Seguramente si las naciones unidas hubiesen adoptado el esperanto (o cualquier otra lengua no natural) y se hubiese acordado por todas las naciones su enseñanza como única segunda lengua y su uso en las relaciones internacionales, todas las lenguas incluso las más minoritarias podrían preservarse con facilidad. Sin embargo en la realidad la lengua es la compañera del imperio, y los nativos tenemos que pagar por la enseñanza del inglés.
Escrito por Francisco Bonal a las Mayo 3, 2004 12:28 PM