Revolución a medida del revolucionario

...y cállate la boca que el mal gusto es 'chic'.

Vivimos una época de cambios importantes, vivimos la revolución silenciosa del vegetal con pelo y los rayos catódicos.

El vegetal es un humanoide sentado en su maceta con forma de tresillo y los electrones dibujan ante su atónita mirada el último escándalo importante sobre la fimosis de un famoso hijo de alguna 'maldita' madre, y no es Sadako.

Hace ya 6 meses apareció Gmail. Primera revolución, menos pan y más circo. El día que lo anunciaron todos supimos, si llegaba a ser cierto, que algo había cambiado. Y desde ese momento todo ha cambiado, las cuentas de correo tienen Gigabytes de capacidad (100 Gigabaytes con 500 Megabytes de adjuntos, la última que he visto). Las líneas se duplican, se cuatriplican, y el hijo de la vecina tiene 2 Megabits de bajada y 600 Kilobites de subida. Pronto el "enlarge your penis" será necesario para tener todo a la par. Pero bueno señores políticos recuerden que los milagros no existen.

Paralelamente los cerebros humanos han sufrido su primera gran (in)evolución desde que dejamos de palmotear el suelo y vimos a un mamut a los ojos. Porque la tecnología avanza más rápida que el intelecto humano, congelado y momificado desde tiempos de los que no hay constancia escrita.

Ya el imperio romano intuía grandes capacidades en la raza humana para convertirse en miserables y patéticos humanoides obedientes. Los electrones no han hecho más que acelerar ese camino, orientado siempre bajo el mapa de los mismos, de la misma subraza de humanos poco humanos. Congéneres que han olvidado cualquier indicio de vida colectiva. Una subraza que desde el principio de los tiempos de los que conservamos algunas crónicas han creído que el dinero y la riqueza les seguirán a la tumba, y es que no sólo Tutankamon pecó de ignorante. Todo se pega menos lo bonito (así que no te acerques que muerdo).

Individuales. Conscientes de nosotros mismos y del entorno. Inteligentes y astutos. Los humanos han aprendido a hacer cosas importantes en poco tiempo. Hemos superado con creces a los animales gracias a nuestra complejidad. Sólo nosotros podemos disfrutar de los placeres de la traición, el suicidio, el sufrimiento ajeno y vivir una vida desgraciada con hipocresía y psicotrópicos.

Y me asusto al observar que la vida no es tan diferente que la reflejada en Gantz, la viva al menos.

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escuchando: STAND ALONE COMPLEX O.S.T - We're The Great