A las 7 de la mañana he abierto los ojillos, pensando que me había quedado sobá, no me extrañaría, seguramente habría olvidado activar el despertador, y alé, voilá, -que quedo dormida, como si ná-. Pero no, hoy era, y es, y sigue siendo Domingo y que alegría me ha entrado por todo el cuerpo, cuando despues de incorporarme asustada sobre la cama, con expresión de terror en mi cara, me he dejado caer sobre la cama otra vez, y me he arropado con las mantas hasta la cabeza, al saber que hoy no me tocaba trabajar.
Que agradable, que sensación de plácer tan infinita el saberme libre de cafés y vasos de agua. Qué alegría no hacer nada, más que lo que me apetezca a mi en cada momento.
Así que a las 11 me he levantado, he desayunado lo primero que he pillado y me he ido a la calle. A comprar mi regalo de reyes, a lo mejor hasta me lo merezco.
Y como siempre, termino comprandome lo que no me hace falta, ya lo sé, pero soy así, jejeje.
He estado en Urende, y la verdad es que he alucinado, creo que en vez de mirar lo que me podría gustar para reyes, he estado observando a la gente, como con caras de posesividad, alucinaban y tocaban, lo que seguramente terminarían comprando.
Lo que más me ha impactado ha sido como la gente se peleaba por los empleados, por que les atendiesen, yo sigilosamente me he acercado a un tipo, que llevaba una chapita en la solapa que decía: Roberto ( y nosequé abajo).
Y una señora, con un abrigo de bisón se me ha acercado por detrás y casi me echa el hombro abajo: Oye niño (niño? es a mi?), niño que estaba yo antes con él.
Y claro, mi cara la tendriaís que haber visto:
-Señora tranquila, que no se lo voy a quitar....ahí lo tiene. Y aproposito, soy niña.
La señora "oso" me ha achado una mírada que poco más y me atravíesa.
Así que ante la situación de los dependientes, todos ocupados, el mogollon de gente, los altos precios, y que no estaba lo que yo quería........ pues he salido de patas de allá.
Cuando ya iba por la calle camino de Hipercor, para golé otro rato, y para ver si encontraba lo que yo buscaba, me he encontrado una tienda.... y al verle en el escaparate no he podido resistirme.... ¡ está ahí !. Por un momento me he dado cuenta que por una vez en mi vida quería algo y podía comprarlo, porque me lo había currado con muchas horas de trabajo..................
Me lo puedo comprar, sí, pero ¿porqué me queda una sensación de culpabilidad terrible?. Porque aún teniendo ese pedazo de aparato delante de mis narices, me estaba sabiendo mal comprarmelo. Quizás es porque en realidad tengo ya uno aunque no sea el mismo, o porque no me hace realmente falta..
COÑO, SOY UNA PIJA. POR ESO ME LO HE QUERIDO COMPRAR.
Así que he entrado en la tienda (pa verlo), y sabeís? he salido de la tienda con él en la mano.
Sí, me podría haber comprado otra cosa, o haber guardado el dinero, -para un plan cualquiera-. Pero no, de alguna forma me apetecía tener ese "móvil", me apetecía muchisímo tenerlo. Y ahora lo tengo aquí a mi lado.
Me siento un poco mal, sí, pero bueno, ya está echo, no me arrepiento.
Ahora a disfrutarlo, claro, son mis reyes, y me lo merezco.
(el móvil)
Pero al llegar a mi casa, he tenido que llorar.
Mi madre ha echado a mi gata a la calle, es decir, que no la voy a volver a ver nunca más. Se la han llevado lejos, y no quiere mi madre que vuelva.
Sé que he sido yo la culpable, no me ocupé de ella como debía. Apartir de ahora ni un animal más.
Lo cierto es que cambiaría esto que tengo ahora mismo en las manos, porque mi gata volviese a casa.
Pero no se puede, y además se tenía que ir, para darme cuenta de lo que ella me hacía falta, de lo que la quería. Y es que no se sabe el valor de lo que se tiene, hasta que se pierde.
Te quiero mucho mitu. Siempre serás mi gatita (aunque suene cursi es así), cuídate tú sóla, yo ya no lo podré hacer. Te voy a querer siempre, te voy a recordar siempre.Siempre.
Aunque de igual te lo dijo eigual a las 04:59 PMA que no sabes que me ha pasado. A pesar de la fiebre y demás que me acompaña, he salido a comprar un regalo de reyes para mi hermana. Cuando estaba en un semáforo, he visto a un señor mayor con un gato tumbado plácidamente entre sus piernas mientras este le hablaba. Al principio me habia dado la sensaciónde que era Mitu, pero claro he penado que era la fiebre que me hacia delirar. Ahora sí se que era ella, y créeme, va a estar bien cuidada.
Pasando a un tema más materialista, por cuando me vendes tu antiguo móvil, ya sabes cual!!!!!!!!!
Escrito por: upss, el Domingo, 04 de Enero de 2004 a las 05 PM