Hoy es 30, mañana 31

En aquella tienda había de todo. Había tantas cosas...y todo estaba en venta, hasta la dependienta, pero con ella no me hubiese quedado, por pocos euros que me costase. En fin. Que no.
Míraba las miradas de montones de muñequitos que me asesinaban con sus ojos de plástico, y me suplicaban que los llevase conmigo [¿conmigo?, ¿pensaís que estareís mejor conmigo?]. A esos muñecajos me gustaría robarles las sonrrisas que llevan pegadas en eso que llamamos boca. Y pegarla en la mía.

No sabía exactamente que comprar. Buscaba algo único, y especial. Porque la persona que lo tendrá pronto en sus manos es muy muy muy especial, y única. Por eso quizás el regalo que yo buscaba tenía que ser único.
Entonces me he acordado de algo que hace días, 8 exactamente captó mi atención, mi mirada, y me retuvo muchos segundos y minutos efrente de los cristales empañados, es decir, enfrente del escaparate.
He salido de la tienda rápidamente, la chica me ha mirado extrañada.
Casi me como el cristal, es tan transparente que no se ve, no tengo culpa de eso.
Lo he mírado de nuevo. He vuelto a entrar en la tienda.
La chica me seguía mirando con expresión extraña.
[¿Qué pasa, acaso nunca has visto a nadie entrar y salir tan rápido de la tienda?]
[Ponme "eso", envuelto, para regalo... papel azul, porfavor......mmm..y sin moña, que no me gusta, que resulta muy pomposo...].
"¿Ya?", me ha contestado ella como diciendo para sus adentros: Esta tía tan pesada de donde ha salido?.
Pues de pesada nada, indecisa más bien diría yo...
Pero...¡oh! que ven mis ojos.
JOLINES, -he dicho-, mis ojos no podían despegarse de aquella cosa tan bonita, QUE BONITO.
[Me lo envuelves también, pero ya sabes....].
¿Más cosas? -me decía ella-.
[Ya está]. Le he dicho.
Parece que tengas ganas de perderme de vista. ¿Tanto repelus doy con esta cara?. Seguro que no será para tanto. ¿O es que esta dependienta pone esa cara de asco a todo el mundo?. No tengo tiempo para comprobarlo. Salgo de la tienda.

Al salir de la tienda hacía frío, y estaba apunto de llover, pensaba que me mojaría, pero no me importaba, iba tarareando una canción, tan felíz, porque me moría de ganas por ver su cara abriéndo el regalo.
Con suerte, si no cambían los planes, lo vería mañana.
No me ha llovido.
En mi casa las 2 de siempre peleaban. Por asuntos de negocios.
Al llegar a mi cuarto las paredes me han gritado.
Parece mentira, no soy capaz de mover nada de su sitio. Y echo de menos "una presencía", porque aunque me haya dólido que todo haya pasado de la forma en que lo ha echo. La echo de menos, sobre todo aquí en mi hábitacion. Y dentro de mi, mucho más.
Esta hábitacion, dónde yo leía en voz alta los poemas de Gloria Fuerte [y me sentía fuerte y estaba en la gloria] me sentía "sinceramente" en esos momentos, completamente felíz. Antes de entender por fin todo.
Es así. A ver cuando consigo mover.....algo de esta hábitacion.

Tengo miedo, nadie me llama.. El móvil está parado, silencioso. Me siento sóla.
Igual me lo merezco.
Ahora mi madre llora, o eso dice mi hermana desde la escalera. Debo ir con ella, igual me necesita, aunque yo necesite también a alguien y a algo, y no lo tenga. Pero quizás ella me necesite, ¿y si voy a ver lo que le pasa?.
Lo sé, no puedo ayudarla. Yono tengo la ayuda que necesita, no está en mis manos eso.
......
Os dejo escuchando a Ismael Serrano.....
Mientras vuelvo.

Aunque de igual te lo dijo eigual a las 08:47 PM