Winnerys. Otro punto fuerte en directo son las voces, no sólo cantan de puta madre los 3 (no sabemos qué tal lo hace el batería) sino que sus voces se acoplan igual de bien.

Durante todo el concierto mostraron buen rollo, no sólo por sus caras alegres ("Happy" hizo honor a su sobrenombre), sino por sus canciones, que exhalaban la alegría del pop y el rock de esa época a la que se remonta la música de los madrileños. Casi todos terminaron el concierto con una sonrisa y bailando al contagioso ritmo de los agradecidos músicos, que lograron que mucha gente que casualmente transitaba por la plaza se quedase a escucharlos.

Hoy he vuelto a escuchar el disco y ya suena de otra forma; es algo que ya me ha ocurrido más veces, cuando le pones rostro a las canciones y vives su directo. Parecen haber asumido perfectamente sus raíces y, por tanto, si te apetece pasar un buen rato y/o añoras aquellas canciones y aquel sonido desenfadado y divertido, The Winnerys son tu grupo. Dominan el directo y parecen un grupo rodado que suena sin artificios. Demuestran que la música en España no está ni mucho menos desahuciada. Sólo hace falta que valoremos el esfuerzo de toda esta gente que trata de darse a conocer. Prueba de ello es que al final del concierto una buena cantidad de gente se acercó al lateral del escenario, si no me equivoco, a comprar su disco. Habrá que seguir en el futuro el rastro de estos ganadores.

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