La verdad, habríame descorazonado tu carta, haciéndome temer por tu porvenir, que es todo tu tesoro, si no creyese firmemente que esos arrechuchos de desaliento suelen ser pasaderos, y no más que síntoma de la conciencia que de la propia nada radical se tiene, conciencia de que cobra nuevas fuerzas para aspirar a serlo todo. No llegará muy lejos, de seguro, quien nunca sienta cansancio.
De esa conciencia de tu poquedad recogerás arrestos para tender a serlo todo. Arranca como de principio de tu vida interior del reconocimiento, con pureza de intención, de tu pobreza cordial de espíritu, de tu miseria, y aspira a lo absoluto si en lo relativo quieres progresar.
No temo por ti. Sé que te volverán los generosos arranques y las altas ambiciones, y de ello me felicito y te felicito.
Avanza, pues, en las honduras de tu espíritu, y descubrirás cada día nuevos horizontes, tierras vírgenes, ríos de inmaculada pureza, cielos antes no vistos, estrellas nuevas y nuevas constelaciones. Cuando la vida es honda, es poema de ritmo continuo y ondulante. No encadenes tu fondo eterno, que en el tiempo se desenvuelve, a fugitivos reflejos de él. Vive al día, en las olas del tiempo, pero asentado sobre tu roca viva, dentro del mar de la eternidad; el día en la eternidad, es la eternidad, es como debes vivir.
Te repito que no se hace el plan de vida, sino que ésta se lo traza a sí misma. ¿Fijarte un camino? El espacio que recorras será tu camino, no te hagas, como planeta en su órbita, siervo de una trayectoria. Querer fijarse de antemano la vía redúcese en rigor a hacerse esclavo de la que nos señalen los demás, porque eso de ser hombre de meta y propósito fijos no es más que ser como los demás nos imaginan, sujetar nuestra realidad a su apariencia en las ajenas mentes. No sigas, pues, los senderos que a cordel trazaron ellos; ve haciéndote el tuyo a campo traviesa, con tus propios pies, pisando sus sementeras si es preciso. Así es como mejor les sirves, aunque otra cosa crean ellos. Tales caminos, hechos así a la ventura, son los hilos cuya trama forma la vida social; si cada cual se hace el suyo, formarán con sus cruces y trenzados rica tela, y no calabrote.
Me dices en tu carta que, si hasta ahora ha sido tu divisa ¡adelante!, de hoy en más será ¡arriba! Deja eso de adelante y atrás, arriba y abajo, a progresistas y retrógrados, ascendentes y descendentes, que se mueven en el espacio exterior tan sólo, y busca el otro, tu ámbito interior, el ideal, el de tu alma. Forcejea por meter en ella al universo entero, que es la mejor manera de derramarte en él... En vez de decir, pues, ¡adelante!, o ¡arriba!, di: ¡adentro! Reconcéntrate para irradiar; deja llenarte para que reboses luego, conservando el manantial. Recógete en ti mismo para mejor darte a los demás todo entero e indiviso. "Doy cuanto tengo", dice el generoso; "Doy cuanto valgo", dice el abnegado; "Doy cuanto soy", dice el héroe; "Me doy a mí mismo", dice el santo; y di tú con él, y al darte: "Doy conmigo el universo entero". Para ello tienes que hacerte universo, buscándolo dentro de ti. ¡Adentro!
Miguel de Unamuno
Ocurrió algo que me cambió bastante, por la cercania con la que vivi el succeso más terrible de la historia de la democracia española. No entendí el porque tuvieron que pagar unos civiles la osadia de un gobierno que no escuchó a dichos ciudadanos. Pero, al fin y al cabo estamos en guerra.
Este comentario quise ponerlo el otro día, pero no me atreví a colgarlo, pues se puede decir que aún estaba convalesciente, y lo que menos necesitaba era un debate. Esto es un escrito con el que estoy muy de acuerdo
No entiendo que ha pasado, no entiendo como en Valencia se pide la pena de muerte, no entiendo como en Salamanca se acusa ciegamente a E.T.A y como en varias partes de España (por no decir mayoria) estan cegados y manipulados por la demagogia del PP.
Si a eso sumamos la lamentable labor del gobierno, las condiciones no son mucho mejores. Acusaron a ETA sin tener pruebas tangibles. Vi las declaraciones de premsa tanto de Acebes (ministro del interior) como de Aznar y ambos fueron de lo más despóticos con los periodistas que insistían en pedir información acerca de las pruebas, hipótesis que insistían en la posibilidad de que los autores hubieran sido otros etc etc etc... (El PP hizo decir a sus embajadores que era ETA de inmediato, sin ninguna prueba. Acusar sin juzgar? A que tiempos estamos volviendo? Me niego a vivir lo que han vivido mis padres, con la palabra democracia. Niego esta gran hipocresia. No somos fichas de un tablero de ajedrez)
A nivel personal da igual si ha sido ETA, Al Qaeda o cualquier otro fanático. Ha sido una brutalidad sin precedentes. Sin precedentes no por el número mayor o menor de muertos y heridos, sino por el hecho de que fueran "civiles". En el siglo XX las guerras cambiaron, pasaron de disputarse en el frente militar para que comenzaran a afectar también a civiles. Actualmente, los "frentes militares" ya no existen. Desde la guerra fría la posibilidad de un enfrentamiento bélico convertía a cualquiera en posible víctima potencial. En ese sentido, el terrorismo, sino lo es ya, está a punto de convertirse en la nueva forma de hacer la guerra.
Lo que sucedió en EE.UU o ayer en Madrid son pruebas de ello. Pero también lo son lo que sucede casi semanalmente en Oriente Próximo y en otros tantos países del mundo. Es fácil poner la tele y ver "un nuevo atentado en Bagdad" y simplemente cambiar de canal, porque nos hemos acostumbrado al hecho de que nos den el número de muertos en Irak y a continuación los resultados de los partidos de Champions correspondientes.
Tengo la teoría de que hasta el lunes o el martes no se sabrá la autoría del atentado. Efectivamente, no será hasta después de las elecciones. Obvio es para cualquiera con un poco de sentido común que las implicaciones políticas, sociales y económicas no serán las mismas si ha sido E.T.A. o AlQaeda. Creo que en ese sentido será mucho más grave si han sido los segundos.
También quiero remaracar que cuando ocurre en otro país me ha parecido ver más información que vísceras, ¿qué es lo que pretenden? ¿asustarnos, enfadarnos, o sólo conseguir audiencia en el país en el que el espectáculo nacional son las corridas de toros? No creo que nadie que haya perdido a alguien en el atentado pueda ver la televisión ahora sin acabar con pesadillas para el resto de su vida. Y encima sin poder encontrar un motivo firme. Para mi han sido dificiles estos dias.
Quizás de una manera fría sólo me queda encogerme de hombros y mirar cínicamente a los políticos de todo el mundo. Esto no tiene nada de nuevo. Los terroristas están ahí, tienen armas que alguien les ha proporcionado, tienen dinero y respaldos, y hay muchísimos intereses por medio. El problema es que ahora el objetivo podemos ser cualquiera.
Manifestación a favor de la paz y el cese de la violencia por supuesto. Pero hay mucha gente detrás de todo esto. Y no es una teoría conspiratoria ni paranoica.
Por último también me ha parecido lamentable la actitud de los medios de comunicación. Una vez ya se sabe con claridad más o menos lo sucedido, a santo de que viene estar dandole vueltas una y otra vez a lo mismo, con dar un avance cada que vez que se supiera algo nuevo habría bastado. Pero caer en la
demagogía es de lo más fácil.
Hoy todo el mundo es español y es democrata.
No a ningún terrorismo, no a la guerra. No a más muertes, ni en Irak, ni en Afganistan ni en EEUU ni en Madrid. Ni en ningún sitio. Supongo que por soñarlo no estará mal.
Todo parece muy absurdo ultimamente...
Jack Skellington se despide en este post. Criticad lo que querais.
Tan absorto como estaba en esa lectura no escuchó nada. Esos lentos, largos y semi-arrastrados pasos. Ese abrir de la puerta, silencioso pero audible, dado el silencio existente. No oía tampoco el corazón de quien iba a matarlo, un corazón que delataba las intenciones del asesino, del amante... Pero tuvo suerte, entusiasmado como estaba el lector, ni siquiera se dio cuenta del acompasado y exaltado sonido que se oía, rebotando en cada una de las cuatro paredes... Tampoco la fatigada respiración, a ritmo de su corazón por los nervios, esa respiración que reflejaba miedo y ansias. Ni el plic-plic que se producían al caer las gotas de sangre, de la herida del rostro del amante. Tan pegado a esas líneas que leía, que tragaba segundo tras segundo, que no sintió ni un leve ruido en su entorno. Quizás ese libro fue su perdición, pues así como no escuchó, tampoco vio, concentrado como estaba en la trama. No observó como el espejo reflejaba la imagen de alguien desconocido, ajena a las imágenes habituales de la habitación. El destello de luz que producía la lámpara al reflejarse en el cuchillo, liso y limpio, dispuesto a cumplir su función. No notaba el leve temblor del destello que hacía, producido por el pulso de quien sostenía el cuchillo, nervioso y asustado. Ni la sombra del asesino, una sombra nunca vista en esa zona, una sombra desconocida, que significaría el fin del lector.
¡Oh! Pero aun sabiendo su final, aun viéndolo escrito, aun viendo reflejados en el texto cada uno de sus pensamientos y emociones... no se atrevía a subir la vista, a protegerse almenos, a hacer algún gesto que significara romper el destino que estaba escrito en ese libro. Tan fascinante. Tan maldito. Tan odiado. Sabía que había todos esos ruidos, aunque no los oía, sabía que había las sombras, el reflejo, los destellos, aunque no los veía. Tenía que luchar contra el destino marcado tan claramente en las líneas que devoraba sin piedad alguna. Lo que fuera, sólo darse impulso para demostrarse que todo lo que hacía no estaba escrito en ese libro, mover la mano, algo que estuviera fuera de lugar... pero no podía. Seguía y seguía leyendo, quería luchar contra esa extraña adicción a saber su destino, a pasar una y otra vez página leída. Todo fue inútil. No fue capaz de salvar su vida aun sabiendo su aciago destino. Malvada su mujer, que le dio este libro hechizado. Malvado el amante que estaba dispuesto a matarle, ahí, indefenso, hechizado...
(el final al extender el post)
Luchó mentalmente como nunca, leía más despacio para poder separarse, luchaba contra el libro en cuestión de vida o muerte... pero todo fue en vano, el libro cayó, abierto, manchado de sangre, sangre de aquel a quien había poseído. Todo fue silencio. El muerto dormía, soñaba... y al fin despertó. Acurrucado y asustado, llorando. Y cayó. No tenía mujer, no tenía una mansión, no tenía mayordomo, no era hombre de negocios... y no tenía, el sillón de terciopelo verde. Se levantó lentamente y observó el libro, lo acarició sorprendido. Jamás un libro le había causado tanta sensación, jamás se había metido tan dentro de una lectura. Un libro imposible de describir, pues fascinante, fantástico e increíble se quedarían cortos. Una genialidad, una obra maestra. Un libro que alcanzó la terrible perfección, el gran ideal de todos los escritores, que sólo uno supo plasmar...