Dios y un Ángel

Dios existe.
Lo juro. Dios existe. Está en algún lugar, en alguna parte.
Dios me ha enviado una persona, un "Ángel" sin sexo, para que me cuide.

Le pedí ayuda a Dios, un día: un día que me desperté y me pregunté que coño hacía yo respirando. Yo quería morir. Quería dejar de existir. Quería irme sin despedirme de nadie. Abandonar la vida. Abandonarme a mi.
Quería que mi corazón dejara de latir, para que mi alma, al salir de mi cuerpo, siempre, siempre, estuviese al lado de "ella".
Esa mañana llovía y hacia aire. Entonces Dios se apareció en mi habitación y me dijo que la vida si yo dejaba de existir se terminaba para mi.
Que mi alma no estaría a su lado, que mi alma iría a ese cielo donde van las almas que en la tierra se han comportado bien, y han sabido ser personas humanas con corazón.
Miré a Dios a los ojos. Dios tenía mis ojos. Marrones. ¿Dios, tu no tenías los ojos azules?.
Yo te estoy mirando con tus ojos -me dijo-

Respiré hondo. Me busqué el corazón con la palma de mi mano, pensaba que estaba muerta, y estaba en algún lugar muy lejano de la tierra. Pero no estaba muerta, estaba viva, encima de la cama.
La cama, cuando se te aparece Dios se queda helada.
Empecé a tiritar de frío, me fui al baño, y me metí debajo de la ducha con el agua hirviendo.

Cuando terminé de ducharme, me vestí.
Me senté sobre el sillón, pensando en todo lo que me había ocurrido.
Fue entonces cuando decidí seguir viviendo.
Dios me había dicho, sin decirme nada, que yo era buena persona.
Yo ya me lo creo: soy la mejor persona.
Soy buena, y aún no quiero ir al cielo donde van las almas buenas.
Yo quiero vivir.
Yo quiero seguir disfrutando de un beso con lengua.
De una noche loca.
De un cine.
De un helado de dos bolas (de chocolate y chocolate blanco).
De una sonrisa.
De una cena romántica.
De un concierto.
De escribir. Quiero seguir escribiendo.

No es mi hora aún.
Me lo dijo Dios.
Y ahora este "Ángel" que Dios me ha enviado, me recuerda cada día lo buena que soy, lo mucho que valgo. Y ...
Y yo me lo estoy creyendo, es más, ya no me lo creo.
Ya es que creo que lo soy.
Lo soy.

Aunque de igual te lo dijo eigual a las 09:26 PM