Me agarraré a otra sombra
como mi sombra
hasta desaparecerme.
Nunca supe hacer maletas,
quise irme a todos sitios pero siempre
me dio miedo viajar por miedo
a no llevar de todo lo olvidado
conmigo en ella.
Me quedé parado,
siempre en todas las cosas,
temiendo no sacar la cabeza del fango
e ir perdiendo
lo que me quedara de sueños
en los bolsillos.
Busqué olvidos en las cunetas,
donde solo había cristales rotos
y almas desfiguradas por la ausencia
de espejos en que mirarse,
y no encontré nunca bonos de viajes ni agencias
que llevaran mi caracol a cuestas
hasta otros paisajes
que mascar por el camino
hacia ningún sitio;
estuviera donde estuviera ningun sitio
en mi persona.
Nunca supe hacer maletas,
pero llevan pegatinas de lugares donde estuve,
de cada tienda de golosinas
donde compré te quieros a módicos precios
para despreciarte con cada silencio
de ladrillos azucarados.
Morí al alba y al ocaso dió mi vida
un nuevo charco sobre el que bañar
nuestra miseria conjunta;
y tras ahogarte, tras ahogarnos,sombra mía,
las ciudades que viajaron por los huecos
de mi vista, se desdibujaron, limitaron
su existencia con la mía. (hasta desahogarse)
Nunca supe hacer maletas
y, sin sombra,
me agarraré a otra sombra
como mi sombra,
dormitando en silencio,
hasta desaparecerme.
(Akí y ahora)
1:30/15-11-04/