Octubre 27, 2003

Arena en los ojos

Nunca supe cómo llamarte. Inventé más de cien nombres a los que ni siquiera respondías volviendo la cabeza. Cuando me hablaste de un viaje más allá de la tierra, más allá del mismo mar, supe que te llamabas como yo.
Tú no sabías remar. Como yo iba desnuda no pude hacer una vela con mi vestido.
—Confío en la lluvia.
La lluvia no rinde culto a reyes ni dioses. La lluvia se espanta con los brazos, pero nadie puede invocarla. Así era su presencia.
No es que cada vez te dejes (entonces) caer menos por mi casa, y los cactus se sequen (ahora), pero te empeñas en volcar tus botas con un gesto de disculpa. He estado en el desierto y allí no queda arena, decías. Quizá no supieras (nunca) que en el desierto hay noches que refrescan la memoria y mañanas que resecan la boca: imposible besar en cualquiera de los casos. Tú eras precavid@.

Alguien me dijo que había vuelto a la ciudad, que caminaba con los ojos fijos al suelo: ni siquiera hubiese reconocido mis zapatos después de tanto tiempo.
En el diccionario enciclopédico decía: El fantasma de una magnitud que ha dejado de existir.
Pensé: No te vayas cada vez más cerca del cielo, que la tristeza no sabe de pasos de cebra ni de manos en los bolsillos. Pero dije:

—La entropía señala el curso del tiempo.
Y es que con el tiempo aprendimos a estar conformes, a no gritar palabras vacías, breves, absurdas. A volar en vertical, desordenados, confusos, dóciles.
Ella pudo decir no.
—Todavía tengo edad para deseos, pero no tengo deseos de verte.
Eso pudo decir antes de colgar el teléfono. Pero dijo sí y bajó a la playa.
Así supo (arena dentro), mientras se acercaba (arena bajo sus pies) a un mismo cuerpo de espaldas (arena en los ojos), que la humedad y el miedo son una misma cosa.

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Aunque de igual te lo dijo eigual a las 09:59 PM
A otros no les dio igual ..

Querida amiga mía... Que la arena de tus ojos no te haga errar en el camino. Que la arena de tus botas, no te haga pararte y alejarte de tu meta. Que la arena en tu boca no haga que te calles... Que la arena de tu vida no sea movidiza, ni te paralice... Un beso donde más te guste.

Escrito por: Itaca, el Lunes, 27 de Octubre de 2003 a las 11 PM
¿Te da igual?









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