Condenados a ser libres

Futuro: que está por venir.

Es inevitable para cualquiera enfrentarse con su propio futuro. Somos responsables en todo momento de nuestros actos, de aquellas acciones que variarán el desarrollo de nuestro horizonte de tiempo particular.

Es una responsabilidad ineludible, pero tambien es una responsabilidad que no nos exige eficacia. Y debemos convencernos de este último punto. Somos dueños y señores de nuestras acciones sobre el futuro. Y es que es muy fácil opinar cuando no es tu mano la que se quema.

Permitir que otros decidan por nosotros es una mentira cobarde, porque no es una solución, sólo aparenta serlo. Si nos dejamos arrastrar y caemos sufriremos una caida dolorosa y traumática, si triunfamos la victoria será efímera y superficial.

Pero no todo está perdido, tenemos la posibilidad de utilizar el corazón. Si nos guiamos por nuestra propia decisión y caemos, nos levantaremos, preparados para caer de nuevo si es necesario. Si triunfamos la victoria será un plato tan delicioso que no cesaremos hasta probarlo de nuevo.

Juzguen y elijan. Pero no se paren mucho decidiendo, vale más equivocarse con el corazón que desesperarse con la cabeza.

escuchando: XXL - Fran