Son los que faltan para coger el avión un congelado veinticinco de Enero a las seis de la mañana.
Vueling, ofertaza con un coste total de 25 Euros, esperemos que se porten y no jodan con retrasos.
Ya ando mirandome una cámara digital sencillita para capturar esos momentos, he incorporado al blog un panel informativo sobre la temperatura de allí (para que podais cachondearos de mí cuando vosotros tengais un Sol espléndido y yo esté congelado y a oscuras), esperando algun correo informativo de parte de los de la residencia y intentando vivir los últimos momentos entre mi gente.
El sentimiento no es el mismo que hace ocho meses, se ha transformado, más que la euforía del primer momento es tener la sensación de estar ya allí e ir viviendo todas las sensaciones, buenas y malas, que me esperan, para poder recogelas y guardar un recuerdo que dificilmente será sustituido.