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Califone + Gas Panic!

13/04/2004 Club Vademecum - Vigo - 9 euros

Califone es un grupo cuyo nombre proviene de la palabra California, donde el término fornia se ha sustituido por fone. Fone es una palabra que quiere decir "sonido". Así que el nombre del grupo podría traducirse como "sonido de California".

Califone no son de California, pero su sonido suena un poco a oeste, y California está en el oeste. Por tanto el nombre del grupo se refiere a como suenan, no de donde son sus componentes. Aunque tal vez alguno de sus componentes sea de California, pero eso no me he parado a investigarlo. Lo que sí sé es que ellos actualmente no viven en California, sino en Chicago.

Espero que os guste mi crónica hasta el momento. Es mi primera crónica.

Una vez introducido el grupo, pasemos al concierto en sí. Los teloneros empezaron a eso de las 10:30, con una afluencia de unas 40 personas, número que no se vio muy aumentado a lo largo de la noche.

Estos teloneros eran un grupo local llamado Gas-Panic!, como un antiguo videojuego. Nos divirtieron un buen rato con sus canciones, pero siendo sincero, no me acuerdo de ninguna. Tal vez porque se me subió la cerveza que los señores de Vademecum me obligaron a consumir.

Después, hubo un parón. El ingeniero de sonido (conocido personajillo de melena rizada, barbas y gafas) se dispuso a colaborar para cambiar el escenario, que ya estaba casi montado, pero al que faltaba darle un par de toques. Después, el personajillo tendría más adelante, como es costumbre, su dosis de protagonismo en el concierto, asomando su cabecilla y pegándola al altavoz de vez en cuando, así como desplazándose por la sala midiendo los niveles de presión sonora con cara de interesante, y elevando el volumen de la voz del cantante, que como siempre se le quedaba corto en sus estimaciones iniciales.

Pues en esto que el concierto comenzó. El cantante dijo algo así como "buenos díos" con su español macarrónico. A lo largo de la noche nos deleitó con frases como "hola" "adios" "gracias" "muchos gracias", "baño" y "donde está baño?". el guitarrista también hizo sus pinitos pronunciando un "gracios". El resto de componentes se expresaban en su lengua madre, como "turn off that fucking monitor...it's cracked, don't you see". Y el pobre personajillo de la mesa de mezclas no tuvo más remedio que obedecer a tales órdenes.

Lo más interesante del concierto fue la percusión. Había dos baterías. Una a cada lado del escenario. Yo estaba situado frente a la batería izquierda, y pude comprobar como el batería tocaba empleando curiosas técnicas. Alrededor de la batería tenía acumulada toda una colección de cacharros que parecía haber robado de la cocina de su madre. De vez en cuando, revolvía entre estos cacharros y colocaba uno encima de la batería, y lo golpeaba de diversas maneras. Otras veces se ayudaba de miembros de su cuerpo, como de los codos, etc. para tocar la batería. Por cierto, mientras revolvía entre sus cacharros metálicos en un intermedio entre dos canciones, el sonido de dicho revolver (crockkkk, crockkkk, rackkkk) se coló por uno de los micrófonos y se escuchaba por toda la sala, y el otro percusionista, con su pinta de einstein sabelotodo, le echó la culpa a su monitor crackeado.

La verdad es que la capacidad de hacer sonidos raros de este grupo es bastante peculiar. Se deleitaban con sus improvisaciones, cada uno tocando sus instrumentos como le venía en gana. O quién sabe, a lo mejor no eran improvisaciones, y eran melodías perfectamente estudiadas. Pero a decir por las caras de los miembros del grupo cuando terminaban las canciones (algunas de 15-20 minutos de duración, gran parte de este tiempo de golpeo de cacharros), ponían unas caras de "uauuuu, nos ha quedado que te pasas", lo que refuerza la hipótesis de la improvisación.

También hay que destacar que, sobre todo al principio del concierto, cometieron algunos fallitos. Dos canciones tuvieron que ser abortadas al cabo de un minuto, para ajustar de nuevo los instrumentos. El público al principio perdía la paciencia, pero al cabo del tiempo las cervezas iban haciendo efecto y al final hubo gente que hasta les compró el disco.

Fue una noche califonelística.