Después de leer la entrada en la bitacora de mi compañera de clase una entrada sobre que le impulsó a apuntarse a irse de Erasmus me ha hecho que me lo plantee yo.
Hace un año cuando me apunté a la movida esta estaba bastante rallado de mi entorno, exparejas y exrollos que molestaban y no me atrevía a enviar a tomar por c el aire, falta de motivación en los estudios... Así que me avisaron de que sería la reunión próximamente y sin dudar acudí.
Fui con otros dos más colegas, que luego han acabado no apuntando-se por diversos motivos, pero estoy seguro que este año volverán a pedir plaza.
Y bueno, lo tenía claro, Holanda sí o sí, sería una forma de tocar el inglés sin tener que pisar la gran bretaña, Irlanda molaba, pero solo hay una plaza así que la descarté y Francia/Bélgica pasando, aunque eran opciones por si acaso me quedaba fuera. Me decidí por Holanda por motivos obvios, un país con mucha libertad, plurilingüe, multicultural, la heineken y los coffee shops.
Aunque esos dos meses que estuve esperando respuesta pensaba que me tocaría plaza para Grenoble dado el pesimismo de que no podría ir donde quería, que bueno.. no está tan mal, tienes Niza abajo para los días de verano, tienes los Alpes arriba para los días de invierno, tienes Milán a un tiro de piedra e incluso podría ir en coche hasta allí.
Pero no, a veces nos infravaloramos y pensamos que somos peores de lo que realmente somos, me dieron la plaza, la primera que tenía en mi lista. A Zwolle. Y bueno, en ningún momento me ha pasado por la cabeza el "no ir", cuando es la gente la que te anima a que te vayas, en este caso eran los que me animaban a quedarme, pero va a ser que no! Incluso es mi abuela la que me dice que no vaya, pobrecita.
Historias muy distintas hay en cada apuntado al programa de intercambio. ¿Cual será la tuya? Ya sabes, si tienes la oportunidad, no lo dudes. Y si no tienes la oportunidad, búscala.
Posted by mikel at Diciembre 12, 2005 05:03 PM | TrackBack