Parece que no pasa el tiempo, pero eso es mentira.
Y no nos damos cuenta de que los números del calendario son estacas que se clavan en nuestro pecho, en nuestras vidas.
Los momentos pasan a ser pasado desde que los vives. Es una putada.
Pasa un día, otro, y otro más y no nos damos cuenta, porque vivimos sumidos en una rutina que nos hace felices o no, que nos llena, o no.
Hoy es tu cumpleaños, pero no estás aquí.
Te rogué que no te fueses sin mí, pero lo hiciste, te fuiste.
Yo me iré la primera –me decías-.
Yo me quiero ir antes que tú, –te respondía-.
Y te fuiste, y ahora es cuando me doy cuenta de que mi vida eras tú.
Tengo el cuerpo arrugado. Es curioso, el cuerpo se arruga, se pasa, se encoje, pero el amor crece y no se pasa, no caduca, no se pone viejo. No tiene un corazón que deja de latir en cualquier momento.
El amor está por encima de todas las cosas, y cuando mueres, el amor no lo hace, se va contigo: es lo único que no se pueden comer los gusanos, ni se puede quemar.
Parece que te esté viendo ahí, tumbada, en la cama a mi lado.
Mi cuerpo está viejo y cansado, me decías, mientras sujetabas mi mano arrugada, como la tuya.
Te amo ahora más que el primer día : joven y guapa.
La vida, 40 años más tarde se ve de forma diferente. Es ahora cuando nos damos cuenta de todos los momentos buenos que hemos pasado.
Ahora nos vemos hermosas, sin serlo. Ahora nos amamos con los ojos, sin casi tocarnos.
Ahora el sexo no existe, porque el sexo a los 65 años da igual. No es lo más importante.
Mientras aprieto tu mano, y te ayudo a ir a baño, bromeas con que si te falla la pierna y caemos aquí, en medio del pasillo, y no nos podemos levantar ¿Qué pasaría?
Yo te digo que me quedaría contigo aquí tirada, o que te intentaría levantar como pudiese.
Y tú te ríes, tu sentido del humor sigue brillando, como también brillan tus ojos.
Cualquiera diría que dentro de unos días te irás.
Si te miro, veo como la vida te sale por todas partes, es imposible, no debiera ser que te fueses antes que yo. Tendría que irme yo y no tú.
Pero la vida es así –me dices mientras me miras y sonríes-.
La vida termina igual que empieza: amando.
Aún me hago preguntas :
¿Por qué una vida no basta para entregarte todo el amor que llevo dentro?.
¿Por qué te vas a ir cuando más te necesito?
Tengo 65 años y ya pocos sueños por cumplir. He amado y me han amado.
He compartido la vida con la persona más maravillosa del mundo, y volvería a repetirlo.
Cuando tienes 25 años piensas que te vas a quedar con 25 toda la vida. Cuando tienes 10 más piensas lo mismo: con 35 toda la vida. Y cuando menos te lo esperas, te despiertas una mañana, y te encuentras con 65 años, el cuerpo arrugado y cansado, y un lado de la cama vacío.
no pienses en el año 2047. piensa en todos los buenos momentos que pasarás a su lado hasta entonces. por cierto, que el 2047 seguirá siendo el siglo xxi. no es por desilusionarte pero dudo mucho que tú y yo lleguemos a conocer el xxii ;)
Escrito por: marta de esparta, el Viernes, 30 de Marzo de 2007 a las 12 AMGracias Martita, se me fue la olla. Ya he corregido el error.
Y tienes razón, hay que vivir el momento, los buenos que ya suceden y que están por llegar.