Como lo prometido es deuda, y para dar un poco de envidia al personal, voy a comentar un par de anecdotas de mi viaje a Ibiza.
Ante todo, empezar por lo del coche.
Acustumbrados que estamos mi partener y yo a irmos de vacaciones en plan comando (es decir, sin planificar casi nada) decidimos alquilar un coche en uno de los millones de agencias de alquiler que existen en Ibiza.
Nos lo tramitaron todo desde el mismo hotel donde estabamos alojados, así que, armados con botellas de agua, mapas de carreteras y bolsas de doritos, nos disponiamos a recorrer de cabo a rabo la isla.
Al llegar al lugar de recogida del coche en cuestion (un pequeño utilitario) nos preguntaron algo fundamental:
Empleado: ¿Quien va a conducier el coche?
Partener: Él, por supuesto... ¿veeeerdaaaaad?
Es algo que tenia bastante asumido desde que nos propusimos la idea, pero comprended que yo, conductor ocasional y ultimamente muy oxidado, no las tenia todas conmigo. Que quereis que os diga, no me considero un conductor de primera, y mucho menos con un coche desconocido, pero como el ego de uno es pequeñito pero matón, ahí me teneis detrás del volante, con un tic nervioso en el ojo izquierdo y un sudor frio recorriendo la frente, pensando cual era el acelerador y el freno, no fuera a dar marcha atrás nada más sacarlo del parking.
Los primeros cinco minutos no fueron mal. Solo se me caló tres veces y solo una vez casi me meto en una calle en contra dirección. En fin...
Más o menos conseguí domar a la bestia. No comprendo a la gente que dice que conducir es lo mas maravilloso del mundo. En mi opinión, llevar una maquina de tonelada y pico a una velocidad considerable es algo que me pone un poco nervioso. Leches, que estas a los mandos de algo potencialmente muy peligroso! No me parece que tenga totalmente el dominio del coche, más bien es él el que domina, yo solo doy sugerencias de donde debe ir.
Y de autopista ya ni hablamos... La quinta marcha es algo que me produce terror psicologico...
A lo que ibamos, despues de recorrer un par de pueblos de importancia, Sant Antoni, Santa Eulalia, decidimos ir a ver una de esas pintorescas clas ibicencas que tanto nos habian recomendado.
Dicho y hecho enfilamos hacia la queteniamos más cerca. (Sorry pero no recuerdo el nombre)
Recorriendo una carretera perdida de la mano de Dios, vemos el cartel indicado de la cala indicando (como es el trabajo de cualquier cartel indicador) la direccion de la cala. Me empieza a dar un poco de mala espina, ya qe estamos en el interior rodeados de pinos, pero en fin, alla vamos.
Los siguientes veinte minutos fueron el horror.
Curvas y mas curvas durante un kilometro hasta llegar a un lugar donde la carretera se estrechaba mas aun, cosa que yo consideraba imposible. Aqui el termino "doble sentido" perdia cierto significado. cruzarse con otro coche era pegarse lo maximo posible al lateral (en caso de que existiera, habia tramos que ni eso) y rezar para no romper el retrovisor. Por suerte solo nos cruzamos con dos o tres...
Este avispado conducto logró llegar a la meta, una pequeña cala bonita y muy apartada, casi al borde del colapso.
Partener: ¿Que, bajamos y nos quedamos un rato?
Yo: Anda, bajate tu y hecha un par de fotos que tenemos que volver a subir....